Un hotel en la cuna del ‘Guernica’
Polémica en París por el intento de convertir en un alojamiento de lujo el edificio en el que Picasso pintó su obra maestra
El enclave es perfecto. En pleno barrio latino de París, junto al Sena, a dos pasos de la catedral de Notre Dame. El edificio tiene el encanto típico parisiense: un hotel particular del siglo XVII, con su patio interior de adoquines y sus vigas de madera. Es, sobre todo, un lugar cargado de historia. Conocido como el desván de los Grandes Agustinos, por el nombre de la calle en la que se sitúa, fue donde Balzac situó su novela La obra maestra desconocida y donde un siglo después Pablo Picasso eligió domicilio. Aquí vivió el malagueño de 1936 a 1955 y aquí pintó el Guernica en 1937. Los propietarios quieren ahora convertirlo en un hotel de lujo, a pesar de que el lugar ha sido incluido en la lista de monumentos históricos de la ciudad.
El alcalde del distrito VI en el que se encuentra el palacete, Jean-Pierre Lecoq, ha recibido hace unas semanas en su despacho la solicitud de permiso de construcción y ha puesto el grito en el cielo. “La solicitud es para todos los pisos del edificio y obvia por completo la decisión tomada en mayo”. Entonces la comisión regional de patrimonio votó por unanimidad la incorporación a la lista de monumentos históricos de los dos últimos pisos del edificio, en los que vivió el pintor, sus escaleras de caracol, para evitar que ahí se coloque un ascensor, y el techo. La fachada del Hotel de Savoie ya estaba incluida en la lista desde 1926.
La asociación contraria al cambio ha pedido ayuda a Valls e Hidalgo, ambos de origen español
El edificio es propiedad de la Cámara de los Ujieres de Justicia de París, quienes han presentado la solicitud de permiso de construcción junto a la cadena hotelera de lujo Helzear. Tras la salida de Picasso, se destinó a oficinas del colegio profesional de ujieres durante décadas. En 2002, la Cámara cedió gratuitamente el espacio al Comité Nacional para la Educación Artística (CNEA, una asociación privada) para fijar allí su sede a cambio de remodelar el lugar. La convención entre ambos terminó en 2010 y entonces se inició un pulso entre los dos. Finalmente, la asociación fue expulsada en noviembre de 2013 y la justicia acaba de confirmar por segunda vez la legalidad del desahucio. Lidera ahora el combate para evitar la remodelación del lugar en hotel de lujo.
La asociación ha logrado movilizar a un importante comité de apoyo, reunido inicialmente en torno al fotógrafo y gran amigo de Picasso, Lucien Clergue, recientemente fallecido. En abril dirigió una carta abierta al primer ministro, Manuel Valls, y a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, apelando a sus orígenes españoles y pidiendo su intervención en el asunto. “De alguna forma sois, señora, señor, herederos singulares del Guernica y sus destinos siguen los pasos de Picasso”. La carta contó con la firma de artistas, intelectuales y políticos, entre ellos Victoria Abril, Paco Ibáñez o el exministro de Cultura francés Jack Lang.
Le corresponde ahora a las autoridades de la ciudad otorgar o no el permiso, posiblemente en cuestión de meses. La opinión de Lecoq, muy negativa, es solo una de las consultadas antes de tomar la decisión. El alcalde espera que los arquitectos del edificio de París, que velan por la protección de los inmuebles históricos, se pronuncien también en contra del proyecto. Y avanza ya una salida pactada a la disputa, que permita mantener protegido el que posiblemente es el único lugar testigo de la creación de Picasso que queda en buen estado en París. “Podríamos imaginar una residencia hotelera que deje libre el acceso a esos dos pisos”, comenta. “Eso le daría un alma adicional al lugar, porque es un lugar mágico y añade el atractivo de pasar allí la noche”.
Babelia
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