Alejandro Marcos y Adame, por encima de los novillos en Santander
Manuel Jesús El Cid sustituirá a Manuel Escribano ante los toros de Adolfo Martín
Con media entrada, se lidiaron novillos de José Cruz, bien presentados, cuajados en sus diferentes hechuras y alzadas.
Alejandro Marcos, oreja y ovación.
Luis David Adame, ovación y oreja.
Rafael González, ovación tras leve petición y ovación tras dos avisos.
Los novilleros Alejandro Marcos y el mexicano Luis David Adame cortaron una oreja cada uno en Santander, en una tarde en la que estuvieron por encima de sus respectivos lotes de novillos de José Cruz, y en la que el tercer espada, Rafael González, dejó también una buena impresión.
Alejandro Marcos se plantó de hinojos para enjaretar tres largas afaroladas de rodillas en el tercio a un novillo castaño, astigordo y abrochado. Hizo una buena pelea en un puyazo largo y manó abundantemente la sangre. Con todo, regaló algunas embestidas profundas por el pitón izquierdo, que aprovechó por momentos Marcos para correr la mano. Por el derecho se quedaba más corto y acusaba la sangría. La variedad de repertorio muletero dio cuerpo a un quehacer rematado con media desprendida con derrame, argumentos suficientes para la oreja.
El cuarto, muy áspero, brusco, repartió cabezazos a diestra y siniestra, quedó muy poco picado. Marcos se empecinó sin cuento en arrancar la oreja que le faltaba para descerrajar la puerta grande, sorteó los testarazos que se le venían encima, mas era imposible.
Luis David Adame atrapó el temple que parecía traer su primero en las venas en una verónica que todavía ondea, otras dos y una media en los medios. El valor lo mostró el mexicano con las dos rodillas atornilladas en la arena; la clase y la capacidad técnica fueron argumentos apabullantes para quedar muy por encima de un novillo finalmente rajado. Lo trató como si fuera bueno, esperándolo mucho y templándolo a pesar de la embestida capada y los parones. Así fueron posibles algunos milagros en forma de muletazos en redondo y dos circulares inmensos. Se tiró a matar con furor de azteca antiguo y cobró la estocada de la tarde.
El quinto, de generosa alzada, fue un mansote que se movió sin clase ni ritmo, pero le bastó a Adame para inventarse una faena presidida por el mando y el buen gobierno en el toreo fundamental. Con el público ya ganado desde el volandero quite por zapopinas, la eficacia en el uso de la tizona le permitió pasear un trofeo.
Rafael González sorprendió con su estilo capotero. La bondad del novillo, cuajado y con romana como todo el encierro, colaboró para que brotaran sin tropiezos buenas verónicas. El animal humilló cuando el torero le dio distancia y no tropezó el engaño. Ahí hubo momentos de toreo al ralentí que hacen atisbar que González posee el secreto del temple. En los medios recetó una estocada rinconera con abundante derrame.
El sexto fue otra historia, muy brusco en el último tercio, y González trató de atemperarlo con la medicina del mimo con la muleta, con buen resultado en la primera tanda a derechas. Al segundo envite lo cazó de una estocada contraria de mérito, pues ya por entonces el utrero buscaba el pecho del torero.
El Cid sustituirá a Escribano ante los toros de Adolfo Martín
El diestro Manuel Jesús El Cid será el encargado de sustituir a su paisano sevillano Manuel Escribano el próximo día 30 en Santander, en la corrida de Adolfo Martín que pondrá fin a la feria de Santiago. Escribano no llegará a tiempo a una de las fechas que él mismo se había puesto como objetivo para reaparecer después de la gravísima cornada que sufrió el pasado 25 de junio en Alicante, de la cual sigue recuperándose en su domicilio sevillano de Gerena. Su puesto será ocupado por El Cid, encargado de abrir un cartel completado por Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante, que lidiarán toros de Adolfo Martín.
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