Leer (también) la escena
Un pequeño número de editoriales se centran en el texto teatral
El texto teatral es un artefacto literario particular, pues está pensado para pasar de las dos a las tres dimensiones. Así que muchos amantes de la escena suelen disfrutar con los actores y todo el dispositivo escénico y no en el formato original de tinta y papel. Pero el libro de teatro tiene un pequeño círculo de adeptos fieles, a los que alimentan un corto número de editoriales. Por ejemplo, Antígona, que ahora cumple 10 años. “Queremos recuperar el texto teatral, el gran olvidado de los géneros literarios, que ahora se revitaliza con nuevos autores”, indica su directora de proyectos, Conchita Piña.
Antígona trabaja pegada a la actualidad: publica muchos textos coincidiendo con el estreno de los montajes. En su catálogo figuran autores como Miguel del Arco, Alfredo Sanzol, Juan Carlos Rubio o el éxito del momento, La piedra oscura, de Alberto Conejero. “Es importante que los textos de nuestra época cristalicen en formato libro”, explica Piña.
¿Va bien el negocio? “Sobrevivimos siendo conscientes de la peculiaridad del sector”, responde la editora. “Si nos comparásemos con una gran editorial de narrativa, tendríamos que cerrar ahora mismo, pero cada año crecemos en interés, lectores y publicaciones”, añade. Otros sellos que editan teatro son Artez, Hiru, La Uña Rota o Fundamentos. De los textos más clásicos se suelen ocupar grandes firmas como Cátedra o Alianza.
Ensayos y manuales
Los ensayos y manuales sobre dramaturgia también tienen su público. Artez publica uno de los textos más solicitados desde hace años: El arte del actor en el siglo XX, de Borja Ruiz. “Son incesantes las ventas de libros de juegos teatrales, los que lleven en su título la palabra ‘Stanislavski’. Empiezan a tener importancia los buenos manuales de iluminación y por temporadas Peter Brook, Lecoq, Eugenio Barba, es decir, los imprescindibles”, precisa Carlos Gil, de dicha editorial.
Dentro del panorama de las librerías, Yorick, perteneciente al mismo grupo que Artez, se dedica a las artes escénicas. “A primera vista, parece que solo tenemos textos teatrales, pero los clientes comprueban la variedad: manuales de interpretación o técnica y ensayos teóricos, en disciplinas como teatro, danza, circo y hasta magia o narración oral”, apuntan sus responsables.Y si ya es difícil abrirse camino en la publicación de poesía, el punto fuerte de Bartleby Editores, este sello inició en 2013 una nueva colección de teatro titulada Max, no te pongas estupendo. “Cuando decimos que nos gusta el teatro y que hay que apoyarlo, también deberíamos referirnos a apoyar el libro teatral”, dice su directora, Esther Santos. “Mucha gente identifica el texto teatral con el teatro clásico, que tiene todo el interés, pero puede resultar dificultoso. Los libros que se escriben ahora son accesibles para todos y deberían interesar, incluso, a los ajenos al mundillo”, remata.
Babelia
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