Un puente, una barriada, una escuela
Para ir a la escuela tenía que cruzar un parque, en medio del que se alzaba una escultura dedicada a un hombre importante, un puente y una barriada. Mi escuela estaba al final. Me gustaban mi parque, mi barriada y mi escuela.
Un día, desde mi ventana vi cómo empezaban a construir un muro en medio del parque. En los días sucesivos se elevó hasta impedirme verlo entero. Pregunté a mi madre y me dijo que no volvería a aquella escuela. Con el muro de Berlín se perdió la mitad del parque, una escultura, un puente, una barriada, una escuela...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.