“Le regalo el veneno, el látigo y la bala: prefiero el entusiasmo”

1Emilio Ballester 06/07/2016 13:02

Marcos, si solo tuvieras tiempo de ver una función, como me pasa a mí ¿cual escogerías de la actual cartelera de Londres?

Hola, Luisa. Escogería “The Deep Blue Sea”, para mi gusto la obra maestra de Terence Rattigan, en el Lyttelton (NT). Con un gran personaje femenino: Hester Collyer, que abandona a su marido, un juez de la Corte Suprema, para correr a los brazos de un hombre más joven. Que en la Inglaterra de los 50 alguien retratase a un mujer guiada por una pasión sexual pura, sin presentarla como una zorra o una neurótica consumida por la culpa, fue algo absolutamente revolucionario, sobre todo viniendo de un escritor tildado de conservador como Rattigan (y al que adoro, por cierto). Hará unos años me las prometí muy felices cuando supe que Terence Davies la llevaba al cine con Rachel Weisz y Simon Russell Beale, pero el texto de Rattigan era muy superior a la película. En 2010, el National presentó un excelente montaje de “After the Dance”, otra pieza notable, con Benedict Cumberbatch. Y ahora, por lo que dicen las críticas, ha vuelto a dar en la diana: parece que Helen McCrory - Polly Gray en “Peaky Blinders” - está superlativa a las órdenes de Carrie Cracknell, junto con Tom Burke (el rol de Freddie, el amante) y Peter Sullivan (William, el marido). “The Deep Blue Sea” estará en cartel hasta el 21 de septiembre. Por cierto, no sé si se ha montado alguna vez en España. Y debería: no abundan los grandes papeles para actrices “de media edad”.

2Fans Total 06/07/2016 13:06

Maestro, ¿le gustaba el cine de Jean-Pierre Melville? Algo me dice que sí…

Con locura, FT. Echo mucho de menos su arte tenso y lacónico, sus gangsters silenciosos con Borsalino calado y gabardinas empapadas, guiados por códigos de honor y marcados por destinos fatales. Hizo pocas películas pero cambió el estilo del policiaco europeo (y japonés, por cierto), lo americanizó y al mismo tiempo le dio un sello personalísimo, estilizado, casi onírico. Y consiguió interpretaciones memorables. De Belmondo (sensacional en “El confidente” y “Léon Morin, prêtre”), de Lino Ventura, enorme en “Hasta el último aliento” y “El ejército de las sombras” (la mejor película que se ha hecho sobre la resistencia francesa), de Bourvil (el comisario obsesivo y melancólico de “Círculo rojo”), de Roger Duchesne en “Bob le flâmbeur”… Y hablando de “Círculo rojo”, ahí estaba también formidable Montand como el atracador alcohólico con "delirium tremens": impresionante escena. Y Delon, por supuesto, condenado desde el primer fotograma de “Le samourai”, otra joya. Para los de mi quinta era (y sigue siendo) un enorme cineasta, un poeta cuya importancia, me temo, se ha perdido un tanto entre las nuevas generaciones. Y urge su redescubrimiento. Creo que este verano se recupera en cines “Le silence de la mer”, su primera película. Con Howard Vernon (que luego sería el doctor Orloff de Jesús Franco) y que nunca estuvo mejor.

