Narradores invisibles
'Despues de Mao' es una antología de autores chinos poco conocidos, algo que es siempre un acto valiente
La publicación de una antología de autores chinos poco conocidos es siempre un acto valiente. Aún más si se presentan textos que requieren de un lector predispuesto a introducirse en experiencias y escrituras muy diversas. Esta antología recoge relatos breves de 10 escritores nacidos entre 1961 y 1977. Da la impresión de integrar generaciones similares, cuando en realidad los autores vivieron lances totalmente dispares: la violencia y el caos de la Gran Revolución Cultural Proletaria —década de 1966 a 1976 según la cronología oficial china— o la progresiva apertura y desarrollo económico, con las reformas iniciadas a partir de 1978.
La selección y traducción realizada por Miguel Ángel Petrecca incluye historias de momentos distintos y sensibilidades desiguales. Por eso, más que literatura actual, se podría haber subtitulado narrativa china contemporánea. Algunas obras vieron la luz en los años noventa, un periodo de apertura que, sin embargo, continuaba atando las letras a la política y mantenía muy presente la exaltación de una ética de la responsabilidad social. Otras fueron publicadas más tarde y retratan a quienes no han podido beneficiarse de la bonanza, semblanzas de encuentros juveniles, de fracasos o búsquedas personales. En conjunto, a mi entender, esta antología no muestra el enorme dinamismo y la creatividad de la literatura china contemporánea. Dicho lo cual, destacaría el relato de Hang Dong (1961) Interior con paisaje. Escrito en 1993, es un interesante acercamiento al descarnado crecimiento urbano y la agresión que ha supuesto para la vida cotidiana de la gente común. También resalta la obra datada en 2012 de la autora Sheng Keyi (1973), El pescador dice, un retrato de enorme lirismo sobre la dureza del mundo rural.
La novela o relato breve, centrado en la figura de un protagonista y la exploración psicológica sobre sus deseos y emociones, aparece en China hace un centenar de años, por influencia de obras extranjeras. La narrativa clásica china se ocupaba más de las interrelaciones sociales y el uso indirecto del discurso, con un enorme despliegue de recursos literarios, muchos de los cuales se pierden en la traducción a otras lenguas. Por ello resulta paradójico que los escritores chinos contemporáneos, forjados a partir de la herencia propia, pero sobre todo del contacto con las tradiciones literarias de Europa y América, nos sigan resultando hoy tan invisibles. Desafortunadamente, esta antología no va a modificar esa realidad. Necesitamos nuevos corajes para ir más allá.
Después de Mao. Narrativa china actual. Varios autores. Traducción y selección de Miguel Ángel Petrecca. Adriana Hidalgo. Buenos Aires, 2015. 302 páginas. 18 euros
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