Apoteosis de Andy Cartagena en el cierre de la feria de Hogueras

Se cerró, con la corrida de rejoneo, una histórica Feria de Hogueras con récord de espectadores y cinco llenos en cinco tardes de abono. Esta última la abrió Andy Cartagena, que encontró de primeras un toro muy bravo, incansable, que soportó la exigente lidia a la que fue sometido. Cartagena brilló en todos los terrenos, con la colaboración de tan extraordinario toro. Sobre todo, en banderillas, aunque hubiera en el conjunto una pasada en falso. Con las cortas, tres, y las tres al violín subió todavía más el tono de la faena. Un rejonazo, certero, aunque trasero, bastó para entregar a las mulillas tan bravo animal.

Un espectáculo en el cuarto. Se juntaron el temple del toro con el que impuso el propio Cartagena en la lidia. Dejó llegar mucho al astado, y por dos veces rozó con peligro la cabalgadura. Todo se decantó en banderillas. Delirio en la plaza. Cabriolas y todo tipo de alardes en los cites, provocaron el entusiasmo. Un par a dos manos, bueno de ejecución, aunque solo quedara un palo prendido. Y la rosa final. Llegó el rejón de muerte, certero, que dejó al toro sin puntilla. Apoteosis.

Muy desigual Manuel Manzanares con el buen segundo. Abusó de las banderillas, de las largas y cortas, con errores muy primarios. El de Bohórquez se le rindió, pero el alicantino, a pesar del acierto al matar, no estuvo a la altura de las circunstancias.

Mejoró algo en el quinto, otro excelente toro. Al fallido intento de la primera y única farpa, siguió una lidia de mucho ajetreo con las monturas. Lo mejor llegó con las banderillas cortas, a lomos de Chapeau, con las que estuvo más acertado. El rejón de muerte cayó muy trasero, pero no importó, el paisanaje lo premio con generosidad.

Distraído y sin entrega fue el tercero. Lea Vicens dominó la monta, pero a la hora de clavar anduvo irregular. Utilizó en banderillas a Bético y Desafío, con los que tuvo que insistir para que el toro aceptara la propuesta. Al final, con el de Bohórquez hecho un marmolillo, pinchó antes de descabellar pie a tierra.

Un toro grandón cerró la tarde y la feria. De buen juego hasta que se desgració una pata, ya en banderillas. Vicens brilló más montando a Bazuka, mientras que con Gacela la cosa anduvo menos fina, sobre todo al clavar. Certera al matar, también obtuvo premio.