3Xavier Ariza Pujol 06/07/2016 13:08

Estimado maestro Ordoñez, Empece a leerle hace mucho tiempo. Tanto como sus años tienen sus primeros libros sus compendios de crítica teatral: "Molta comèdia" y "A pie de obra". Libros que me recomendó el maestro Albertí en Barcelona, cuando él daba sus primeros como director sagaz, pertinente y acerado. Nunca he dejado de leerle y admirarle, Sr. Ordoñez. Sus críticas son una referencia y una manera de aprender y ver teatro, sosegadamente. Pero he notado que el tiempo ha redondeado su pluma, ha aguado su tinta y a ocultado las sombras, para dejar al aire solo los perfiles amables. Echo de menos, por que también están en este oficio las tardes de tormenta, los días aciagos y las noches lúgubres. ¿Qué pasó con ellos, Sr. Ordoñez? ¿Por qué nunca se pueden encontrar en sus críticas? El lector que acude a una crítica es un ciego que pide unas manos que le conduzcan a una buena butaca. Quiere conocer los acantilados, los escollos y los meandros. No nos oculte la noche, por favor. Vierta más veneno, afile su pluma, ajuste el látigo y dispare con bala. Desearía volver a leer aquellas críticas que ponían el mundo en orden, que no bailaban el agua al tiempo y que hacían perder el sueño a torpes y a acémilas. ¿Qué paso con la crítica como "extraña forma de vida", como "obsesión"? No le molesto más, maestro. Gracias por ser honesto y por contarnos tantas cosas. Los lectores somos animales enfermos. Nunca nos curamos de nuestra sed. Gracias por tantas páginas. Gracias por sus novelas y por su memoria. un abrazo y por favor, no deje de disparar a los lobos que pretenden terminar con este oficio de lunáticos.

Amigo Ariza, creo que la respuesta fundamental está ya enunciada en una de las afirmaciones de su largo y apasionado texto, que le agradezco. Dice usted que “el lector que acude a una crítica es un ciego que pide unas manos que le conduzcan a una buena butaca”. No creo que el lector sea ciego, pero me reconozco en la segunda parte: quiero conducir a la gente, en la medida en que pueda, a una buena butaca. Hay muchísimo estrenos y prefiero escribir de lo que me gusta y contagiar mi pasión al lector. Felizmente, hace años que no cubro la crítica diaria, donde por fuerza tenía que reseñar lo menos bueno. Ahora elijo lo que voy a ver. Y al cubrir Barcelona y Madrid (y en cuanto puedo, Londres), la excelencia prima sobre “las tardes de tormenta, los días aciagos y las noches lúgubres”, como dice usted, un tanto esproncedianamente. No creo que “baile el agua” a nadie ni que el tiempo haya “aguado mi tinta”. Creo que he aprendido a comentar lo que no me ha seducido de forma más respetuosa con los profesionales de este arte tan alto y tan difícil, pero sin dejar nunca de decir lo que pienso. No me parece mala cosa la gentileza. Le regalo “el veneno, el látigo y la bala”: prefiero el entusiasmo. Y le aseguro que la crítica sigue siendo una (feliz) obsesión y una “extraña forma de vida”. Como la literatura.

4seudonimo pseudonimo 06/07/2016 13:14

Estoy leyendo el ensayo de Lampedusa sobre Shakespeare es un libro muy breve y escrito para un lector concreto, me recuerda en eso al curso de filosofía de Gombrowicz y también en su forma sencilla de explicar. ¿Ha leído el libro de Lampedusa ?, por cierto los discos de Sean Levitt están en Spotify .

Hola, SP. No he leído el ensayo sobre Shakespeare del príncipe siciliano, ni sus dos tomos sobre literatura inglesa. Ya estoy tardando, pero los montones de libros por leer son infinitos. Leí, disfruté y te recomiendo su ensayo sobre Stendhal. De entre los incontables textos sobre Shakespeare te recomiendo también, entre los más recientes, “La calidad de la misericordia”, de Peter Brook (Pajarita de papel), la biografía crítica “El espejo de un hombre”, de Stephen Greenblatt (Debolsillo), el jugosísimo ensayo “El mundo, un escenario. Shakespeare, el guionista invisible”, de Jordi Balló y Xavier Pérez (Anagrama), y la nueva traducción y edición crítica de “El rey Lear” a cargo de Andreu Jaume (Penguin clásicos). Tengo ganas de escuchar a Sean Levitt pero no quiero asomarme al océano de Spotify por miedo a caerme dentro.

5Fans Total 06/07/2016 13:18

Otra cosa que me pica la curiosidad, maestro, ¿qué música o músicas está escuchando este comienzo de verano?

