“La gente es tan buena que entiende hasta las putadas”

¿Qué le pone serio en la vida? Las desgracias, todo lo que está mal. Me indigna que haya gente que lo pasa mal.

 Aún parece joven. ¿Qué relación tiene con el tiempo? ¡Joven de cojones! ¡Tengo 60 años! Luis Alegre me dijo cuando los cumplí: “Muy bien, Antoñito, ya te queda menos”. Sí, soy muy consciente, pero no lo tengo permanentemente en la cabeza. Me quiero ver joven y no lo soy. Sé que aquí paz y después gloria.

¿Cómo se lleva con la gloria? “¿Qué Gloria?”, diría Santiago Segura. En la niña de tus ojos hicieron un decorado horroroso y yo pregunté: “¿Qué va a ser de mi prestigio?”. Me contestaron: “¿Qué prestigio?”.

¿Nunca lo tuvo? Todos los reconocimientos han venido dados y los he asimilado razonablemente. Todos tenemos ego y que te doren la píldora te gusta. Pero no lo busco.

¿Ha habido baches en ese trayecto? Sí, económicos y profesionales. Pero he tenido suerte. La crisis ha afectado a todo el mundo; ahora tengo menos trabajo. Por la crisis de las televisiones.

¿Cuál es el estado de ánimo de los actores? Para la que está cayendo, asombrosamente bueno. La gente tiene ganas de pelear, crea microteatros, hace cooperativas. Es un oficio cojonudo. Que te hagas el tonto y te lo pases bien es grande: no puedo pensar en otro oficio mejor.

Se lo pasa bien. Sí, incluso en los dramas. Te lo pasas bien con los equipos. Y, como decía Antonio Gamero, “como fuera de casa en ningún sitio”. ¡En exteriores es fantástico, porque después te vas con los amigos a tomar cervezas!

Y para usted, ¿como fuera de casa en ningún sitio? Por temporadas, sí, fuera de casa se está muy bien. Hace tiempo que tampoco tengo una relación estable; no había gran diferencia porque vivo solo, pero es que fuera se pasa muy bien: conoces gente nueva. ¡Es fantástico!

“La que está cayendo” sobre el cine ¿es sólo culpa de la crisis? Lo que ningún Gobierno de este país ha hecho, salvo honrosísimas excepciones, es escuchar a la cultura. Si la cultura fuera una cuestión de Estado daría igual quien gobernase. Mientras estamos en la oposición somos todos estupendos. Pero cuando se llega al Gobierno se hacen pocas cosas. Estamos en un riesgo gravísimo de que la estructura cultural de este país se vaya a freír puñetas. Y mira la piratería. Una industria cultural brutal en manos de forajidos.

¿Qué hay que hacer? Sé lo que pedimos todos: que se rebaje el IVA cultural. ¡Y parar la piratería! ¡Tiramos de otros Estados para que nos obliguen a pararlo de una vez! ¡Carajo! ¡Millones de euros robados por los piratas a la industria. Es un problema de educación. Si usted no paga un libro, el editor, el impresor, el librero no cobran... En siete años pasamos de ser el 4% del PIB al uno y pico.

Nació al espectáculo en la época más ilusionada de España. ¿Comparte el desencanto que se percibe ahora? No. La gente no se acuerda de lo que era este país; de ellos, muchos no habían nacido. Este país ha cambiado para bien, con todos los defectos que quieras. Lo que no podemos es dar marcha atrás. Ha habido momentos en los que con mantenernos era bastante porque estaba cayendo una brutal. Ahora parece que estamos saliendo otra vez, aunque no lo creo del todo... Fíjate si la es buena la gente que entiende hasta las putadas.

¿Qué putadas serían incomprensibles hoy? Que se sigan haciendo más. Ya se acabó. ¡Ya no más putadas! Hay un empobrecimiento y hay que pararlo. Si hay un repunte macroeconómico, trasladémoslo a la gente. Como sea, porque esto es un disparate.