“No tengo propuestas para dirigir en España”
Gustavo Gimeno lidera la Filarmónica de Luxemburgo en una gira
Las fotos a veces lo cuentan todo. En el camerino del director de orquesta Gustavo Gimeno (Valencia, 1976) se le ve retratado con Claudio Abbado y Mariss Jansons, pero también junto a Enrique de Luxemburgo. Dos grandes maestros que impulsaron su carrera y el representante del país donde la desarrolla. "Abbado y Jansons son cruciales para mí y la fotografía con el gran duque se tomó durante una clase privada que le di por su cumpleaños", indica el director valenciano mientras recibe a EL PAÍS en la Philharmonie luxemburguesa. Habla con pasión e incredulidad. Pasión por el puesto que ostenta desde 2015 como titular de la Orchestre Philharmonique du Luxembourg (OPL). Incredulidad porque atribuye a la suerte lo conseguido los últimos años en que ha cambiado la baqueta por la batuta. "Siempre he estado interesado en la dirección orquestal, que estudié tras ingresar en 2001 como percusionista en la orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam", reconoce. Dirigió al principio conjuntos amateurs y nunca le pareció extraño saltar desde la percusión al podio: "Puedo citar tres ejemplos actuales muy significativos como Simon Rattle, Riccardo Chailly y Paavo Järvi", remarca.
Gimeno debuta hoy en Ibermúsica al frente de la OPL, aunque su primera vez en este ciclo fue en marzo de 2013. En aquella ocasión el mismísimo Abbado le cedió el podio para dirigir la Sinfonía concertante, de Haydn, en su penúltimo concierto en España. "Lo hizo por sorpresa primero en Zaragoza y después en Madrid. Es un recuerdo muy especial. Quizá se debió a una cuestión de salud, pero siempre fue muy generoso conmigo", recuerda. Quince días después del fallecimiento de Abbado, en febrero de 2014, el valenciano debutó al frente del Concertgebouw sustituyendo por enfermedad a Jansons con gran éxito de público y crítica. "Fue un momento dulce y tuve mucho apoyo de mis compañeros de la orquesta, aunque después empezó la vida real", reconoce.
Janis Joplin al violín
La violinista Patricia Kopatchinskaja (Chisináu, Moldavia, 1977) actuará como solista en la gira de la OPL tocando los conciertos violinísticos de Chaikovski y Schumann. La moldava es una artista muy creativa, cuya intensidad le ha valido el apelativo de "Janis Joplin de la música clásica" en el semanario alemán Der Spiegel. "Muestra colores y detalles a los que no estamos acostumbrados de los conciertos que toca, pero también es muy respetuosa con lo escrito por el compositor", afirma de ella Gimeno. Su actuación en Luxemburgo culminó con dos impresionantes propinas de Kurtág donde tocó pero también gritó con desasosiego.
Esa "vida real" le llevó a otra sustitución in extremis de Lorin Maazel al frente de la Filarmónica de Múnich en mayo siguiente para varios conciertos y una gira. "Curiosamente ese mismo mes dirigí a la OPL y la tournée con Múnich pasó también por Luxemburgo. Dos conciertos en esta sala en poco tiempo y con dos orquestas diferentes decantaron el anuncio de mi nombramiento como titular", relata. Después vendrían otras primeras apariciones al frente de numerosos conjuntos importantes en Alemania, Inglaterra, Francia y EE UU, aunque algo menos en España donde tan sólo ha dirigido la Orquesta de la RTVE y la Sinfónica de Castilla y León, junto al estreno en el Palau de les Arts de Valencia de la misma producción de Norma, de Bellini, que está estos días en el Teatro Real. "Por supuesto que es muy importante para mí dirigir en mi país y donde me llaman voy, pero no tengo ninguna propuesta para hacerlo en España próximamente", confiesa con cierta amargura.
El concierto de hoy en Ibermúsica forma parte de una gira española que, partiendo de Madrid, recalará en Valencia, Zaragoza y Alicante hasta el próximo sábado. "Hemos seleccionado dos programas muy diferentes para exponer el potencial de la OPL. Si en La consagración de la primavera, de Stravinski, tenemos que mostrar un carácter marcado, en la Séptima sinfonía, de Bruckner, se impone un sonido completamente diferente. Esa flexibilidad que ofrece esta orquesta es lo que más me gusta de ella", reconoce. Gimeno moldea completamente el sonido de la OPL tanto para Schumann como para Bruckner en el concierto que pudimos escucharle en Luxemburgo en el marco incomparable de la Philharmonie. Tiene un contrato discográfico con Pentatone donde próximamente publicará la Primera sinfonía, tanto de Bruckner como de Shostakovich, y prevé registrar Daphnis et Chloé, de Ravel. No renuncia a la ópera y dirigirá Simon Boccanegra en Luxemburgo en marzo próximo, pero tampoco a proyectos educativos. "Soy muy afortunado al tener un equipo excepcional con Stephan Gehmacher al frente, un gerente que ha trabajado para Rattle en Berlín y Jansons en Múnich", concluye.
Babelia
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