“Fenece un don Juan que no lo ha sido”

El miércoles 6 de abril de 1910, José Ortega y Gasset, un joven profesor de Filosofía de la Escuela Superior del Magisterio —unos meses después conseguirá la cátedra de Metafísica de la Universidad Central—, le anuncia a don Francisco Giner de los Ríos que al día siguiente se casa, así que "fenece... la posibilidad de un Don Juan que no lo ha sido". Ironiza Ortega con este comentario, aunque no falta a la verdad porque llevaba muchos años de relación con Rosa Spottorno Topete, plenamente enamorado. Se acompañaron toda la vida.

Don Francisco Giner era para Ortega el manantial de agua fresca del que bebía el pensamiento español contemporáneo, "la fuente", como dijo con ocasión de su fallecimiento en 1915.

En esta carta, podemos apreciar la intimidad con que estos dos grandes intelectuales se trataron y cómo mantuvieron una relación estrecha, que era de admiración mutua, de respeto y de cariño, por utilizar las propias palabras con las que Ortega se despide del maestro en esta epístola. En ella, le anuncia también la visita del compositor onubense Pedro García Morales, que le había recomendado Ramiro de Maeztu, quien había coincidido con él en Londres. Ortega le pone en contacto con Giner para que puedan impulsar escuelas de música. A todos ellos les movía una gran vocación pedagógica por formar espiritualmente a las nuevas generaciones españolas.

Javier Zamora es director del Centro de Estudios Orteguianos de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón