Raphael: “Sigo saliendo ‘güevón’ al escenario”
Raphael lanza 'Infinitos bailes', un disco con canciones de Dani Martín, Vanesa Martín, Bunbury, Izal e Iván Ferreiro entre otros
Una multinacional (Universal Music) sacándose de la manga un disco (Infinitos bailes) para que una leyenda en formol y en forma (Raphael) cante y baile, ría y llore y hable del paso del tiempo junto a joveznos y no tan joveznos de la música más molona (Dani Martín, Vanesa Martín, Mikel Izal, Bunbury, Iván Ferreiro, María Rozalén, Virginia Maestro…). Hace medio siglo, Waldo de los Ríos o Manuel Alejandro componían y arreglaban para ÉL. Hoy, la nueva ola celtibérica hace lo propio y se rinde ante ÉL. En el fondo, nada ha cambiado. Y menos que nadie, ÉL.
Pregunta. Buenos días.
Respuesta. Hola. ¿Ha oído el disco?
P. Claro que sí.
R. No, en serio…
P. Pues claro que sí, dos veces. Si no, ¿para qué venir a hablar con usted?
R. Eso es lo decente… es que hay gente que hace la crítica de una persona sin ir a verla. Cogen el programa, y ya. Y meten la pata.
P. Estas entrevistas… ¿usted las da por contrato con la discográfica o de verdad sigue teniendo ganas de contarse a sí mismo?
"Los éxitos al final son un poquito cansinos"
R. Nada de contrato. Mira, al comienzo de mi carrera yo casi no hacía entrevistas ni iba a la radio. Entre otras cosas porque no hacía falta. De pronto, hace ya muchos años de esto, me dije: “¿Y yo por qué voy a desaprovechar la oportunidad que se me da de hablar?". Y decidí hacerlo. No es un trabajo, aunque cansa, sí. ¿Sabes qué pasa? Que los periodistas formáis parte de mi vida. Yo necesito comentar cosas con vosotros, descargarme y que me digáis si voy por buen camino. Que me digáis: “Oye, qué bien te veo”. No es coqueteo, ¿eh?
P. Pues, ¿por qué necesita que la prensa le diga esas cosas?
R. Porque el público no me lo dice. El público, pues eso, uaaaaahhh, uaaaaahh…
P. Hay gente que dice que es usted increíble, y lo dice para bien. Otros también le consideran increíble, pero para mal. O sea, que es increíble que exista alguien así, dice.
R. ¡Ja, ja, ja, ja!
P. Mejor esto que pasar inadvertido, ¿no? ¿No se ha basado su carrera en ese equilibrio de radicalismos?
R. Los entusiasmos y los éxitos al final son un poquito cansinos. Es bueno que haya voces que digan que no les gustas. Porque yo a esa gente todavía la puedo convencer.
P. ¿Hay mucho converso con Raphael?
R. Hay público que yo le noto –porque le veo la cara- que ha ido porque alguien le ha metido en la cabeza que tiene que ir, pero va pasando el concierto y esos ojos ya no son los de antes. Y acaban de pie. Esas es la alegría más grande que yo me puedo llevar. Ese día soy feliz porque me lo he ganado.
P. Pero, ¿esas cosas se notan desde el escenario?
"El público es tan diferente cada día… y tú tienes que conseguir que el final sea el mismo"
R. A ver, las diez primeras filas las controlo. Yo, antes, era una persona muy nerviosa al salir a escena. Ahora no. Sigo saliendo güevón al escenario, a disfrutar y a hacer disfrutar. Pero todo el público no es igual. Unos vienen después de pegarse con la parienta. Otros, con problemas económicos. Otros con tristezas. El público es tan diferente cada día… y tú tienes que conseguir que el final sea el mismo.
P. ¿Y cómo es posible salir a cantar igual un día en el que has estado feliz y pletórico, que otro en el que has tenido descomposición o has estado triste?
R. Yo pasé unos días horribles haciendo Jekyll & Mister Hyde sin saber qué me pasaba… y sin querer saberlo, que es lo peor. Y sin decírselo a nadie. Pero en cuanto salía al escenario me ponía muy bien.
P. O sea, que era Jekyll y Hyde aunque de verdad…
R. ¿Cómo se puede explicar? Y aquello… ¡bah! (a punto de echarse a llorar).
P. En este disco, Infinitos bailes, canta usted “sigo loco por cantar”. ¿De verdad? ¿Esto no cansa ya?
R. Esa canción va a traer mucha cola y yo quería haber titulado el disco así, Loco por cantar. Pero mi hijo me convenció de que no era prudente. Yo le dije: “¿Qué tiene de feo que siga loco por cantar? ¡Si lo estoy, y a mucha honra, que diría un barriobajero!”. Ahora bien, reconozco que eso del Raphael loco por cantar, a estas alturas del partido, tiene chiste. Y la gira, por supuesto, se llamará así: Loco por cantar.
P. Ese “loco por cantar” tiene que ver, por ejemplo, con aquello de ser cabeza de cartel en el Sonorama de Aranda de Duero, el festival de los indies, los más modernos entre los modernos?
R. ¡Pero si yo soy el más indie!
P. Ya hacían falta ganas… era un poco sacar a pasear al abuelo.
R. Lo importante es tener ilusión por las cosas. Y si no, quédate en tu casa. A mí, esto, como comprenderás, a estas alturas del partido no me hace falta…
P. Pero, ¿aquello de ir a cantar con los chavales a usted le dio adrenalina de verdad, le dio picante?
"¡Yo soy el más 'indie'!"
R. ¡Que es que a mí me da adrenalina y picante todos los días de mi vida! ¡Todos! ¿Por qué te crees que yo fui a cantar a Rusia la primera vez, que no había ni relaciones diplomáticas con España y fue todo anormalísimo? Y ahora con este disco, lo mismo. Yo, a todos esos chavales que suelen ir a verme, tenía que cantarles en un lenguaje que entendieran. Porque las canciones de amor de antes no son como las de ahora… no digo ni mejores ni peores.
Babelia
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