“Me hace mucha gracia eso de la edad de oro de la tele”

Jeffrey Tambor (1944, San Francisco) se sienta delante de un gran plato de patatas fritas y lo primero que hace es ofrecerle una al periodista: “Es para ver si así te caigo mejor” dice el actor. Tambor es un mito de la televisión, y —por una vez— el adjetivo no es gratuito. Ha aparecido en Los Roper, en La ley de los Ángeles, en Canción triste de Hill Street y en "Max Headroom, que siempre os olvidáis de ella” reclama el intérprete. Tras cuarenta años de carrera, el californiano ha entrado ahora de golpe y porrazo en los corazones de una nueva generación de aficionados a la tele con Transparent.

“Cállate y llámales”

En esta serie de Amazon (que se puede ver en España bajo demanda en Movistar +), con ecos de A dos metros bajo tierra y una sensibilidad alabada por la crítica de medio mundo, Tambor da vida a un padre de familia que decide comunicar a sus hijos que es transexual. Éstos, seres ya de por sí atormentados, reaccionan a la noticia de modos distintos pero singulares en cualquier caso: “Me enamoré de Maura [el nombre de su personaje en la serie] desde el primer momento. Cuando recibí el guion, leí las diez primeras páginas, llamé a mi agente y le dije que sí, que quería hacerlo. Él me dijo ¿pero no te lo quieres pensar un poco más?" y yo le contesté: cállate y llámales ya (risas)”.

“Creo que es una serie donde hay muchos silencios, muchas pausas, donde el espectador puede respirar. ¿Sonrisa congelada? Sí, está claro que tiene un punto de tragicomedia que ayuda a digerir todo lo que contamos, que no es sencillo” cuenta Tambor, que visitó Múnich para contar a algunos periodistas por qué Maura es el papel de su vida (“el más personal, probablemente”) y que ni siquiera ha tenido que buscar referentes: “No funciono así, no me he puesto a mirar películas antiguas ni a fijarme en actrices, simplemente he buscado cuál era mi conexión con el personaje y lo encontré desde el principio: Maura es maravillosa, un ser humano inmenso, no me costó nada identificarme con ella y con sus dificultades, con la intolerancia que la rodea. Creo que es algo con lo que todos podemos coincidir: esa soledad que nos envuelve, la que escoges y la que te escoge” cuenta el actor.

Transparent es —por el momento— uno de los experimentos más exitosos de Amazon en el sector del espectáculo (con la creación de Amazon Studios o el anuncio hace unos meses de que ha contratado a Woody Allen para hacer una nueva serie). De hecho, antes de estrenar la segunda temporada de Transparent, Amazon ya ha renovado la serie para una tercera entrega. “Es un placer trabajar con ellos. Creo que es una señal de la importancia que ha adquirido el medio en los últimos años y que ha atraído a personas que en principio jamás hubieran trabajado en televisión hace un par de décadas. Me hace mucha gracia eso de la edad de oro de la tele que dicen algunos: como si no hubiera existido Steven Bochco o Canción triste de Hill Street o no lleváramos décadas haciendo cosas maravillosas. Es verdad que ahora parece que todo el mundo habla de ello pero siempre ha habido series increíbles”, puntualiza el estadounidense, probablemente uno de los actores más afables de una profesión con toneladas de divismo.