Matador
El francotirador de Dallas estuvo en la guerra de Afganistán y fue condecorado varias veces. Al licenciarse parece ser que su único afán fue acumular impunemente armas de muerte.
Al contemplar esa masacre de funcionarios uniformados en Dallas, ciudad con el pasado histórico más sombrío, donde agujerearon el cuerpo y el cerebro de un presidente de Estados Unidos en el que confió tanta gente para que cambiara el estado de las cosas, no puedo evitar asociarlo parcialmente con lo que narraba una película legendaria.
Se titula Taxi Driver. Travis Bickle, su desesperado y matador protagonista, que ha estado en el ejército e intenta ganarse su patética existencia como taxista nocturno en Nueva York, invierte todo el dinero que gana en montar un arsenal de armas en su casa. Está preparando una matanza y también su inmolación. Necesitando encontrar un pretexto moral intentará erigirse como un justiciero contra los males del mundo. Fracasará en su anhelo de asesinar a un senador que reúne todas las características de los triunfadores. Después montará una orgía de sangre contra el chulo y los mafiosos que explotan a una niña prostituida y sin ninguna gana de redimirse. Recibirá tratamiento público de héroe. Seguirá estando loco. Su perturbación homicida la ha provocado la soledad, el aislamiento, la sensación de fracaso inconsolable y de que no hay salida, su infierno terrenal.
El francotirador de Dallas estuvo en la guerra de Afganistán y fue condecorado varias veces. Al licenciarse parece ser que su único afán fue acumular impunemente armas de muerte. La facilidad o la afición de los maderos para cargarse ciudadanos negros que les resultan mosqueantes, y que rara vez sean condenados, fue la excusa para su venganza, confesando con frialdad aterradora que estaba enfadado con los blancos. Es su respuesta al más que probable racismo, aunque el boss del universo sea un negro. Vete a saber lo que ocurría en la desquiciada cabeza del killer. Pero que se lo piense la policía antes de cargarse a un sospechoso o a un detenido. Incluidos los negros, los latinos, los asiáticos, la chusma.
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