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en el túnel del tiempo | Rosa díez

“Ya no encuentro carismático a Felipe”

Personajes españoles responden a preguntas similares a las que ya contestaron hace años

Rosa Díez, portavoz de UPyD, el pasado julio.
Rosa Díez, portavoz de UPyD, el pasado julio.Bernardo Pérez

Rosa Díez (Sodupe, Vizcaya, 1952) confiesa vivir la política con auténtica pasión. Pequeña de estatura, delgadísima, fija la cita en el Congreso de los Diputados, momentos antes de subirse al AVE rumbo a Sevilla. Después de 30 años en las filas del PSE-PSOE, y de su paso por el Gobierno vasco, (fue consejera de Comercio, Consumo y Turismo entre 1991 y 1998), abandonó el partido para cofundar, en 2007, Unión Progreso y Democracia (UPyD), del que es portavoz.

¿Qué revolución quedó pendiente para este siglo?Enero de 2000, meses después de ser elegida eurodiputada por el PSOE:Queda pendiente la revolución que tiene que ver con una sociedad que cambia de continente, que busca la oportunidad de vivir. Este siglo debe dar respuestas a eso, si queremos reconocernos como civilización.

2014:

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Al margen de la igualdad entre hombres y mujeres, la revolución pendiente es la justicia y la igualdad entre los ciudadanos, es decir la democracia completa, porque la democracia tiene que ser cada vez de más calidad, la ciudadanía cada vez es más exigente. Es una revolución pendiente y siempre lo será. Nunca podremos darnos por satisfechos. El día que dejemos de aspirar a más democracia, habremos perdido.

¿Cómo se explica el magnetismo de Felipe González?junio de 1999, recién elegida eurodiputada:¡Es que es un monstruo González! Yo creo que tiene tal capacidad de atracción personal que no hace falta que diga nada especialmente importante o emotivo para que la gente le escuche y se interese. Él habla, como dice, con las tripas, y la gente, cuando le oye, sabe que dice lo que piensa.2014: Felipe González fue un líder bastante carismático, y el carisma no se puede describir. Tiene un encanto, lo ha tenido, sobre todo, yo ahora no le veo carismático, pero ha tenido encanto. Ha sido un seductor, ahora ya no me lo parece.

Rosa Díez como consejera de Turismo del Gobierno vasco, en 1996.
Rosa Díez como consejera de Turismo del Gobierno vasco, en 1996.luis alberto garcía
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Usted puso de moda el eslogan turístico, 'Ven y Cuéntalo' ¿Qué podría contar hoy de la situación de Euskadi?

Enero de 2000:

Que hay que resistir democráticamente hasta que ETA pierda la esperanza: lo que no se consigue en las urnas no se consigue de ninguna manera.

2014:

La verdad es que el eslogan podría utilizarse todavía hoy, aunque las circunstancias son distintas. Aquel lema era para una campaña de promoción del turismo en Euskadi donde no se habían hecho campañas turísticas para la gente de fuera, para decirles ven y cuéntalo, para explicar que había más de lo que salía en los periódicos, más que ETA, y más que ciudadanos gritando… que era un país que merecía la pena ser conocido. Y yo creo que hoy también es válido, porque, al contrario que entonces, cuando parecía que sólo existía ETA, hoy lo que parece es que ETA no existió nunca, y creo que merece la pena que vayan y que lo cuenten, que hay mucha gente que puede explicar cosas.

En España se cree que al Parlamento Europeo van solo los molestos, los castigados…Enero de 2000:¡Bonita manera de construir Europa! Somos muy jóvenes en esto de Europa los españoles. Sin embargo, algo ha cambiado en las últimas elecciones: ha habido mucha renovación en las listas de todos los partidos.2014:No es así. Eso pasa más en España que en otros países. De hecho, para mí la gran sorpresa cuando llegué, estamos hablando de 1999, fue ver que los países nórdicos mandaban gente muy joven, que no había tenido cargo público y que su primera experiencia en una institución era el Parlamento Europeo. Iban a aprender a hacer política allí, en un ámbito en el que tienes visión completa. Después de interactuar con parlamentarios de todos los países, de todas las ideologías, se volvían a sus países a ser concejal, por ejemplo, después de haber adquirido una experiencia global. Enviar allí a gente que ya ha terminado su carrera política en España o que han tenido malos resultados en unas elecciones, es muy de aquí. Y en España empieza a abrirse paso la idea de que tiene que ir al Parlamento Europeo gente que no ha tenido otra responsabilidad política institucional.

¿Las elecciones europeas mueven al voto más por razones ideológicas que por los programas de cada partido?Vísperas de las elecciones europeas de junio de 1999:Sí, creo que las europeas son muy ideológicas porque hay dos proyectos: el socialdemócrata y el conservador, dos formas diferentes de afrontar los problemas, de establecer prioridades. Esperamos que haya una gran participación y que los ciudadanos entiendan que Europa no es algo ajeno a ellos, sino que lo que allí se decida y se haga tiene que ver con su vida, con sus Ayuntamientos, con su Comunidad, con su país.2014:Se dice siempre, y el CIS que hace encuestas poselectorales lo suele confirmar, que las europeas son unas elecciones en las que los ciudadanos van como de gratis, y que las utilizan para castigar. O sea que es de lo menos ideológico. Es un voto más exótico, de gente que aprovecha para pasar facturas, y que dice, en las municipales o en las otras, ya veré lo que hago, pero aquí se van a enterar. No sé en qué medida ocurre en otros países, pero en España ocurre.

¿Sabe que muchos la encuentran una persona ambiciosa?Recién elegida eurodiputada, en 1999:A mí me la repanfinflan, que diría mi hija. La verdad es que yo no tengo ambición personal, pero tengo una ambición política, en el sentido de lo que representa mi partido, sin límites. Pero es que creo que si no tuviera ambición política sería mejor que me dedicara a otra cosa. Yo no entiendo que uno pueda dedicarse a la política, como yo me dedico, y gustarte la política, como a mí me gusta, y no ambicionar lo máximo en defensa de unas ideas. Eso es lo que yo he hecho en esta campaña, ambicionarlo todo, ir a por todas. La ambición personal, pues, no sé muy bien lo que es, porque realmente va muy unida a la satisfacción por conseguir lo que una se propone. Pero, bueno, yo en la vida, a mis 47 años, ya he aprendido algunas cosas, y una de ellas es que no se puede pretender que te quiera todo el mundo. A mí me importa lo que piensan los míos, mis amigos. Los demás me traen bastante al fresco, porque lo que me importa es estar bien conmigo misma. Y le aseguro que lo estoy. 2014:Porque las mujeres cuando estamos en algún sitio con cierta relevancia, en general, los hombres, que son los que crean las definiciones, o nos llaman mandonas o nos llaman ambiciosas. Si los hombres consiguen un cierto estatus, es normal, si lo consigue una mujer hay que encontrar un razonamiento que no sea el mismo que para ellos. Yo creo que no hay costumbre y que cuando alguien destaca en alguna cosa, y es una mujer, enseguida te buscan las vueltas. A nadie se le ocurriría decir este secretario general de este partido es muy ambicioso, porque parece normal, ya que está en la política. Si es una mujer te lo dicen denostándote, no como algo normal. 

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