Màxim Huerta, el guía de viajes de La 1

Descubrió el Roma de Vacaciones en Roma, llevó a los televidentes hasta el Central Park de Annie Hall y subió a las azoteas de Tánger para sentirse como Matt Damon en El ultimatum de Bourne, pero Màxim Huerta (Utiel, 1971) quiere más. El presentador de Destinos de película termina este lunes (00.30 horas) la travesía de la primera temporada en Berlín, con una novela en puerta y con ganas de cruzar más veces el Atlántico para presentar esas ciudades que se han convertido en sets de filmes icónicos.

“Viajamos pensando en películas desde los últimos años”, asegura el presentador que tras una pausa —después de abandonar El programa de Ana Rosa— ha regresado este otoño a las pantallas de televisión. Con este programa, el también escritor se ha convertido en crítico de cine y guía turístico. “Yo me he sentido como parte de algunas películas, como uno de los actores que hicieron algunas de las mejores películas”. Y aunque admite que es un rodaje agotador, “trabajar fuera de un plató ha sido una sensación maravillosa”.

En su primera temporada, Destinos de película visitó Nueva York, Roma, Marruecos, Londres, París, Venecia y Praga. El último programa de este ciclo está dedicado a Berlín, “una ciudad que se reconstruye a sí misma, de las más culturales del mundo”, dice Huerta, quien intentará cruzar la puerta de Brandemburgo como los protagonistas de la película de Billy Wilder Uno, dos, tres; visitará el Kitkat Club para recordar la actuación de una espectacular Liza Minelli en Cabaret; atravesará la Alexander Platz para sentirse un agente secreto como Matt Damon en El mito de Bourne, y cruzará el Check Point Charlie para despedirse con un Good bye, Lenin.

Acceder a la planta 89 del Empire State sin turistas, entrar a la habitación del hotel Plaza en la que se rodó Tal como éramos de Barbra Streisand y Robert Redford, o que le abrieran las puertas de la casa de Gregory Peck de Vacaciones en Roma 60 años después, son algunas de las cosas que más ha disfrutado en la primera entrega, pero espera que vengan muchas más en una segunda temporada. “Tenemos todas las ciudades y todas las películas listas para que den luz verde y empezamos a rodar”, confiesa en un café del centro de Madrid.

Esta historia continuará...

Para Màxim Huerta, viajar es una forma de escapar, renovarse y pensar en una nueva vida. “El viaje empieza cuando haces la maleta. Y yo creo que este programa ha sido viajar desde el sofá, o planear un viaje y mezclarlo con el cine que es el otro lugar de huida, de admiración, me parece la mezcla perfecta”, dice emocionado.

Considera que Destinos de película es un programa que sirve para descubrir datos y secretos de rodaje, como por ejemplo cómo en una producción hace pasar una ciudad por otra. “Muchas películas no sabes que se han rodado en algunas ciudades y esa es la magia del cine y del turismo”. Sobre una posible segunda temporada, solo puede decir que cruzarían más el Atlántico. Y aunque no revela ciudades ni filmes que se podrían ver, a él le gustaría poder incluir más escenas de películas, “pero es casi imposible por los derechos, lo caro que es”.

“Lo único que pretendemos es que la gente se anime a ver la película y disfrute con nosotros de las ciudades y descubra secretos del rodaje”. Tal vez en futuras entregas pueda recorrer Buenos Aires en plan Diarios de una motocicleta, o perderse en el Tokio de Lost in Translation, dos ciudades que le gustaría visitar.