La autobiografía de una biografía
En el libro del periodista Miguel Ángel Gozalo 'Antonio Fontán, un liberal en la transición', insuperablemente bien escrito, se funden todos los géneros y algunos más que no conozco
En el libro del periodista Miguel Ángel Gozalo Antonio Fontán, un liberal en la transición, insuperablemente bien escrito, se funden todos los géneros y algunos más que no conozco, hasta construir un valiosísimo espécimen que solo puedo tratar de definir por acumulación.
Es un túnel del tiempo que va desde los estertores del franquismo, tiene la Transición como deus ex machina y llega casi hasta nuestros días, con una impagable visitación de autores, amigos, periodistas que un día fueron y otros siguen siendo; es una historia de Antonio Fontán, latinista y profesional del periodismo, y su época que es, sobre todo, la del tránsito entre un periodismo bajo la dictadura, al que el autor, generoso u olvidadizo, no encuentra problemas, y la libertad de expresión que estalló con los años ochenta; es la autobiografía de una biografía o cómo se escribe el apunte de un personaje y su época, en el que está casi tan presente, entrando y saliendo de sus propias páginas, el autor como su biografiado; es un Antonio Fontán par lui même, por los extensos pasajes en que Miguel Ángel Gozalo se hace discretamente a un lado para darle la palabra al católico a machamartillo que nos ocupa; el texto es también, en lo puramente periodístico, una excelente crónica literaria, o reportaje vívido y vivido, cuando el autor habla de primera mano.
Y, reunido todo ello, es un libro ni corto ni largo, sino ancho porque en él parece caber transversalmente todo lo anterior y lo que se me escapa.
Aunque el autor atribuye a Fontán nada menos que haber parido o urdido o planeado la idea de la Transición, el personaje es solo la pieza central de un gran bodegón, protagonista, sí, pero como parte de un coro a la manera de una de esas historias del cine de Berlanga.
La discreción, el señorío, el sentimiento democrático, cuidadosamente empapelado en una época que no lo habría consentido, y cualidades todas con las que retrata el periodista a Antonio Fontán, son como corrientes de aire que recorren el libro sin posarse definitivamente en ninguna parte. Las transiciones son así, imposible de determinar dónde empiezan y aún menos dónde acaban, lo que puede explicar que haya voces críticas de aquel enjuto prodigio que nieguen hoy que ni siquiera haya terminado.
Y, por último, me parece esta estupenda lectura un esbozo de otras muchas que verán o no la luz un día. No sé cuánto Fontán queda en el tintero, pero seguro que la historia inmediata del periodismo español hallaría a un narrador de excepción en Miguel Ángel Gozalo.
Antonio Fontán, un liberal en la Transición. Miguel Ángel Gozalo. Almuzara. Córdoba, 2015. 283 páginas. 24,95 euros
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