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“Jacqueline Bisset y Jennifer O’Neill fueron mis dos diosas de la adolescencia”

Marcos Ordóñez ha respondido a los lectores sobre obras, actores, series, películas, música...

El crítico teatral Marcos Ordóñez.
El crítico teatral Marcos Ordóñez.CLAUDIO ÁLVAREZ

El crítico teatral Marcos Ordóñez responderá a las preguntas de los lectores sobre obras, actores, series, películas, música... Envía tus preguntas.

1Fans Total 20/07/2016 13:01

¿Ha visto “Yo, Feuerbach”, con Pedro Casablanc? Se me ha escapado en el Grec, pero quiero verla en octubre en La Abadía.

Hola, FT. “Yo, Feuerbach”, de Tankred Dorst, es lo que se dice una obra de lucimiento para un primer actor. Lucimiento y currazo. Pedro Casablanc ya había echado el resto en la Abadía con un monólogo, “Hacia la alegría”, de Olivier Py, que no vi pero del que me hablaron maravillas (sobre todo de su interpretación, no tanto del texto). Creo que está un poco joven (o que “da” joven, no sé) para el papel de Feuerbach, un actor maduro, de capa caída. En 1990 la estrenó Robert Hirsch en París, en el Théâtre Jean Vilar, y fue su consagración. O mejor, su reconsagración, porque era una estrella de la Cómedie desde finales de los cincuenta. Cuando Hirsch interpretó a Feuerbach tenía 65 años. Es la única peguilla que le veo a Casablanc, porque borda el papel y tiene una gama expresiva amplísima: es un personaje que ha de pasar de la extrema arrogancia (de “mattatore”, a lo Gassman) a una vulnerabilidad también extrema, alucinada: Burgess Meredith hubiera estado bien en ese papel. Las partes más alucinadas, casi chamánicas (el episodio franciscano de los pájaros) te parten el corazón. Y Samuel Viyuela González (hijo de vides ilustres), en el rol del ayudante de dirección, aguanta el envite y está también estupendo. Jordi Casanovas, responsable de la adaptación, ha condensado el original, que tenía tres personajes más, llevándolos al off . En el Grec, como es habitual, ha estado pocos días, pero se verá en la Abadía en octubre. No hay que perdérselo. No cuesta nada augurarle un gran éxito. Y muchos premios.

2Antonia Iborra 20/07/2016 13:03

Señor Ordóñez, si este verano solo pudiera ver una serie, ¿cuál elegiría?

Hola, Antonia. Sin sombra de duda, “Ray Donovan”. La cuarta temporada acaba de empezar. El primer episodio es un relato perfecto. Una novela, incluso. Para mí, “Ray Donovan” es una cumbre del género negro, con una extraordinaria galería de personajes. Y de intérpretes, por supuesto. Nunca he visto en teatro a Liev Schreiber, que, me cuentan, es uno de los grandes actores shakesperianos de Estados Unidos, aunque hace tiempo que no pisa un escenario. Estaría perfecto como Coriolano, como Macbeth, y también como Kent o, en clave de comedia, como Benedict. Están igualmente sensacionales Paula Malcomson (la esposa de Ray, que siempre me hace pensar en Patti Scialfa, la mujer de Springsteen), Eddie Marsan y Dash Mihok (los hermanos de RD). Y por supuestísimo, John Voight, el canallesco patriarca, al que obviamente le han servido en bandeja el papel de su vida. A ratos parece el verdadero protagonista. Me gusta mucho, además, que la serie “rescate” a actores y actrices que hacía demasiado tiempo que no veía. Por ahí han desfilado Elliott Gould, James Woods (en un rol de hipercabronazo que le iba al pelo), Rosanna Arquette, Ann-Margret… Y ahora, Lisa Bonet, tan lejos de la adolescente de “El corazón del ángel”, donde nos fascinó a muchos. Ha vuelto con un papel muy duro y con mucha fuerza. Todavía no sé si su personaje es una colaboración de un par de episodios o si durará más. Espero que sí.

3Emilio Ballester 20/07/2016 13:18

Leí las memorias de Costello por recomendación suya y me ha descubierto muchas músicas y músicos. Es una sensación estupenda. ¿A usted también le pasó?

