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Dibujos del Miró más libre llegan al Pompidou Málaga

La primera temporal de la filial española del centro muestra obras donadas en 1979

Una visitante mira las obras de Miró expuestas en el Centre Pompidou.
Una visitante mira las obras de Miró expuestas en el Centre Pompidou.G.-Santos

Joan Miró (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983) realizó una generosa donación al Centre Pompidou en 1979, con motivo de su 85 cumpleaños y de la gran retrospectiva que organizó en su honor el museo parisino. Fueron cerca de 80 dibujos creados entre 1960 y 1978, de los que ahora se muestran 46 en la primera exposición temporal del Centre Pompidou Málaga, su única filial extranjera inaugurada en marzo.

Joan Miró. Obras sobre papel 1960-1978, abierta al público desde hoy hasta el 28 de septiembre, no es un montaje cronológico y combina, independientemente de las fechas, las dos grandes obsesiones del artista catalán durante esas décadas: las figuras antropomórficas (mujeres, pájaros, perros o insectos) y las referencias cósmicas, con personajes flotantes y aéreos. “Mezcla la parte terrenal y la etérea”, explicó ayer durante un recorrido por la muestra la responsable de Colecciones del Centre Pompidou Málaga, Elena Robles.

Aunque el comisario de esta exposición, Jonas Storsve, director del Gabinete de Arte Gráfico del Pompidou de París, no asistió a la presentación, en un texto destaca “la urgencia y la necesidad incansable” que tenía Miró de reinventar el lenguaje. A partir de 1960, el pintor, escultor, ceramista y grabador se liberó de la forma tradicional de la pintura y de sus restricciones y se dejó llevar por el impulso y la espontaneidad. El dibujo y el grabado se convirtieron en sus medios favoritos y orientó sus estudios hacia una escritura compuesta por signos caligráficos, trazos y las formas “imprevisibles” de manchas y salpicaduras.

Las claves

  • La exposición Joan Miró. Obras sobre papel 1960-1978 está compuesta por 46 dibujos sobre papel seleccionados de los 80 que el artista catalán donó al Pompidou de París en 1979.
  • Estas obras no se han exhibido en los últimos 15 años y antes que a Málaga, solo han viajado a Burdeos y a México.
  • La muestra se abre al público este sábado a partir de las 20.00 y se podrá visitar de manera excepcional y gratuita hasta las 2.00, coincidiendo con la celebración de la octava edición de La Noche en Blanco.
  • Los dibujos se mostrarán en el Centre Pompidou Málaga hasta el próximo 28 de septiembre. El precio de la entrada combinada para las exposiciones permanente y temporal es de nueve euros.

Un ejemplo de su ciclo cósmico que puede verse en Málaga es la serie Personajes delante del sol, con tinta china, acuarela y gouache sobre papel. Entre los grafitis destaca Personajes (1976), en el que un Miró con 83 años usó como lienzo una bolsa de papel, cuyos colores gastados y su diseño gráfico, al margen de los trazos de carboncillo incorporados, son un dibujo en sí. Robles resaltó el aspecto contemporáneo de este dibujo, que comparó con obras de Basquiat de la década de los 80 del siglo pasado, y cómo el artista catalán fue capaz de adelantarse “por su audacia estética” a las generaciones futuras.

En la muestra hay rarezas como una cabeza pintada sobre un papel de periódico al revés. Los soportes van del cartón, al plástico o el papel de estraza. En Femme (1978), la obra de mayor tamaño y con influencias japonesas, se observan las oposiciones habituales que marcan el método de Miró. Por un lado, la composición del lenguaje, que ponen el acento en el grosor del trazo, las oposiciones de la materia y el color de las diferentes partes; por otro, una explosión gestual con jaspeados y salpicaduras que se mezclan. Mujer, de 1969, se llama también la única obra de Miró que forma parte de la colección permanente del Pompidou Málaga, una gran escultura de bronce con brazos reducidos y piernas ausentes.

En la sala, una leyenda le recuerda al visitante que Miró decía siempre que no sabía dibujar, y esa supuesta “discapacidad” le obligó a reinventar el dibujo por completo y le permitió ser aún más libre.

Se recuerdan también las palabras del poeta Jacques Dupin incluidas en la monografía publicada en 1993 con motivo del décimo aniversario de la muerte de su amigo: “Cuando ya no puede pintar, Miró dibuja, no cesa de dibujar… Ha encontrado el medio, en ambos sentidos de la palabra, que le permite rebasar el declive de su fuerza física y colmar las brechas, las minúsculas e innumerables brechas por las que se insinúa la muerte…”.

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