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Sidecars: “Hacemos más rock que nunca, pero más maduro”

El trío presenta 'Contra las cuerdas' en Los Matinales de EL PAÍS, con un acústico trabajado, temas nuevos y colaboraciones sorpresa

El grupo Sidecars, fotografiados en Madrid hace unas semanas.
El grupo Sidecars, fotografiados en Madrid hace unas semanas.Carlos Rosillo

Muhammad Ali tenía 32 años, su picadura seguía mejor que la de cualquier abeja pero ya no flotaba como una mariposa. Disputaba el combate de su vida contra un George Foreman imparable a sus 25 insultantes primaveras. Lo que no podían hacer las piernas ni los brazos lo logró la experiencia. Ali se sacó de la manga la técnica del rope-a-dope: utilizar las cuerdas del ring como apoyo para amortiguar los golpes del contrario. Venció por madurez en Kinshasha, y le dio un nuevo significado a lo que es estar Contra las cuerdas. Ese es el término pugilístico con el que Sidecars titula su nuevo álbum, un directo en formato acústico donde exhiben trabajo y tablas al cumplir diez años como banda: “Haber sobrevivido en esta industria ya es un logro”, proclama el trío madrileño, que presentará su último disco en Los Matinales de EL PAÍS el próximo 24 de abril en el Teatro Nuevo Apolo. Las entradas para este concierto se agotaron en pocos días, así que han anunciado una nueva cita el 24 de junio en La Riviera, en Madrid.

Será la primera vez que Juancho (guitarra y voz), Gerbass (bajo) y Ruly (batería) ofrezcan un concierto completo por la mañana. “Somos criaturas de la noche”, asegura el bajista, que sin embargo ve como algo positivo tocar a mediodía: “Es raro, pero también es la hora a la que ensayamos. Estás más descansado [a un bolo normal llegan después de las suficientes horas de viaje en furgoneta como para que lo note hasta el más rockero] y además el público recibe el concierto de una manera más directa”. Juancho, que también ejerce de voz cantante en las entrevistas, recuerda el mimo que puso Iván Ferreiro, que abrió Los Matinales en enero: “Nos dijo que se percibía un clima muy especial en todos los sentidos. Además al ser en un teatro hay más silencio, están todos sentados y se viene más a escuchar”.

La hora y el escenario no podrían venirle más al pelo al formato que va a desplegar Sidecars, que solo tiene programadas cuatro fechas en las que disfrutar de su sonido en acústico. “Un directo así exige mucha infraestructura, mover más músicos y más material”, confiesa Juancho. No es un desenchufado con dos guitarras y percusión. Y eso se nota. El cambio de sonido da, en palabras de Ruly, “una segunda vida a las canciones”. 'Cremalleras' gana épica con el piano. Mundo frágil es todavía más sincera cuanto más se desnuda. Los coros y la instrumentación dan un cierto toque argentino, que se nota especialmente en La tormenta, uno de los tres temas nuevos. Juancho cree que se puede ver más la influencia de Los Rodríguez. Gerbass tiene otra teoría: “Grabamos con tres músicos argentinos y eso se nota en el sonido, pero sobre todo en que sesean”.

Contra las cuerdas cuenta con colaboraciones estelares en cinco de sus temas. La energía de M-Clan, el pellizco de Iván Ferreiro o la complicidad con Leiva (hermano de Juancho) suman matices. Llevarán invitados al concierto de Los Matinales, pero evitan estropear la sorpresa: “Pueden ser los que están en el disco u otros”, desliza el cantante. El legendario productor británico Nigel Walker ayudó con el cambio de registro. En su segunda colaboración con él ya se han sentido “como en familia”. Moverse al sonido acústico ha sido “un curro muy duro” para los Sidecars, que han tenido que adaptarse a otro compás y otro uso de sus instrumentos, un esfuerzo incluso físico para Ruly, que tenía que tocar la batería casi sin apoyar los talones, haciendo un ejercicio de “contención”.

El cambio de sonido es un “impasse” que Gerbass define como “la guinda del pastel, el diploma tras estos 10 años”. Un merecido descanso para evitar meterse en el eterno bucle del disco de estudio con gira posterior. Volverán a grabar pronto siguiendo la línea de sus anteriores trabajos: “Estamos en nuestro mejor momento. Hacemos más rock que nunca, pero más maduro”, explica Juancho. Tras una década sobre el ring musical, los Sidecars no se ven muy distintos al grupo que salió del vivero de la Alameda de Osuna (“el Seattle madrileño”, reivindican entre risas sobre el lugar que vio nacer a Buenas Noches Rose, Le Punk o Pereza). Ruly resume: “seguimos siendo tres amigos del barrio”.

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