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Las escaleras más limpias de Roma están en la plaza de España

El mármol travertino de los peldaños de la plaza de España reluce brillante y accesible a todos tras su restauración

Escalinata en la Plaza de España de Roma este jueves.Foto: atlas | Vídeo: EFE / ATLAS

La histórica escalinata de la plaza de España de Roma, uno de los símbolos de la ciudad, reabrió este jueves su paso a 135 peldaños con un brillo y una limpieza que los romanos no recordaban. Desde hace diez meses, esta zona de la ciudad estaba cerrada por obras de restauración —que no se realizaban desde hace 20 años— y, con su nueva imagen, las escaleras permanecerán abiertas para que la gente pueda disfrutarlas.

En el monumento del siglo XVIII, que une la iglesia de Trinità dei Monti con la famosa fuente de la Barcaccia (1627), construida por Pietro Bernini y restaurada en 2014, trabajaron 82 personas para limpiar, consolidar y proteger todas las superficies, además de rellenar las grietas y sellar las juntas. Las obras las ha financiado la firma de moda italiana Bulgari, que tiene su tienda en la misma plaza, y que ha invertido un millón y medio de euros. A pesar de que el presidente de la casa, Paolo Bulgari, había planteado inicialmente la idea de que se deberían cerrar por la noche para evitar que se deterioren de nuevo, la polémica que se había suscitado por esta petición ha quedado zanjada: las escaleras permanecerán abiertas.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas, dijo en la presentación que las escaleras deben estar “disponibles para el público, para que los ciudadanos las disfruten”. Raggi llamó a la colaboración ciudadana para mantenerlas y se mostró partidaria de “responsabilizar a las personas de su uso, para que no se convierta en abuso”, siguiendo la idea de no querer cerrar la ciudad, sino de concienciar sobre su cuidado. “Pedimos la colaboración ciudadana, del sector público y del privado, para volver a hacer de Roma una gran capital europea con un nuevo modo de vivir”.

El Ayuntamiento ya ha dispuesto una ordenanza que establece un control más exhaustivo para evitar situaciones que provoquen su deterioro —como la prohibición de comer o beber en ellas—, pero esta vigilancia siempre deberá ser compatible con “el disfrute de todos” y no prevé ni su clausura nocturna ni la prohibición de sentarse en ellas.

De la idea de “no cerrar la ciudad” nace también la iniciativa de invitar a la zona reservada del concierto de inauguración a 30 ciudadanos. Dos ciudadanos de cada distrito fueron invitados a la conocida como área VIP del concierto, para que participen en una fiesta que es suya, al igual que diez presos de la cárcel romana de Rebibbia que durante su condena se han dedicado a mejorar la riqueza cultural de la ciudad.

La alcaldesa ensalzó el éxito de la colaboración público-privada que se ha dado entre el Ayuntamiento y Bulgari porque permite “favorecer a los romanos, a los turistas y a las generaciones futuras con una mejora del patrimonio cultural”. El administrador delegado de la firma de moda, Jean-Christophe Babin, se refirió a la restauración como “un deber ciudadano de Bulgari con la ciudad más bella del mundo” y con un monumento que “representa en todo su esplendor la grandeza de Roma. Para Bulgari, la escalera siempre será un lugar sinónimo de alegría y glamur, relacionado de forma indisoluble con la identidad de la maison”.

En Italia, son habituales los casos de mecenazgo de firmas de moda con el patrimonio cultural. Fendi restauró la Fontana de Trevi y Tod’s el Coliseo. Pero no se trata de un mecenazgo platónico: las marcas también cuentan con una buena contrapartida en términos de imagen y publicidad y se favorecen de un decreto aprobado en 2014 por el cual pueden beneficiarse de importantes ventajas fiscales, con una desgravación del 65% de las sumas destinadas a tutelar el arte.

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