Iñaki Gabilondo: “El flamenco es una bomba atómica cultural, estética y artística”

Ese misterio que esconde el flamenco, que como máximo llega a denominarse duende o ángel;  "algo con alas, que vuela, pero que no podemos decir con más precisión", en palabras del periodista Iñaki Gabilondo, es el punto de partida de las emociones que le generan los compases del arte jondo. Una música popular, imbricada en las raíces de Andalucía, que esta semana se somete al estudio académico en el I Congreso Internacional de Flamenco y Comunicación, dentro del marco de la Bienal de Flamenco de Sevilla. La investigación, la literatura, las grabaciones, los testimonios, la difusión y la puesta en valor de este bien histórico serán los hitos sobre los que trabajar hasta este viernes.

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"El flamenco es una bomba atómica cultural, estética y artística", ha considerado el periodista vasco en la conferencia inaugural de este primer encuentro, celebrado este lunes en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla. "El flamenco sigue estando por debajo de lo que aportaría, es un poder cultural activo de primer orden", ha añadido Gabilondo, que apoyó indubitadamente la Tertulia Flamenca de Radio Sevilla durante su etapa como director de la estación en la década de los 70. Era un programa semanal, instaurado previamente, y que difundía el arte jondo en una escaleta de radio sin hora final. "Decíamos que la tertulia se acababa lo último", ha rememorado simpático el comunicador para justificar el tiempo que duraba este espacio radiofónico por el que pasaron Matilde Coral, Chano Lobato, Antonio Mairena o Fosforito... entre otras grandes figuras de la época.

Gabilondo ha recorrido con un trasfondo de profundo cariño sus primeras impresiones sobre el flamenco cuando llegó a Sevilla un "bárbaro venido de tierras brumosas" que tenía el "privilegio de sentarse" en la primera fila de sillas de nea para percibir los cantes, bailes y toques de los artistas andaluces. "Al principio tenía una ignorancia superlativa del flamenco, la idea distorsionada de saberlo mal, era un mundo desconocido de excepcional complejidad", ha asumido el periodista, que ha reconocido que rápidamente comenzó a distinguir cada palo y a adentrarse ya sin vuelta atrás en este mundo.

"Lo primero que vi es que el flamenco se vivía como una misión sagrada de protección, con una transmisión de pureza estricta; luego sentí ese punto final de misterio inexplicable en su música y también que se interpretaba desde una gran conexión con el pueblo", ha mencionado entre distintos pensamientos Gabilondo, que al llegar a Andalucía sintió que era una tierra, todavía de importantes injusticias sociales, pero con una carga cultural para tener "un complejo de superioridad aplastante".

Su conferencia ha abierto así este primer encuentro académico por el que pasarán, entre otros,  Juan Luis Cano, Calixto Sánchez, Fermín Lobatón, Jesús Quintero y periodistas de radios francesas y alemanas. El congreso, coordinado por las universidades de Sevilla y Cádiz, tiene visos de continuar anualmente con programas para jóvenes investigadores los años que no haya bienal, según se han comprometido desde las instituciones. "Esto creará una masa crítica que conforme una disciplina académica para el flamenco. Estamos en el paso de su consideración de espectáculo a cultura, y eso requiere su tiempo", ha declarado el profesor Juan Luis Manfredi, coorganizador del evento. Quizás los estudios den respuesta al desafío de explicar ese misterio que esconde el flamenco.