Jimmy Eat World: “El postureo de la estrella del rock es un concepto vacío”

El primer intercambio de saludos ante el señor Zach Lind, uno de los líderes de Jimmy Eat World, indica que la entrevista puede acabar convirtiéndose en una charla deliciosa. Como en esas ocasiones en las que a uno le toca un compañero de asiento sorprendentemente interesante en un vuelo transoceánico. Conocidos universalmente por su tema The Middle, los de Arizona vienen a Madrid a mostrar ante el venerable su legado, que incluye nueve álbumes y dos décadas en la carretera.

Lind está tranquilo y lleno de energía. Inicia en Londres una gira europea y estadounidense que les llevará a Madrid el próximo sábado (17:25) en ese festival con aires universitarios que ya se ha convertido en patrimonio de la capital: el DCode. “Hace un tiempo que no vamos a España y tenemos muchas ganas de volver. Siempre que hemos tocado allí hemos visto que los fans son geniales y crean muy buen ambiente. Tenemos muchas ganas de llegar al festival”, señala.

“Estamos llenos de energía y con ganas de sacarlo adelante. Una de las razones que lo justifican es presentar este nuevo álbum”. Su nuevo trabajo es Integrity Blues, que se presentará el próximo 21 de octubre. A primera vista se descubre con un sonido diferente, algo alejado de la esencia emo que les aupó a la fama internacional a comienzos de siglo. Esa de corazones rotos en verano y videoclips de fiestas en la piscina sin padres de por medio.

El single de presentación es Sure and Certain: “Creemos que era un tema muy interesante para empezar a promocionar el disco. Tiene una energía muy positiva y una melodía muy potente. A simple vista parece una canción sencilla, pero tiene un puente muy interesante. Parece que de repente el tema se va a disolver, pero se recupera. Es una buena píldora musical de lo que los fans se van a encontrar en el álbum”.

La producción del noveno álbum de la banda ha sido radicalmente distinta de la de los anteriores: “Hemos intentado hacer las cosas de otra forma y salir de la zona de confort. El proceso ha estado lleno de nervios porque ha sido arriesgado, pero hemos ganado en confianza. Ha sido un proceso más espontáneo, solucionando cosas sobre la marcha sin tener todo estructurado desde el principio”.

Integral Blues viene precedido por una decisión sin antecedentes para Jimmy Eat World, un año sabático. “Es una de las mejores cosas que hemos hecho. Nos dio un espacio para respirar y hacer cosas distintas. Nos ha dado una perspectiva que no teníamos antes”, confiesa.

El resultado final es una banda brutalmente integral. Lo que se ve y se escucha es lo que es. Un par de chicos de Mesa (Arizona) que crearon una banda por amor a la música, la única verdad de este negocio. La mejor receta para estar frescos tras 20 años de carrera: “Intentamos ser honestos sobre quiénes somos. Focalizamos toda nuestra energía en la música y las canciones. No hay mucho flash ni show de pirotecnia en nuestros conciertos. Creo que, en el fondo, todo el tema del postureo de la estrella del rock es un concepto vacío”.

Sobre el menú que pondrán sobre la mesa en la tarde del sábado, lo tiene claro: “Solo tocaremos algunos de los nuevos temas del nuevo disco. Queremos interpretar todos los clásicos que podamos y tratar de que todos pasen un buen rato. Esperemos que les guste mucho y poder volver a tocar otra vez en Madrid o en algún sitio de España”.