Hola de nuevo, FT. Curioso: el año pasado, por estas fechas, me dio por Traffic y Zombies. Estos días me he zambullido de nuevo en los primeros discos de Small Faces (del 66 a 68, desde “Small Faces” a “Ogdens’Nut Gone Flake”). Su mejor época, para mi gusto. Alegría, potencia, velocidad (o sea, puro espíritu mod). Hacía tiempo que no les escuchaba. Qué voz tan estupenda tenía Steve Marriott. Me gustan más los dos primeros discos, con su pasión por el Rythm & Blues. “Ogdens” pasa por ser una cumbre y posiblemente lo sea, pero la psicodelia siempre me ha fatigado un poco. ¿Qué más? Bill Evans, “Some Other Time” (The Lost Sessions from The Black Forest). Grabado en 1968 en Alemania, con Eddie Gómez y Jack DeJohnette. Me enteré de que había aparecido esa fenomenal exhumación por Carlos Galilea, en la sección de Cultura del diario: gracias. Y a estas alturas (nunca es tarde) he descubierto a un gigante del country, George Jones, al que solo conocía por las versiones de Costello (“Good Year for the Roses”, por ejemplo). Hermosas canciones y la mejor voz del género, según Johnny Cash (y Costello, y muchos otros). Tienen razón, aunque quien me sigue partiendo el corazón es Gram Parsons. Del señor Jones recomiendo la antología “50 Years of Hits”, que hace honor a su nombre y es muy completa. Tambien me gustan mucho sus discos de himnos religiosos. (De Parsons, ya puestos, recomiendo TODO. Sus discos con Byrds, con Flying Burrito, en solitario, y con Emmylou Harris).

6Antonia Iborra 06/07/2016 13:22

Buenos días, señor Ordóñez. Hace poco un lector le preguntaba por Edgar Neville. Yo lo he descubierto hace relativamente poco y me parece un personaje interesantísimo. ¿Qué opinión le merece a usted?

Gran tipo, Antonia. Me hubiera encantado conocerle. Y a Conchita Montes, claro. Ríos Carratalá escribió su biografía y la tituló “Una arrolladora simpatía” (Ariel): todos coinciden en que un encuentro con él te alegraba el día. Cuando murió, a los 67 años, Mingote le despidió con un dibujo en el que Neville llega al cielo y le pregunta a San Pedro: “¿Es verdad que aquí uno se ríe mucho?”. He escrito varias veces sobre él. En una columna decía: “Fue un privilegiado, y eso siempre suele fastidiar, pero hay privilegiados detestables y privilegiados ejemplares, que pisan a fondo el acelerador de la vida”. De su teatro me encanta “El baile”, uno de los clásicos de la comedia española. De su cine hay que ver ese singularísimo folletín de aventuras que fue “La torre de los siete jorobados”, la casi americana “La vida en un hilo” y las deliciosas estampas policiales de “Domingo de carnaval” y “El crimen de la calle Bordadores”. O su claustrofóbica adaptación de “Nada”, de Carmen Laforet. Era un señor de derechas (cosa normal, siendo conde) pero poco sumiso: recuerdo un artículo que “ABC” no le quiso publicar (y que descubrió Trapiello) donde afirmaba que el asesinato de Lorca seguía impune porque los criminales “gozaban de inconcebible inmunidad”. Busca sus “Obras selectas” (teatro, novela, cuentos, artículos y poesía) editadas por Biblioteca Nueva.

7Fernando Peñarroya 06/07/2016 13:32

Señor Ordóñez, ¿qué tal pinta la función del argentino Mariano Pensotti en el Grec? ¿Ha visto algo suyo?

No he visto nada de Pensotti, Miquel. Se me escapó varias veces. Estuvo en Madrid, en el Festival de Otoño de hará unos años, con “El pasado es un animal grotesco”; en Temporada Alta presentó “Cineastas” en 2013, y “Cuando vuelva a casa voy a ser otro” tuvo muy buena acogida en la pasada edición del festival de Avignon. Me interesan mucho los temas centrales de su teatro, por lo que he leído: el tiempo y la memoria, lo perdido y lo recuperado; los mitos familiares que construyen la identidad. El montaje que llega al Lliure/Grec es una urdimbre de historias interrelacionadas, que hacen pensar un poco en un Lepage argentino. El relato central: un militante revolucionario en los días de la dictadura militar entierra material comprometedor en el jardín de la casa paterna. Cuarenta años después lo recupera, pero entre sus cosas hay un objeto que no consigue identificar. La búsqueda de su significado detona los restantes episodios, protagonizados por un director de teatro que intenta volver a montar la obra con la que debutó, una mujer que se reinventa al cantar las canciones de su padre, y un político que sufre una irreversible mutación (bastante común en su gremio, por lo que parece). Tengo muchas ganas de ver este espectáculo. Atentos, solo tres funciones: del 25 al 27 de julio.

