La mujer que amaba a Truffaut
El nuevo libro de la ilustradora Paula Bonet se sumerge en la obra del director francés
François Truffaut solía decir que siempre había preferido el reflejo de la vida a la vida misma. Quizás siguiendo esa idea, lo que la ilustradora Paula Bonet refleja en su nuevo libro, 813, es la vida y las películas del director francés. Cuenta la diseñadora valenciana que conoció el cine de Truffaut, referente de la Nouvelle Vague, cuando rondaba la veintena y que se obsesionó con su manera de contar historias hasta el punto de que, años después, dice reconocer claramente la influencia del autor de Los 400 golpes en su propio trabajo. El primer filme que vio de él fue la futurista Fahrenheit 451, que regalaban con la edición dominical de un periódico. “Pensé que alguien que se había atrevido a rodar aquella película debía de ser muy valiente”, comenta por mail Bonet.
El trabajo de esta ilustradora creció en popularidad en 2013 cuando los carteles que había diseñado para un festival de cine gustaron tanto a los valencianos que la gran mayoría de ellos desaparecieron de las calles de la ciudad. 813 es la segunda obra, tras Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End, en la que la artista es autora tanto de las imágenes como de los textos. Bonet explica que el éxito de su anterior proyecto editorial la pilló por sorpresa y que, a pesar de que los dos libros los ha vivido “intensamente y desde el estómago”, en este caso el proceso ha sido más tranquilo y ha intentado disfrutarlo al máximo.
Reconoce que 813 es una propuesta más arriesgada, empezando por su título que hace referencia a un número recurrente en la filmografía del realizador francés con el que el director homenajeaba una novela homónima de Maurice Leblanc. “Es un título-guiño con aquellos que conocen con profundidad y aman la obra de Truffaut”, confiesa Bonet. La ilustradora se empapó del universo del director: revisionó su filmografía, viajó a París (en un principio había pensado incluir un mapa con localizaciones, idea que acabó descartando) y devoró toda la bibliografía que encontró sobre el creador francés, así como lo que dejó escrito el propio Truffaut que, antes de comenzar a rodar películas, ya era un reconocido crítico de cine. Solo cuando tuvo claros los textos comenzó a dibujar. “En 2014 hizo 30 años de su muerte y pensé que un libro sobre él y sobre su obra sería un buen homenaje y que, además, me apetecía muchísimo volver a bucear en sus películas y dedicarle todo el tiempo que implica la concepción y realización de un libro”, explica la artista.
Bonet recorre las dos partes en que se divide 813, la primera una biografía del director y la segunda un paseo por su obra, a través de los tríos de personas y personajes que marcaron la vida del realizador. Uno de esos tríos fundamentales en la vida de Truffaut es el que formaba él mismo con el actor Jean-Pierre Leaud y Antoine Doinel, el personaje que este interpretó desde su infancia a su madurez a lo largo de cuatro películas y un cortometraje (la primera de ellas Los 400 golpes, quizás la obra más conocida del autor). La historia de Doinel estaba inspirada en la del director pero pronto el personaje se convirtió en la síntesis de Truffaut y de su álter ego, Leaud. “Se volvieron inseparables. Había gente que incluso pensaba que eran la misma persona”, escribe Bonet en 813. En cuanto a los tríos de ficción, la ilustradora destaca los de La piel suave, Jules y Jim y el doble trío de La mujer de al lado, la película preferida de la autora.
El libro también repasa los temas recurrentes que reaparecen a lo largo de la obra del director. El profundo amor que este sintió desde joven por la literatura y el cine, sus refugios. La infancia, que retrató en varios filmes (“Cuando oigo a un adulto añorar su infancia, tiendo a pensar que tiene mala memoria”, dijo en una ocasión el realizador). Y las mujeres, su gran fuente de inspiración, de Jeanne Moreau a Fanny Ardant, pasando por Claude Jade o Catherine Deneuve, que recorrieron la filmografía y la vida de Truffaut.
Tras semejante inmersión en la vida del director francés, la ilustradora reconoce que necesita tomarse un respiro. “Después de la intensidad con la que he vivido estos dos últimos años los procesos y la repercusión de Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End y de 813 necesito parar. Coger aire e intentar reinventarme”. De momento, el pasado jueves cinco de marzo y hasta el 17 de mayo, el centro cultural valenciano Las Naves ha inaugurado la exposición 813, Truffaut por Paula Bonet que recoge las ilustraciones originales del libro, recuerdos del viaje que la autora realizó a París y parte del material que Bonet utilizó para documentarse.
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