La banda sonora de las charlas con Bertín

Una versión de Imagine de John Lennon interpretada por el cantante de folk rock Jack Johnson para una entrevista a Jesulín de Ubrique. Roxanne de The Police para Pablo Motos. Con Los Morancos suena de fondo Walk on the Wild Side, de Lou Reed, mientras que a Mariló Montero le acompaña una versión acústica de Without You, de David Guetta, interpretada por Boyce Avenue. Coldplay, David Lanz, los Beatles... Una amplísima lista de intérpretes componen la selección musical del programa de La 1 En la tuya o en la mía, que presenta Bertín Osborne.

Tal ha sido la repercusión desde la primera emisión —es uno de los aspectos del espacio más alabados en las redes sociales— que desde la segunda entrega decidieron reunir las canciones utilizadas para acompañar cada entrevista en listas de reproducción de Spotify. Así se daba respuesta a los espectadores que preguntaban cuál era esa versión que sonaba de fondo de un tema de, por ejemplo, el grupo U2.

"El director me dijo que quería una música suave para el programa, porque quería planos lentos, para todos los públicos, que no fuera exigente al espectador", explica Seli Martínez, realizador de En la tuya o en la mía y encargado de la selección musical. "Yo quería que mi hermana mayor, que bailaba en las discotecas en los ochenta con música de Madonna, cuando viera el programa le gustara. Pero claro, no puedes poner a Madonna porque rompía la cadencia del programa. Entonces descubrí los cover [versiones de canciones], que muchas veces son mejores que los originales".

Sevillano ("de Triana, como el resto del equipo"), músico en su juventud, es muy consciente de la importancia de los temas musicales en los programas televisivos y no comprende cuál es el motivo por el que "no se le da importancia en la televisión nacional". Por eso le ha llamado la atención la repercusión a este respecto del programa que presenta Bertín Osborne. Ejemplo de ese interés es que las versiones y temas originales que selecciona se suelen colar entre los más buscados en la aplicación Shazam, que precisa el autor y el nombre de la canción que está sonando con solo escuchar unos acordes. "Me gusta meter temas que a la gente le suenen. También es una selección muy personal, me gusta ese estilo", añade.

Para elegir la música de cada programa, Martínez dedica un par de días en buscar temas en sus ratos libres, eligiendo y desechando, cambiando canciones, descartando elecciones anteriores... El tema que suena al final de cada programa, The Echo & The Shadow, del grupo The Well Pennies, por ejemplo, lo escuchó por la radio. "Son un grupo de Los Ángeles y han llamado diciendo que qué pasa en España que están recibiendo un montón de reproducciones desde aquí, están flipando", cuenta como muestra de la repercusión de algunas de sus elecciones.

En vista del éxito que tiene la banda sonora de En la tuya o en la mía, no es extraño que algunos artistas ya hayan pedido ser incluidos en esa selección semanal. "De hecho, Bertín está detrás de mí para que meta sus canciones. El otro día metí una suya, un My Way que tiene en un disco de versiones americanas", relata. Pero la selección la hace con cuidado y no todos los temas ni todos los artistas son aptos para el programa. "Normalmente en un disco de un grupo o solista, bueno, bueno hay un tema o dos. Desde Coldplay hasta El Barrio", apostilla.

A la hora de seleccionar, no se fija en el entrevistado de turno para elegir canciones que vayan acorde con él. Su objetivo es mantener una línea común a todos los programas. "Con Los Morancos lo fácil habría sido tirar por flamenco, pero no. Está muy bien ver a Los Morancos y escuchar una versión de John Lennon. Busco mucho los contrastes pero que al final todo cuadre", explica el realizador, que cuenta en su currículum con programas como El cirujano, en Cuatro, Inocente, inocente en Telecinco o incluso el primer Gran Hermano.

Martínez también habla del complicado arte de elegir "los colchones", la música de fondo que acompaña las palabras de Osborne y su invitado. "Sobre todo para cosas de humor son muy complicados, porque el chiste no se puede musicalizar, o es chiste o no es chiste. Si metes una música estridente, te comes el chiste. Si es floja, estorba. Y a veces si no pones música, el chiste no funciona". Una complicada labor de la que, en la mayoría de los casos, pasa desapercibida a los ojos (los oídos, más bien) del espectador.