8Dolors Iborra 06/07/2016 13:37

Sr. Ordóñez, Michael Cimino murió la semana pasada. En su día me impactó “El cazador”. ¿Fue un director importante para usted?

Reconozco, Dolors, que “El cazador” era, en mi memoria, una estupenda película, y que la escena de la ruleta rusa era brutal, pero me llegó mucho más “La puerta del cielo”. En ninguna otra película americana se mostró tan clara la lucha de clases, la voracidad de los terratenientes y ganaderos, la formación de las grandes fortunas, la explotación salvaje (y las masacres) de la mano de obra emigrante. Y recuperaba el gran aliento lírico de algunos westerns de los setenta, con Peckinpah a la cabeza. Probablemente era excesiva, en todos los sentidos, pero todavía recuerdo escenas, frases, diálogos. El perfil de Isabelle Huppert, como el de Jeanne Moreau en “Monte Walsh”. La última frase de John Hurt antes de caer abatido por una bala: “Qué curioso: el año pasado, por estas fechas, yo estaba en París”. La escena final de Kristofferson en el yate, casi un homenaje a la de Pacino en el cierre de “El Padrino II”. La crítica neoyorquina la machacó hasta extremos inmisericordes, y los productores le pegaron más tajos que si fuera de Orson Welles. Si no la has visto, procura pillar la versión de 215 minutos. En aquellos años me gustó mucho un libro, “Final Cut”, de Steven Bach, sobre aquel rodaje que se pasó varios pueblos de presupuesto y contribuyó a la ruina de United Artists. Y perjudicó gravemente la carrera posterior de Cimino, que nunca volvió a hacer nada igual. No sé si se editó en castellano. Hará unos años se hizo un documental sobre el libro y el rodaje, “Final Cut: The Making and Unmaking of Heaven’s Gate”, de Michael Epstein, que puedes ver, por capítulos, en You Tube.

9Ignacio Galan 06/07/2016 13:40

Hola Marcos. ¿Alguna esperanza de que el 'nuevo gobierno' tenga alguna sensibilidad diferente hacia la cultura o el teatro, si entran en él miembros que no sean del PP? Quizá mi comentario sea sesgado pero creo que están haciendo tanto daño como el Franquismo

De momento aún no puede hablarse de “nuevo gobierno”, amigo Ignacio, pero desde luego ya conocemos sus mimbres: creo recordar que ninguno de los partidos que se presentaron a las recientes elecciones dijeron palabra sobre asuntos culturales o avanzaron sus planes, si es que los tienen. Y ahora mismo sería un buen momento para decir algo sobre los recientes cierres de la sala Kubik o el Teatro de la Guindalera en Madrid. Algo como que van a intentar echar una mano para que sigan en activo, por ejemplo. Es cierto que algunas veces se ha visto una línea cultural decente o al menos sensata en contraposición al desinterés de los mandatarios, o más allá de la ideología dominante. Ahora me viene a la cabeza, por ejemplo, el trabajo, hará unos años, de Alicia Moreno en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, bajo los mandatos de Gallardón y Ana Botella. Un trabajo no exento de enfrentamientos y dificultades, al parecer, pero que puso a Mario Gas al frente del Español, entre otros logros. Necesitamos gestores culturales con ojos y oídos bien abiertos, y mandatarios que les dejen las manos libres. Lo que no sé es si existen. Quiero pensar que sí.

10Miguel Ángel Herrero 06/07/2016 13:46

Saludos, Marcos. Quería saber cuál es tu opinión sobre el último disco de Manel. Me ha costado entrar en los temas en su primera escucha. Parece que hay un giro hacia algo más electrónico y por momentos me cuesta reconocer al Manel que conozco. Gracias por seguir ahí.

