“El 99% de Hollywood es gente encantadora”
La guerrera actriz estadounidense vio en 'No apagues la luz' mucho más que una película de terror
María Bello supo muy joven lo que quería ser de mayor: Indiana Jones. Incluso cuando su profesora le aclaró que no podría serlo porque Indiana Jones era un hombre y ella, no. El pequeño detalle nunca le detuvo, como demuestra la carrera de esta actriz poco convencional y bastante guerrera, siempre dispuesta a decir lo que piensa y concienciada en su propia cruzada, esa que llama "la revolución reveladora". Ser parte de la solución, no del problema, es su lema y al borde de los 50, rozando una edad en la que muchas intérpretes se han visto forzadas a una jubilación anticipada, Bello está más activa que nunca. "Nunca he sido de las que se quejan, de las que aceptan un no por respuesta. Lo único que consiguen con cada obstáculo es que busque soluciones", confirma fumando en un balcón con la misma intensidad con la que habla en un hotel donde fumar es cosa del pasado.
Su última película, Nunca apagues la luz, de terror, es de presupuesto mínimo y director novel, David F. Sandberg, basada en el cortometraje del mismo título de este sueco que lleva cerca de 3,5 millones de visionados. Bello vio mucho más. “Una película con dos mujeres como protagonistas”, se alegra. Otros ven la primera historia lesbiana de fantasmas. Un drama sobre relaciones familiares. “O que abarca el mundo de los problemas mentales”, añade. Muchas maneras de ver lo que principalmente es una historia de terror que, dado su éxito, tendrá segunda parte. “Eso es lo que me gusta. Que es un filme que lo que quiere es entretenerte y que, sin embargo, genera una conversación mucho más amplia", explica la actriz.
Bello sabe mucho de etiquetas. Madre de un adolescente de 15 años fruto de su relación con el guionista y productor Dan McDermott, la candidata al Globo de Oro con The Cooler (2003) y Una historia de violencia (2005) sorprendió a la industria con una carta abierta en The New York Times (seguida de un libro escrito en primera persona) donde hablaba de su relación con su amiga y entonces pareja del mismo sexo Clare Munn. “No me dio miedo escribirlo, porque era un texto que celebraba una familia moderna, la mía, y que generó una conversación más amplia sobre sexo, amor y relaciones”, reflexiona quien ahora comparte su vida con el realizador Elijah Allan-Blitz, 20 años más joven.
Conocida tanto por su trabajo en El bar Coyote (2000), Gracias por fumar (2006) o La momia. La tumba del emperador dragón (2008) —en la que vio realizado su sueño de ser como Indiana Jones—, Bello utiliza su cine para liderar su revolución mientras entretiene. De ahí el filme de acción y aventuras que produce y desarrolla para la compañía de la productora Viola Davis, “interesados como yo en hacer películas con y por mujeres”, o el que presentará en el Festival de Toronto, The Journey is the Destination.
Bello no culpa a la industria de la falta de diversidad. En su opinión, es un poco por todos. "El 99% de Hollywood es gente encantadora”. Sin embargo, se ha dado cuenta de que los estudios y sus trabajadores desconocen que solo un 30% de los que componen la fuerza laboral de Hollywood son mujeres. “No es que la industria odie a las mujeres. Es que ni saben estas cosas”. Bello también reparte contra sus compañeras de profesión. "Tengo 49 años y son los que aparento. No 20. A muchas de las que no encuentran trabajo les preguntaría por qué se han cargado su rostro intentando aparentar los 25 años y medio que no tienen". No tiene miedo de nada. Ni tan siquiera de ese uno por ciento de Hollywood no tan bueno que deja en manos de sus agentes. O de presencias fantasmagóricas como las de Nunca apagues la luz. "Soy de las que duermo con la almohada en la cabeza y un cuchillo en la mesilla. Si oigo un ruido, corro en esa dirección a ver qué es".
Babelia
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