Treinta años rapeando
El Langui, MC Randy, Rayden e Invert reflexionan sobre el impacto del 'hip hop' español con motivo del documental ‘Dos platos y un micrófono’
Cuando el rap nació en España, allá por 1985, con un concurso de breakdance en el programa Tocata de TVE, muchos pensaron que era una moda musical pasajera, hasta que ese estilo artístico, surgido una más de década antes en Estados Unidos, penetró en los márgenes sociales creando todo un movimiento cultural. “Se ha instaurado y al final es una cultura más y muy activa dentro del panorama español”, asegura MC Randy, quien estaba detrás en 1989 del crucial éxito ¡Hey, pijo!, que dio alas a un género que estaba dando sus primeros pasos en pleno auge del pop español tras el éxito de la movida madrileña.
Han pasado tres décadas de ese simbólico pistoletazo de salida y el rap español está de aniversario. Por eso, el documental Dos platos y un micrófono -un guiño a lo único que hace falta para rapear-, dirigido por Rafa de los Arcos, analiza su evolución y reflexiona sobre su impacto cultural. “Es una cultura muy asentada en una capa de la sociedad pero tal vez lo más hiriente, el único pero, es que no tiene tanta visibilidad”, dice Arcos. “Es curioso ver por ejemplo las televisiones que les gusta cerrar sus informativos con el Festival de Benicàssim o el Arenal pero no lo hacen con festivales de rap a los que acuden también miles de personas. Lo primero es más digerible para ellos”, añade.
Cuatro rimadores que cantan alto y sonante
El Langui. Se dio a conocer con La Excepción en 2002, con los que llegó a audiencias más masivas de lo normal para el rap español. Se hizo famoso en 2008 cuando ganó los Goyas al mejor actor revelación y la mejor canción en la película El trunco del manco.
Mc Randy. Junto a DJ Ronco, estuvo detrás del éxito ¡Hey, pijo! en 1989, que sirvió para que el rap se abriese camino en España. Es uno de los grandes pioneros del género.
Rayden. Campeón mundial de la Red Bull Batallas de Gallos en 2006, es uno de los mejores improvisadores españoles en la actualidad.
Invert. El último gran (rimador) nacional tras ganar el último campeonato el año pasado. Había aspirado a este galardón cuatro veces.
Dos platos y un micrófono, rodado durante 2014, reúne a las figuras más destacas del hip hop español en estos 30 años, como La Mala Rodríguez, SFDK o El Chojín, que reflexionan sobre sus cambios desde la publicación de Madrid Hip Hop en 1989 hasta el estado actual del género. Al estreno, en la cineteca de Matadero Madrid, acuden algunas de estas figuras, que también salen en la película, como MC Randy, El Langui, Rayden o Invert, ganador de la última Red Bull Batalla de los Gallos, la competición en la que los MCs (rimadores) pelean entre sí en duelos de rimas improvisadas, que el próximo 18 de julio celebrará en Alicante otra nueva final española. En conversación con EL PAÍS, inciden en la cuestión planteada por el director del documental.
“Creo que debería tener más altavoz del que tiene. Los festivales están petados pero en los medios, como la televisión y la radio, no tiene el hueco que debería tener”, señala MC Randy. El Langui, que ganó en 2008 un Goya a la mejor canción original en El truco del manco y en 2002 introdujo un humor muy agradecido en el rap español dentro de la banda La Excepción, considera, en cambio, que las cosas están cambiando al respecto. “Cada vez se hacen más eco los medios. En Latinoamérica, se fijan en el rap español como nosotros nos fijamos en el estadounidense”, apunta. Invert cree que el mayor problema del género es una cuestión de apuesta económica: “Deberíamos estar más profesionalizados. El nivel de creación es profesional pero falta una industria”. En esta línea, se expresa también Rayden: “El rap en España padece el síndrome de Peter Pan. Es un grande con mentalidad de niño de hacerse grande”.
Son varios los hitos que han marcado estos 30 años como la eclosión de ¡Hey, pijo! de MC Randy y DJ Jonco, la época de las maquetas en los noventa cuando tanto daño hizo que Jesús Gil o Leticia Sabater saliesen en la televisión parodiando el rap, como recuerda Rayden, o el trabajo de Violadores del Verso, que en 2006 llegaron a lo más alto de las listas de éxitos con su disco Vivir para contarlo. “Hay público para todo y cada día en un estilo más diverso. Es heterogéneo. El hip hop se expande a nivel cultural”, sostiene Rayden. “Los comienzos son igual de importantes que los chavales que ahora están subiendo sus canciones a Youtube”, apunta El Langui, que tampoco quiere olvidar su nivel reivindicativo, más aún con la aprobación de la ley mordaza, que podría multar algunas canciones. “Les interesa tener el pueblo adormilado”, dice. “Es preocupante que por pensar lo que decimos nos intenten pasar recetas, que les preocupe tanto que pongamos semillas en la cabeza de alguien”, afirma Rayden.
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