_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Matador

El francotirador de Dallas estuvo en la guerra de Afganistán y fue condecorado varias veces. Al licenciarse parece ser que su único afán fue acumular impunemente armas de muerte.

Carlos Boyero
Johnson, el asesino de los cinco policías, en una foto de Facebook.
Johnson, el asesino de los cinco policías, en una foto de Facebook.HANDOUT (REUTERS)

Al contemplar esa masacre de funcionarios uniformados en Dallas, ciudad con el pasado histórico más sombrío, donde agujerearon el cuerpo y el cerebro de un presidente de Estados Unidos en el que confió tanta gente para que cambiara el estado de las cosas, no puedo evitar asociarlo parcialmente con lo que narraba una película legendaria.

Se titula Taxi Driver. Travis Bickle, su desesperado y matador protagonista, que ha estado en el ejército e intenta ganarse su patética existencia como taxista nocturno en Nueva York, invierte todo el dinero que gana en montar un arsenal de armas en su casa. Está preparando una matanza y también su inmolación. Necesitando encontrar un pretexto moral intentará erigirse como un justiciero contra los males del mundo. Fracasará en su anhelo de asesinar a un senador que reúne todas las características de los triunfadores. Después montará una orgía de sangre contra el chulo y los mafiosos que explotan a una niña prostituida y sin ninguna gana de redimirse. Recibirá tratamiento público de héroe. Seguirá estando loco. Su perturbación homicida la ha provocado la soledad, el aislamiento, la sensación de fracaso inconsolable y de que no hay salida, su infierno terrenal.

El francotirador de Dallas estuvo en la guerra de Afganistán y fue condecorado varias veces. Al licenciarse parece ser que su único afán fue acumular impunemente armas de muerte. La facilidad o la afición de los maderos para cargarse ciudadanos negros que les resultan mosqueantes, y que rara vez sean condenados, fue la excusa para su venganza, confesando con frialdad aterradora que estaba enfadado con los blancos. Es su respuesta al más que probable racismo, aunque el boss del universo sea un negro. Vete a saber lo que ocurría en la desquiciada cabeza del killer. Pero que se lo piense la policía antes de cargarse a un sospechoso o a un detenido. Incluidos los negros, los latinos, los asiáticos, la chusma.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_