Hola, Miguel Ángel. Me gusta mucho el último disco de Manel. Me gustan los guitarrazos a lo primer Bowie que abren “Les cosines”, y el crescendo, y el misterio de esa historia que podía haber filmado Eustache o Desplechin. Me gusta esa fantástica mezcla de thriller y road-movie llamada “BBVA”. Me gusta que se arriesguen a jugar con el reggaetón, para escándalo de los puristas, en “La serotonina”, y que homenajeen a los Talking Heads de “77” en “Sabotatge”. Y la larga y ambigua tirada de “Jo competeixo”, en la línea de “Mort d’un poeta romàntic”, y esa voz narradora poco fiable (¿habla un diablo consagrado o un pobre diablo?). Creo que cada día escriben y componen mejor. Tengo muchas ganas de verles interpretando ese nuevo material (y las entregas anteriores) en el Grec, a finales de julio.

11Ignacio Galan 06/07/2016 13:52

Hola Marcos. Tengo una cierta angustia por no poder visionar tanto estreno teatral interesante. Los montajes teatrales son efímeros y los que vivimos en provincias debemos hacer una selección siempre incompleta. El cine, la literatura y la música los podemos recuperar, ver películas o leer libros, pero los montajes teatrales de cada compañía son siempre únicos e irrepetibles. El teatro es efímero. ¿Hay obras de teatro que se te hayan quedado pendientes?

Hola, Ignacio. Desde luego que los montajes teatrales son siempre efímeros, únicos e irrepetibles, y ahí está el detalle, como diría Cantinflas, pero a veces, cuando el mono aprieta, se pueden descubrir o recuperar filmados. Te recomiendo, por ejemplo, la gran labor que está haciendo el Centro de Documentación Teatral, que acaba de crear la Teatroteca, un sistema gratuito de préstamos de filmaciones en línea, donde puedes encontrar (via Internet, claro está) grabaciones de espectáculos recientísimos y con quince o veinte años a la espalda. Más de mil montajes: ahí es nada. Solo hay que darse de alta, te envían una contraseña, y puedes ver una función durante dos o tres semanas. También recomiendo mucho las sensacionales filmaciones de NT Live, de las que he hablado otras veces. Creo que se han ido viendo en cines de Barcelona, Madrid y Valencia. No sé si llegan a otras ciudades. Son funciones muy recientes y subtituladas. Valen mucho la pena. (Y no te preocupes por no poder ver tanto estreno teatral interesante, como dices: es imposible. De todos modos, convendría que las giras volvieran a avivarse después del bajonazo de la crisis. Y algo están remontando, me dicen).

12Coronel Sartoris 06/07/2016 13:56

Buenas tardes Marcos, hoy te quiero preguntar por dos grandes figuras de la cultura de las ultimas decadas: George Steiner de quien se acaba de publicar "Un largo sabado" (Conversaciones con Laure Adler) y el poeta, ensayista, traductor ... frances, recientemente fallecido, Yves Bonnefoy . Muchas gracias y un saludo.

Hola, Coronel. De George Steiner había leído “La idea de Europa” (a partir de cuyo texto, por cierto, el actor catalán Òscar Intente hizo un monólogo que lleva varios años girando y que representó a finales de junio en el jardín del Ateneu barcelonés) y estos días estos disfrutando enormemente con “Un largo sábado”, que descubrí por recomendación de Carlos Boyero en su chat. Precioso libro, de lectura obligatoria. Qué inteligencia, qué vivacidad, qué profundísimo humanismo. Y qué valientes son sus opiniones. Tengo ganas de leer su libro sobre “Antígona” y la selección de sus artículos aparecidos en el “New Yorker”. De Yves Bonnefoy solo he leído algunas de sus traducciones de Shakespeare cuando las veía en Avignon.

¡Las dos! ¡A comer!Durante el chat he escuchado 'Live at Village Vanguard' (1961) de Bill Evans. Ha guiado mis pasos Manolus Moralum, Oh Kalikatres sapientísimo, al que agradezco sobremanera su tutela. Caluroso abrazo para todos y todas. Hasta el próximo miércoles.