Más emoción en el tendido que en el ruedo
La ilusión de los aficionados y la emoción por recuperar la fiesta en San Sebastián quedó en eso por la escasa fuerza de los astados
La ilusión de los aficionados y la emoción por recuperar la fiesta en Illumbe en medio del ambiente enrarecido que viven actualmente los toros no se trasladaron al ruedo. La poca fuerza de los astados de Torrestrella deslució la labor de los espadas, que siempre debieron medir mucho su pelea con toreo de mano alta y escaso poder.
Tan solo Alberto López Simón, que sustituyó al cogido Paquirri, firmó lances de peso. Siempre basado en la quietud y en la ligazón el madrileño despertó a los tendidos en el tercero y arrancó las ovaciones más fuertes en el que cerró la tarde. Sólo su fallo a espadas le privó de triunfar en su estreno en esta plaza.
Torrestrella/ Ponce, Manzanares, Simón
Seis toros de Torrestrella, justos de presentación y con poca fuerza. Enrique Ponce,estocada que escupe y estocada caída (saludos), estocada desprendida y dos descabellos (oreja).
José Mari Manzanares, estocada desprendida (saludos tras petición) y media (silencio).
Alberto López Simón, media y cuatro descabellos (saludos) y metisaca, pinchazo, estocada y descabello (saludos tras aviso).
En el segundo, saludaron los banderilleros Curro Javier y Luis Blázquez.
Enrique Ponce cortó la única oreja de la tarde, debido a dos poncinas que arrebataron a un público de fácil entrega. Su labor fue más estética que profunda.
Manzanares vivió una tarde más gris. Puso deseo, como dejó claro al recibir a su primero con un farol de rodillas, pero se mostró incapaz de dominar a un torito que le llegó a voltear en dos ocasiones; estuvo desbordado. En el quinto tampoco dijo nada con un toreo despegado.
Babelia
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