Adiós a sus católicas majestades

La serie Isabel ha tenido drama, suspense, acción, aventuras e historia dentro y fuera de la pantalla. En diciembre de 2011 ya estaba grabada la primera temporada, pero un recorte presupuestario en TVE la mantuvo en el cajón durante meses. Cuando ya se había optado por desmontar los decorados, el equipo recibió la esperada noticia: habría más Isabel. El éxito de audiencia que supuso su estreno animó a la cadena a seguir apostando por esta producción de Diagonal TV que en su penúltimo capítulo congregó a 3.347.000 espectadores. Tres temporadas después, la historia de la reina católica llega ahora a su fin (lunes a las 22.30 en La 1).

Aquí no hay spoilers que valgan. La historia está escrita. Y el final de Isabel llega con la muerte de una reina a la que Michelle Jenner ha puesto rostro. “Cuando grabábamos el final, la emoción salía sola. Hay secuencias muy emotivas porque ella sabe que se está yendo. La preocupación que tiene es dejarlo todo bien puesto. No se preocupa por quién va a heredar el trono, o si su hija Juana está capacitada, o por el traidor de Felipe. Ella lo que quiere es irse en paz con todo”, explica la actriz.

Además de ser una de las series nacionales con más éxito en el extranjero, sus cifras impresionan: sus 39 capítulos han requerido más de 2.400 horas de grabación, 50 decorados naturales diferentes, más de 250 actores y casi 6.000 figurantes. Y todo para una producción que tenía un principio y un final claro. “La historia es la que es y no se puede inventar. Podría haberse detallado más ciertos momentos, pero quizá habría perdido calidad. A veces cuando algo funciona se estira para que dure más y al final es peor. Tres temporadas ha sido lo justo”, sentencia Jenner.

Sin embargo, su compañero Rodolfo Sancho habría apostado por continuar con la historia del rey Fernando tras la muerte de Isabel. “El final de Fernando considero que también es en cierta forma el final de Isabel. Como actor y como espectador creo que habría sido interesante. Se llegó a plantear la continuación, pero no salió adelante”, explica con cierto dolor. En cambio, TVE ya planea contar en formato serie lo ocurrido durante el reinado del emperador Carlos V, nieto de los Reyes Católicos.

El reto de interpretar a la reina Isabel no era un reto sencillo para Michelle Jenner. Ha tenido que lidiar con la imagen mental que se tenía del personaje y la dificultad de mostrar casi 40 años de su vida. “Siempre está evolucionando y creciendo. Tienes que cambiar la forma de moverte, de hablar... No te daba tiempo a quedarte estancada. Y luego está la presión de querer hacerlo bien y que guste”, comenta la actriz, que a sus 28 años, en esta temporada ha tenido que interpretar la última etapa de la reina, que falleció a los 53 años, todo un reto. “Con el rostrillo, todo el tiempo que ahorrábamos en pelo lo ganábamos en maquillaje y marcar las manchas, arrugas, ojeras... Y también está el vestuario, porque debajo llevaba espuma para hacerme parecer más gruesa”, recuerda.

Cada protagonista guarda en la memoria momentos especiales del rodaje. Mientras que Michelle Jenner se queda con la escena de la coronación que cerraba la primera entrega (“con ese plano desde el techo con la salida de la iglesia y el contraste cuando se quita la capa negra y se muestra vestida de blanco...”), Sancho evoca la toma de Granada (“rodar en la Alhambra y hacer esa entrada con Michelle y yo disfrazados de Isabel y Fernando, dar sus mismos pasos... Fue como vivir un cuento”).

Antes de la despedida, queda por ver la representación en la pequeña pantalla del cuadro de Eduardo Rosales en el que se recrea el fallecimiento de la reina. Mientras, Rodolfo Sancho aprovecha para reivindicar Isabel como un punto de inflexión en la ficción nacional. “Demuestra que hay un gran sector de público que quiere ver algo culto y bien hecho. Ha sido muy innovadora en la forma de hacerla, en el estilo, la elegancia, la música, la luz, en ser riguroso con la historia... TVE puede permitirse hacer eso. En otros sitios en el primer capítulo el personaje masculino tiene que quitarse la camiseta”, bromea. Otro momento para reivindicar una serie que, como su protagonista, consiguió imponerse a pesar de todas las adversidades.