_
_
_
_
FERIA DE LA SEMANA GRANDE DE SAN SEBASTIÁN

José Tomás y El Juli, caricaturistas de la fiesta

Decepcionante festejo ante un mal presentado y flojo encierro de Garcigrande y figuras postmodernas

Antonio Lorca
José Tomás, ayer en la plaza de toros de San Sebastián.
José Tomás, ayer en la plaza de toros de San Sebastián.Javier Hernández

Apúrense. Mientras El Juli siga siendo una figura de peso, con mando en plaza y en el campo ganadero, el futuro de la fiesta correrá un serio peligro. Pero no es José Tomás la solución. Si el primero se ha convertido en un icono de la modernidad comodona, el segundo está de despedida y recogida de lo que en taquilla dejan ríos de incondicionales y curiosos que acuden en procesión a ver a su dios. Uno y otro, cuales caricaturistas, dieron la impresión de tomarse a broma la tauromaquia.

BOHÓRQUEZ, GARCIGRANDE / HERMOSO, TOMÁS, EL JULI

Dos toros excesivamente despuntados de Fermín Bohórquez, flojos, mansos y parados; y cuatro de Garcigrande y Domingo Hernández, —el tercero como sobrero—, muy justos de presentación, blandos, sosos y nobles.

Hermoso de Mendoza: cuatro pinchazos (silencio); rejonazo trasero (ovación).

José Tomás: dos pinchazos, estocada y tres descabellos (ovación); pinchazo —aviso— y estocada (oreja).

El Juli: estocada caída (dos orejas); estocada (silencio).

Plaza de toros de Illumbe. Segunda corrida de feria. 14 de agosto. Lleno de 'no hay billetes'. Asistieron desde un burladero el Rey emérito, la infanta Elena y sus dos hijos.

Vamos, que a pesar del lleno de ayer en la plaza de Illumbe, los toros en San Sebastián siguen tan en peligro como antes del festejo. Primero, porque los políticos continuarán con sus ataques; segundo, porque la inmensa mayoría de los que poblaron los tendidos de la plaza no han nacido ni viven aquí; y tercero, porque José Tomás y El Juli se presentaron en esta tierra para jugar a los toros sin más compromiso.

Vaya por delante un detalle anecdótico: ¿qué importancia daría El Juli a esta corrida cuando por la mañana se anunció en la feria de Dax? ¿Se imaginan el problema que se hubiera planteado ante una hipotética voltereta? Y El Juli se presentó, como en él es habitual, con una corrida escurrida de carnes, cómoda de cabeza, sin fuerzas y con tanta nobleza como falta de casta y acometividad. Con estos toros triunfa todas las tardes y ayer cortó las dos orejas tras una faena despegada y al hilo del pitón, ante un público generoso, festivalero y triunfalista.

Pero nadie se lo recrimina, y ahí sigue, en figura del toreo, de plaza en plaza apuntillando la fiesta como si tal cosa.

Pero lo llamativo a estas alturas es que José Tomás se anuncie con él en esta feria. Y con los toros elegidos por su compañero, a sabiendas de que en modo alguno garantizan la mínima emoción que exige el toreo.

Total, que a pesar de las tres orejas; a pesar de momentos elocuentes de El Juli en un quite por zapopinas y algún recorte con la mano izquierda; a pesar de la salida a hombros y todos los vicios adquiridos, este torero dictó ayer una nueva lección de antitoreo, de ese que no deja poso alguno y abre la veda a que desaparezcan aficionados exigentes que sueñan con la emoción verdadera.

Y Tomás llegó, —muy solemne en todo momento—, hizo el supuesto esfuerzo que se le supone a su exigencia dineraria y se marchó. Inválido y amuermado era su primero, aborregado y lisiado por más señas, y ante él estuvo el torero en fases intermitentes sin dejar nada para el recuerdo. Nobleza exhibió el quinto, al que le hizo una faena tan larga como insulsa porque no tenía hechuras ni comportamiento del toro que requiere el toreo de esta figura. Dicho de otro modo: Tomás se anunció con borregos taciturnos y él necesita toros. Sí, algunos muletazos tuvieron prestancia, pero todo supo a muy poco.

Abrió plaza Hermoso de Mendoza y protagonizó una de las tardes más tristes que se le recuerdan. Dos toros descastadísimos y un caballero desganado y desacertado. Un dolor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_