Miguel Ángel Perera abandona la UCI
Pablo Aguado mejora de su cornada en el gemelo izquierdo y Manzanares fue dado de alta
El diestro Miguel Ángel Perera, que el martes sufrió dos gravísimas cornadas en el abdomen en Salamanca, ha abandonado la UCI de la clínica de la Santísima de Trinidad de la capital salmantina, para pasar a una habitación de planta del mismo centro hospitalario, aunque en un régimen exento de visitas.
Así lo ha confirmado el cirujano jefe de la plaza de toros de Salamanca, el doctor Luis Ortega, quien asegura que el hecho de que Perera haya podido salir de la UCI tan sólo 48 horas después de una las cornadas más graves de la temporada, es ‘casi un milagro’.
No obstante, que el torero esté descansando ya en una habitación de planta no significa ‘que haya que bajar aún la guardia’, motivo por el que tanto él como los médicos que le atienden hayan decidido restringir las visitas únicamente ‘a su familia y apoderado’, han señalado fuentes de su entorno.
La evolución, no obstante, sigue siendo estable, no ha aparecido fiebre que denote la posibilidad de alguna infección en la herida, y su estado de ánimo es bueno y, aunque aún es muy pronto para vaticinar con precisión los plazos de recuperación, los médicos auguran que en 20 días podría estar ejercitándose y en un mes tentando.
Perera sufrió el martes una espeluznante cornada por el tercer toro de la corrida de la Feria de Salamanca, que le prendió de lleno junto a las tablas a la altura del bajo vientre cuando lo recibía de rodillas con el capote.
El parte tras la cornada señalaba que el torero había sufrido dos cornadas en el abdomen, con disección de la arteria ilíaca y desgarro de los músculos oblicuo mayor, oblicuo menor y transverso, de pronóstico muy grave.
Pablo Aguado, sin fiebre y en buen estado
El novillero sevillano Pablo Aguado no tiene fiebre y se encuentra en buen estado dentro de la gravedad de la cornada que sufrió el pasado miércoles en la localidad madrileña de Cadalso de los Vidrios.
El espada sevillano, que se encuentra ingresado en el hospital Rey Juan Carlos I de Móstoles, fue operado por el doctor Enrique Crespo de una herida ‘en la cara interna de la pierna izquierda con hemorragia venosa y dos trayectorias; una, hacia fuera que llega a la tibia de unos 15 centímetros que provoca desgarros musculares y de consideración al gemelo interno y tibia anterior con arrancamiento de colaterales de la vena safena interna. Otro trayecto hacia el hueco poplíteo de unos 20 centímetros entre los tendones del gemelo interno y tibial anterior’.
Su apoderado, Luis Lelong ‘Luisito’ ha señalado al portal Aplausos que ‘el torero se encuentra animado, pero fastidiado porque es una zona muy molesta’. ‘La cornada ha sido demasiado grave’ continuó; ‘el novillo le rebañó el gemelo en un pase de pecho, cayó y se levantó como si nada. Pensamos que tendría un puntazo porque la cogida no fue aparatosa. Al entrar en la enfermería, el doctor Crespo nos dijo que era más grave, que tenía el gemelo partido en dos y un destrozo muscular muy importante’.
Si se cumplen los plazos previstos por los médicos, el torero no podrá cumplir los compromisos que tiene firmados para lo que queda de temporada.
Por su parte, José María Manzanares abandonó ayer la clínica Santa Cristina de Albacete, donde se han descartado posibles daños tras el fuerte golpe que recibió en la cabeza y en el cuello el pasado miércoles a raíz de una espectacular voltereta en la plaza de la capital manchega.
El torero, al que se le diagnosticó traumatismo craneoencefálico y contusión cervical, fue cogido por el sexto toro de El Pilar cuando intentaba descabellarlo. El animal lo lanzó por los aires, y al caer recibió un fuerte impacto en la cabeza y en el cuello, y perdió por unos minutos la consciencia.
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