¡Exactamente, Manuel! Costello es un pozo de sabiduría musical. Gracias a él he descubierto a George Jones, una superestrella country, pero nunca había oído hablar de Jesse Winchester, por ejemplo. Lo pone en el mismo pedestal que a Randy Newman y John Prine. Vale, Newman sí, muchísimo; John Prine un poco menos (empecé a escucharlo hará unos años), pero Winchester ni idea. Me sonaba Chester Winchester, un personaje de Casavella. Jesse parece también novelesco. Nace en Louisiana, de familia militar. Superdotado. Todos le auguran una gran carrera, pero cuando le llaman a filas, en 1967, en plena guerra de Vietnam, pone tierra de por medio, se larga a Canadá y se convierte en un icono pacifista de la época. Robbie Robertson le ayuda a salir adelante, a componer y grabar. Naturalmente, no puede girar por Estados Unidos, pero sus discos se venden decentemente. Muy bonita voz. Entre Jim Croce y Jackson Browne. Por lo visto, fenomenal letrista (aun no he tenido tiempo de leer sus canciones). El presidente Carter le amnistió y volvió al Sur en el 2000. Murió hace un par de años. Entre sus incondicionales, además de Costello, están James Taylor, Rosanne Cash, Lyle Lovett y Lucinda Williams. Poco antes de morir graba uno de sus más sentidos discos: “A Reasonable Amount of Trouble”, el que más he oído estos días. (Escucha como canta “Sham-a-Ling-Dong-Ding”, ya muy machacado por la enfermedad pero con la voz todavía diáfana. Y fíjate en la cara de Costello escuchándole, emocionado, al borde de las lágrimas. En Youtube).

4Fans Total 20/07/2016 13:26

Maestro, recomiéndeme una historia que le haya atrapado últimamente.

Estoy leyendo bastandes cosas interesantes, pero hay algo que no se me va de la cabeza. Una poderosa historia de no ficción. La leí en los periódicos: Los crímenes del mayordomo filipino. Una mañana de julio, en un barrio alto de Barcelona. En realidad eran dos mayordomos, amigos durante muchos años. Edy, el asesino, y Yuclido, la víctima. El suceso es largo para contarlo aquí. Intentaré resumir. Edy le debe pasta a Yuclido. Deuda de juego. Yuclido ha pedido un préstamo de muchos miles de euros para ayudarle. Edy no paga. Y apuñala a su amigo cuando se presenta en su casa para reclamarle el dinero. Varias cuchilladas. Primer detalle que me vuelve: cubre el cadáver de Yuclido con una sábana, como si eso fuera a disimular su muerte. Sale a la calle, cuchillo en mano (un cuchillo grande, de cocina), monta en su motocicleta y se dirige a su banco. En un cuento, en un guión, entraría en tromba, enloquecido, y mataría a la subdirectora. Pero no fue así: se sienta y espera a que acabe de atender a una clienta. Es decir, que no la mata en caliente. Tampoco median palabras, o nadie las escuchó. Todo fue tan rápido que no fueron conscientes de lo que había pasado hasta que la mujer se desplomó. Un diluvio de cuchilladas. Es la espera y el silencio que anteceden al segundo crimen lo que me intriga. Nadie le detiene. Monta en la moto, conduce unos cuatrocientos metros hasta el túnel de Via Augusta y Fleming, la aparca en un lateral y salta al vacío. ¿En qué momento decide matar a la subdirectora, ese segundo crimen que no resolverá nada? ¿Y en qué momento decide saltar?

5Dolors Iborra 20/07/2016 13:34

Sr. Ordóñez, ¿Cómo sigue el Grec? ¿Más estrenos de interés que podremos ver en temporada?

