‘Redención’. El dolor y la Luz de John Hart
Comentamos la última obra publicada por uno de los autores más reconocidos en EE UU, que por ahora pasa desapercibido en España
Hay autores que no entiendes por qué triunfan y otros que nunca te explicas por qué no llegan al público. A esta segunda nómina pertenece un gigante de la novela negra contemporánea en su más amplio sentido, el único escritor que ha ganado dos veces seguidas el Edgar a la mejor novela, un hombre con ecos de Woodrell, de Lehane, con una voz propia para mirar al lado oscuro del sueño americano. Es John Hart (Durham,Carolina del Norte, 1965) y hoy hablamos de él porque la editorial Pamiès ha tenido la valentía de publicar Redención (con traducción de Cristina Alegría), un libro sobre la venganza, la incomprensión y lo irracional de la violencia. Un nuevo golpe del autor en el panorama negrocriminal desde las premisas que ya desarrolló en No hay cuervos (también en Pamiès).
A saber: un policía, en este caso mujer, absolutamente jodido por su trabajo, por la vida, por lo que sea; un niño que ya no lo es y que busca la manera de paliar el dolor causado por un mundo que ya comprende demasiado bien; padres disfuncionales y acabados y mucha intensidad. Unos libros basados en el convencimiento de que la novela negra es también el género literario del ahora, de la incomprensión social, del dolor.
Pero ¿de qué va Redención? Elisabeth Black es una policía entregada a su trabajo, que nunca quiso ser otra cosa, que ve el mundo con ojos de policía. Hija de un predicador con quien tiene serios problemas, Black se enfrenta ahora a una acusación de homicidio por meterles 18 balas en el cuerpo a dos violadores pillados in fraganti mientras destrozaban la vida de una adolescente de clase alta. Black, obsesionada con la redención de la chica, sobrepasa varios límites que le meten en otros tantos líos.
Por otro lado, Gideon, 13 años, vive con la idea de matar a Adrian, policía modélico, mentor de Black y que ahora sale de la cárcel tras pasar 13 años encerrado por matar a la bella Julia Strange, madre de Gideon, con cuya salvación también está obsesionada la buena de Black. ¿Intenso? Pues esas son las primeras páginas.
A partir de aquí se desarrolla una potente historia en la que cada actor tiene razones poderosas para hacer lo que hace, esté equivocado o no, y que plantea serios problemas morales al lector ¿Ha matado Adrian a Julia? ¿Quién fue si no? ¿Tiene derecho Gideon a vengar a una madre que no llegó a conocer ? ¿Y Adrian a vengarse de quienes le arruinaron la vida? ¿Black es una heroína, una muestra de la peor violencia policial o un poco las dos cosas? ¿Cuánto odio puede acumular una víctima de violación?
Los personajes no podrían responder a estas preguntas fácilmente, porque no están construidos desde el maniqueísmo, sino desde la complejidad y los matices.
La prosa de Hart, su mezcla acertada de acción y reflexión evita que el libro se convierta en un culebrón. La trama, que acierta al complicarse, mantiene al lector hasta el final, que no es tan grandioso como en No hay cuervos, pero que no estropea el conjunto. Atrévanse . Pasen , lean, sufran y disfruten.
Babelia
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