Premio nacional a la historia de siglo y medio de burocracia

Feliciano Barrios Pintado (Madrid, 1954) ha obtenido este jueves el Premio Nacional de Historia para 2016 por su ensayo La gobernación de la Monarquía de España: Consejos, Juntas y Secretarios de la Administración de Corte (1556-1700), publicado por la editorial del BOE. El galardón reconoce "la importante labor de estudio e investigación histórica que viene realizándose en los temas relacionados con la historia de nuestro país", señaló el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que entrega anualmente el reconocimiento. Barrios, es especialista en historia de la Administración pública de la Edad Moderna, instituciones nobiliarias e historia del Derecho indiano.

El jurado destacó que la obra, que aborda algunas claves de la gobernación de España en ese casi siglo y medio citado, “descubre las claves del funcionamiento interno de la monarquía de los Austrias y la visión comparativa de las Españas. Es un estudio clásico que, sin embargo, enlaza con los problemas actuales y las nuevas formas de hacer historia”. El galardón está dotado con 20.000 euros.

Una improvisada charla por teléfono con EL PAÍS, inmediata al anuncio del premio, sirve para incidir en las relaciones entre la materia en la que se ha especializado y la España actual. En tiempos de los Austrias, un enjambre de personal de la Administración trabajaba al servicio de una monarquía plural, un concepto que a Barrios le interesa mucho: “Era un conjunto de reinos con instituciones y servicios propios. Tenían lealtad a la Corona, pero mantenían sus instituciones. Y en la Corte había órganos para hacer presentes a esos reinos en Madrid, había italianos, portugueses, flamencos, aragoneses, castellanos, distintos Consejos... Solo dos eran comunes: el Consejo de Estado y el Consejo de Guerra”.

Respecto a la relación que ello pueda tener con la España de hoy, Barrios, miembro de la Real Academia de la Historia, se muestra sucinto: “La historia es el estudio del pasado”. Eso sí, lamenta que no se enseñe con mayor profusión en las etapas educativas y que “no se cuenten estas antiguas formas de organización administrativa”.

La calle y los especialistas

¿Cómo se está contando la historia ahora mismo en España?. “Conozco a excelentes colegas en todos los territorios, o en las comunidades autónomas. Y otros no tanto, pero a mí no me gusta generalizar”, responde.

De la inmensa galería de personajes que pululan por las Cortes españolas entre 1556 y 1700, Barrios no se queda con ninguno en especial; prefiere una saga, la de los Idiáquez, “unos secretarios vascos, servidores de la Monarquía, grandes administradores. Me interesan los burócratas porque actuaban como algo coral; estaban en las covachuelas de Madrid manejando papeles”.

¿Percibe un mayor interés en la calle por la historia ante la proliferación de series televisivas y películas de época? “La historia siempre ha sido una afición constante en la calle, pero la deben hacer los especialistas”, opina. Él mismo participó hace una década en el rodaje de Alatriste, asesorando a su director, Agustín Díaz Yanes. “Aquello fue una experiencia estupenda, aunque no me hicieron caso en todo, porque era muy caro”, recuerda.

Barrios obtuvo en 1986 la cátedra de Historia del Derecho y de las Instituciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, en la que ha sido decano, hoy honorario, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Toledo.