Que haya visto y puedan verse en temporada, “L’inframon”, “Yo, Feuerbach” y “Port Arthur”. “L’inframón” es “The Nether”, de Jennifer Haley, que vi hará un par de años en Londres. Me impresionó entonces y ha vuelto a impresionarme: es uno de los textos más perturbadores que he visto. Muy, muy duro. Pederastia y mundo virtual, pero con un enfoque brillante que va mucho más allá de lo que podemos imaginar (y que, naturalmente, no puedo contar, porque es el eje de la función). Volverá a verse en el Lliure, del 21 de septiembre al 16 de octubre. Con el mismo reparto: Andreu Benito, Mar Ulldemolins, Joan Carreras, Víctor Pi, y dos niñas en alternancia, Gala Marqués y Carla Schitt, a las órdenes de Juan Carlos Martel. “Port Arthur” es un verdadero ejercicio de alta tensión: sesenta minutos que te tienen al borde de la butaca. Jordi Casanovas descubrió en Wikileaks ese interrogatorio – un caso real - en el que dos policías, en Tasmania (sí, donde el diablo), tratan de averiguar la verdad acerca de una matanza. Los polis son Manel Sans y Javier Beltrán. El acusado es Dafnis Balduz, que parece el hijo secreto de Alan Cummings. Estupendas interpretaciones y una puesta en escena tan sobria como afinada. Aún puede verse en el CCCB (acaba este domingo), y luego comienza a girar por Cataluña y Mallorca. De momento, Vilafranca, Manresa, Parets y Manacor, este otoño, pero le están saliendo más bolos. Espero que gire también “Si sabes lo que hay”, de Fundación Collado/Van Hoestenberghe, porque a) no pude verla y b) parece que gustó mucho, mucho. Una ceremonia colectiva con la inconfundible marca de Collado. También se me escapó “Birdie”, de Fundación Señor Serrano, en la sala Hiroshima, otro de los éxitos del off. Pienso sacarme la espina con la trilogía de FSS en el Lliure (“Brickman Brando Bubble Boom”, “A House In Asia” y “Katastrophe”), del 22 al 25 de septiembre. (Acabo de hablar de “Yo, Feuerbach” en otra respuesta, o sea que a ella me remito).

6Jean Waits 20/07/2016 13:41

Dando la vuelta a las cosas, en cierto modo, me permito recomendarte la lectura de Annie Ernaux, al hilo de una pregunta en un anterior chat. A riesgo de equivocarme, pienso que un amante de Modiano podría disfrutar de esta lectura. Aprovecho para agradecerte los buenos momentos que me procuran estas charlas. Un saludo y buen verano.

Hola, Jean. Gracias de nuevo por la recomendación. Investigué un poco y creo que desde luego puede interesarme mucho la obra de Annie Ernaux. Pero la lista de espera es un poco larga. Acabo de empezar “Errata”, las memorias de George Steiner; voy por la mitad de “Manual para mujeres de la limpieza”, de Lucia Berlin (como son relatos, puedo leerlos en desorden); quiero leer “La noche de la Usina”, de Eduardo Sacheri; me han recomendado mucho “Zeroville”, de Steve Erickson, y también voy leyendo “Notes per a Sílvia” de Josep Pla.

7Fernando Peñarroya 20/07/2016 13:50

Señor Ordóñez, ¿cree que un crítico teatral debe abstenerse de aplaudir cuando acaba un espectáculo?

Depende de cada uno, como todo, Claudia. Entiendo (aunque me cuesta un poco) que algunos compañeros “aplauden por escrito”, porque, me dicen, a veces los espectáculos tardan en sedimentarse. Vale, pero ¿y cuando la alegría es irrefrenable?. Si me gusta, yo aplaudo siempre. ¿Por qué debería abstenerme? Es una manera de dar las gracias, de devolver un poco de lo mucho que me han dado. A menudo no necesito ni pensarlo: hay un silencio y de repente las manos se disparan. Y las piernas: lo que viene acto seguido es levantarse para seguir aplaudiendo, para enviar mejor la ovación. Algún que otro bravo también sale del alma. El teatro es uno de los lugares más calientes del mundo, y el calor se contagia de un modo instantáneo. Adoro ese contagio: para eso voy. Y si está mal visto me da absolutamente lo mismo, francamente.

8Javier Garcia-Pelayo 20/07/2016 13:55

Aprovechando lo de Magical mistery tour....¿que opinion tienes de la película Yellow submarine? A mi me parece de las mejores de la historia (jejeje) En su momento la vi decenas de veces y amigos tengo, que todavía se saben todo el guión

Hola, Javier! "Yellow Submarine" me pilló un poco mayorcito. Me gustó, pero supongo que a los de tu quinta (aunque no nos llevamos demasiados años) os pegó un subidón at the right tempo. "Magical Mistery Tour", por cierto, fue un poco decepcionante cuando la vi, también con retraso. Me quedo, con diferencia, con las dos de Richard Lester: "Qué noche la de aquel día" y "Help". Y Lennon estaba muy bien como actor en "Cómo gané la guerra", una comedia negra (y muy rara) de RL. A propósito de "Help!" recuerdo un intento de calzar en parecidos rieles a modo de respuesta española: "Dame un poco de amoooor", de José María Forqué, cuando Los Bravos estaban muy en alza. Era muy tonta pero en su día (catorce añitos, calculo) me hizo bastante gracia.

