Una charla con Tom Hanks
El canal TCM repasa la carrera del actor, que lleva toda la vida reinventándose con éxito
Tom Hanks comenzó protagonizando a mediados de los ochenta divertidas comedias como Un, dos, tres Splash, Despedida de soltero, Esta casa es una ruina o Big. Luego desempeñó mejor que nadie el papel de padre ejemplar en Algo para recordar o el de yuppie ochentero en La hoguera de las vanidades. Dio un arriesgado salto en su carrera metiéndose en la piel de un enfermo de sida en Philadelphia, papel por el que ganó su primer Oscar, y se alzó de nuevo con la estatuilla un año después gracias al entrañable Forrest Gump, un personaje que le acompañará siempre. “Cuando voy a casa de alguien, siempre dicen: 'Forrest Gump está en mi sala de estar”, suele bromear. Muchos críticos y comentaristas comparan su trayectoria con la de James Stewart porque, como la estrella del Hollywood clásico, casi siempre ha interpretado a personajes íntegros, al hombre de la calle, al ciudadano medio, a alguien con quien el espectador se pueda inmediatamente identificar.
TCM emite una nueva entrega de Una vida en imágenes, el programa producido por la Academia Británica del Cine y la Televisión, dedicado esta vez a Tom Hanks, y en el que el actor repasa su trayectoria artística contestando las preguntas de la periodista Francine Stock.
Tom Hanks cumplirá 58 años en julio y lleva toda la vida reinventándose con éxito. Los fracasos en su carrera se cuentan con los dedos de una mano y, después de más de tres décadas en el mundo del cine, ocupa un lugar preferente en el corazón de los espectadores. En los últimos meses le hemos visto subido a un barco mercante interceptado por piratas somalíes en Capitán Phillips o haciendo de Walt Disney en Al encuentro de Mr. Banks. También es un productor de éxito, tanto en cine como en televisión. Mano a mano con Steven Spielberg puso en pie The Pacific, una crónica sobre la guerra contra los japoneses, y ha matado el gusanillo de la dirección con títulos como The Wonders y Larry Crowne, nunca es tarde.
¿Y el futuro? De momento su agenda está bien repleta de proyectos. Acaba de rodar A hologram for the king a las órdenes del director alemán Tom Tykwer y probablemente se meta de nuevo en la piel de Robert Langdon, el personaje que ya interpretó en El código Da Vinci y Ángeles y demonios. Tiene la intención de producir varias series de televisión y un largometraje que dirigirá Meg Ryan, su pareja en varias comedias románticas. Lo que nunca le abandonará aunque pasen los años es su mirada pícara y juvenil y su deseo de seguir “jugando” con cada uno de los papeles que caigan en su mano, como si fuera a ser siempre ese niño grande que, al comienzo de su carrera, interpretó en Big.
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