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Las cajas compartimentadas de la comedia española

Andreu Buenafuente y Berto Romero se estrenan como pareja cinematográfica con 'El pregón'

Gregorio Belinchón
Andreu Buenafuente y Berto Romero, en la redacción de EL PAÍS.
Andreu Buenafuente y Berto Romero, en la redacción de EL PAÍS.uly martin

A Andreu Buenafuente (Reus, 1965) y a Berto Romero (Cardona, 1974) les une la "afinidad". "De verdad. Primero sentimos una afinidad artística, luego personal... y hace un par de años metimos la directa con la idea de hacer ya ya la película. Buscamos ese guion", cuenta Buenafuente. A su lado, Romero sonríe. Han sido muchos años de programas de televisión, radio y de amistad. Cumplen casi escrupulosamente los mandamientos de los viejos matrimonios. Interrumpe al su compañero: "Siento decirte que empezamos mucho antes, desde antes de Tres bodas de más. Es cierto que Andreu siempre soltaba eso de hacer cine con los compañeros. Y yo iba encarriladete, de peli en peli, y le empujé a que diera el salto conmigo. Así que sí, el proyecto nace de nosotros, que encargamos el punto de partida a los escritores de Tres bodas de más, ellos arrancan, se retiran... y entra David Serrano, que nos propone El pregón. Si te vale como resumen, nos lo hemos encontrado y a la vez hemos propiciado que nos lo encontremos".

"Hacer risas"

A estas altura de su vida artística, Berto Romero busca objetivos claros. "Con eso me refiero a que, por ejemplo, con El pregón solo queríamos que el público se echara risas del principio al final. Me daba miedo hacer algo muy pretencioso, la gran comedia donde expresáramos todo lo que nos gusta, los directores que nos influyen y homenajear a los cómicos que adoramos, y quedara...". "Un pastiche", interrumpe Buenafuente. "Eso, un churro. Estamos aprendiendo, seamos honestos con nosotros y con el espectador". ¿Y Buenafuente? "Yo busco esa honestidad, retos artísticos... y ahora además, con el nuevo programa de televisión, disfruto de las mañanas".

Buenafuente y Romero son estrellas. No hay más que caminar a su lado, ver la reacción de la gente, la avalancha de peticiones de selfies para corroborar que el público conecta con ellos. La productora El Terrat, de la que Buenafuente es cabeza visible, llegó a elegir a Dani de la Orden, el director de El pregón, con la aquiescencia de la otra productora, Atresmedia. "Ya habíamos trabajado con él, sabíamos que tenia que haber un director que supiera sacar el lado humano de los personajes", cuenta Romero, que prosigue: "La comedia está en la base del guion, la química de la pareja yo creo que está ya chequeada y faltaba la dimensión real de la historia. Y creo que la jugada ha salido bien".

Luego llegó el rodaje, y Buenafuente asegura que intervinieron lo menos posible. "Llevo ya un historial de noches sacando adelante mi material... Décadas de intervencionismo. No sabes lo que me apetecía que llevara el carro otro. No hemos sido nada pesados. Acallé la bestia cómica que escondo". A su lado, apostilla Romero: "Si te gustamos en la tele, vente a verla. Pero no busques el programa de la tele en la película. De eso no hay nada. Creo que funcionamos perfectamente como pareja cómica en pantalla y nos enfrentamos a personajes que en nada son como nosotros". Es decir, dos hermanos que hace un par de décadas formaron un exitoso dúo de tecnopop. Como buen grupo acabaron sin hablarse y solo la necesidad de dinero les reúne años después para dar el pregón de las fiestas de su pueblo de la infancia. 

La pareja funciona como cajas compartimentadas. "Y nos gusta que sea así". Es decir, hay un Buenafuente y un Romero en el cine, otra pareja para la radio y una tercera para la televisión. Buenafuente: "Si no, estaríamos en una continuidad muy poco emocionante. En cada medio hemos creado un formato. En televisión se ha radicalizado aún más porque me he quedado solo. En cine yo iba con la libreta en blanco [más allá de sus cameos en los Torrente y otras pequeñas aportaciones], los personajes nos pedían cosas muy distintas...". Pero Esteso y Pajares siempre fueron Esteso y Pajares, estuvieran donde estuvieran. "Nosotros no lo entendemos así", interrumpe Romero. "Es que hasta la misma dinámica técnica nos lo impide. En la radio improvisamos todo el rato. Tiene una magia, es maravilloso. Pero en el cine están pactadas hasta las respiraciones. Por muy buena química que tengas con tu pareja, el gag no funcionará porque sí, ya que la película nace en el montaje".

¿El pregón fue la idea original? "Hasta nos planteamos si hacer una película como continuación del programa de televisión, literalmente que arrancara al acabar el programa. Y nos bajamos rápidamente de ahí para montarnos en un caballo desconocido, que a saber dónde nos llevará", remata poético Buenafuente. "Es que yo ya sé hacer el Buenafuente, y me sale bien. Creo".

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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