9Antonio Ferriz 20/07/2016 13:59

¿ Que significa para ti el Jazz?, ¿ cuales son tus discos preferidos de Jazz?

Hola, Antonio. Agradezco tu pregunta, pero se me está derritiendo la sesera . A mi alrededor avanzan caracoles con bombín y mostacho, abanicándose, y señores calvos con una barra de hielo atada a la cabeza: o sea, que estoy en una viñeta de cualquier Extra de Verano de Tiovivo, dibujada por el gran Ibáñez. ¿Qué significa para mí el jazz? Pues lo mismo que el soul o el ryhtm'n'blues o el rock o el pop: magia y alegría en vena. ¿Discos favoritos? Casi cualquiera de Miles Davis, de Bill Evans, de Lester Young, de Billie Holiday, de Oscar Peterson, de Johnny Hodges, de Chet Baker, de Stan Getz, de Charlie Parker... y así hasta quinientos más.

10seudonimo pseudonimo 20/07/2016 14:00

Buenos dias, en Juegos reunidos habla de Jacqueline Bisset, yo creo que es la actriz que ha enamorado a más generaciones. Tiene una carrera irregular pero hasta sus peliculas más flojas apetece verlas. Una que me gusto mucho es La ceremonia de Chabrol, donde compartia pantalla con Huppert y Bonnaire, pero donde marco a mi generación fue Class, que no era ninguna obra maestra. ¿Tiene sus preferidas de Bisset ?

Hola, SP. Jacqueline Bisset “me llegó” en el mejor momento: plena adolescencia, entre los 13 y los 16 años. Creo que el primer deslumbramiento fue en “Aeropuerto”. Luego pesqué, en reestreno, “El detective”, con Sinatra como Tony Rome y “Bullitt”, con McQueen. Y me fui al quinto pino para pillar “Intriga en Ciudad del Cabo”, un remake más o menos inconfeso y muy serie B de “Manos peligrosas”, de Fuller. En escala ascendente recuerdo “Satán mon amour” (la novela original, “El vals de Mephisto”, tampoco estaba nada mal), “El ladrón que vino a cenar”, y, pasión desbordada y absoluta, “La noche americana”, de Truffaut, que, como cuento en “Juegos reunidos”, con un amigo vimos tres veces seguidas: entramos en la primera sesión y salimos a las once de la noche. Tienes razón: le daba y le da luz a cualquier cosa en la que intervenga, o sea que la lista de películas sería interminable. Qué guapa, qué dulce, qué elegante, qué mirada y qué todo. En el 77 hubo un babeo colectivo ante sus zambullidas (y sobre todo cuando salía del agua, claro) en “Abismo”. Hay una película suya, de finales de los sesenta, que vi tiempo después, ya crecidito, porque no se estrenó en su día. Me parece que se llamaba “La promesa” y contaba, glubs, la fascinación de un adolescente por la diosa. Hablando de diosas de la época y de ese asunto, Bisset compartía mi pedestal con Jennifer O’Neill (a la que había descubierto en “Río Lobo”), resplandeciente en “Verano del 42”, a los sones melancólicos de Michel Legrand. Muy, muy, muy recomendable. Anota también otras pelis suyas de la época: “Diagnóstico asesinato”, “Fría como un diamante” y “La reencarnación de Peter Proud”. No sé si han vuelto a aparecer damas de ese calibre.

¡Las dos! ¡A comer! Han guiado esta nave, abriéndose paso entre olas de calor, Tommaso Koch y Manolus Morales, la respuesta italo-madrileña a Norman y Henry Bones, detectives. Mientras contestaba las preguntas sonaba 'Heartaches and Highways', de Emmylou Harris, a quien Jehová guarde muchos años. Gracias a todos y todas. La semana que viene, último chat de la temporada. Hasta el miércoles.

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