Pensamientos solo probables

Este es el tercer libro de cuentos de Jon Bilbao (Ribadesella, Asturias, 1972) que publica Salto de Página después de Como una historia de terror (2008, Premio Ojo Crítico) y Bajo el influjo del cometa (2010, Premio Tigre Juan). Creo que, en general, responden todos ellos a una poética específica, distinta de la que se da en sus tres novelas: El hermano de las moscas; Padres, hijos y primates, y Shakespeare y la ballena blanca.

En los relatos de Bilbao dominan los enunciados que presentan hechos ciertos, pensamientos solo probables y palabras de los personajes que son dichas y escuchadas, pero están prontas a escabullirse. Es digno de ver cómo las ideas, los movimientos y las emociones desfilan con rapidez, son observadas o solo presentidas por el narrador aunque de su verdad ni él, ni nosotros los lectores, podamos estar seguros.

En los sucesos que se nos cuentan gobiernan las casualidades, los azares o las meras suposiciones sobre el acontecer y abundan las decisiones inesperadas o impresentables. Falta un punto de apoyo invulnerable. Aunque parece serlo la explicación científica que acompaña como contrapunto al primer cuento (un texto sobre la incertidumbre provocada por el observador según Heisenberg), su carácter irónico la descalifica como tal.

Si aceptamos la existencia de algo que se llama racionalidad, en estos relatos asistimos a su negación. Irrumpe sin más lo irracional, cuyo símbolo es un perro poderoso y casi invencible (como el de Baskerville) que procede de lo desconocido. Si en el cuento de horror, breve y contundente, que constituye "un anexo al Génesis", todo es fantasía aunque muy cruel, en otros como el que sucede en la Rusia báltica el gran terror nace al final y fermenta por medio de lo no dicho, la imaginación o el desconsuelo, así como en el que comienza con la frase "había cambios en el pueblo" (que en mi opinión es admirable por su verdad condensada) lo fantástico es elusivo y distante.

Finalmente, destacaría 'Un viejo con suerte' (ironía doble, cordial y feroz, cuyo sentido se comprende al terminar), que funciona como un espejo de la misma existencia. Es un brillante repertorio de contrapuntos y causalidades. Su trama va en varias direcciones y se contemplan sucesos sorprendentes como la aparición de unos soldados al mando de un sargento haciendo instrucción en la alta montaña. El narrador que parece que esté allí mismo gobernándolo todo deja que sea el lector el que discierna sobre los hechos y se pronuncie sobre los protagonistas. Y les advierto que la conclusión de la mayoría, estoy casi seguro, no les favorecerá.

Física familiar. Jon Bilbao. Salto de Página. Madrid, 2014. 173 páginas. 14,90 euros