Erotismo de serie B
La exposición 'La esquina de Cocotte' recoge la fotografía erótica de los años 50 y 60 en España La muestra exhibe parte de la colección de Díaz Prósper, una de las más relevantes del país
“Bésame, bésame mucho… como si fuera esta noche la última vez….”. En la España de los años cincuenta del pasado siglo, el bolero era sin duda el pasaporte más popular al país del deseo carnal. El guante de Rita Hayworth todavía flotaba como la señal del pecado original sobre la conciencia de muchos espectadores al que se acaba de sumar un bayón incitante en la voz de Silvana Mangano. Debajo de la corteza de la moral nacional-católica, un mercado negro de imágenes circulaba ofreciendo algo de confort y desahogo físico. Una parte de este muestrario prohibido y clandestino se puede ver en la exposición La esquina de Cocotte —el título hace alusión al antiguo barrio chino de Valencia— que expone la galería Railowsky de Valencia hasta el 8 de abril.
La muestra fotográfica pertenece al coleccionista valenciano Juan José Díaz Prósper, propietario de una de las colecciones privadas más importantes de España de fotografía del siglo XIX y principios del XX. Fotografías eróticas que se exponen por primera vez y que ha ido reuniendo a través de expediciones a mercadillos y rastros, particulares, etc. “El interés de la exposición es sobre todo documental” dice Juan Pedro Font de Mora, director de esta galería que desde hace años promociona contra viento y marea la fotografía en la ciudad. “Son unas series de pequeñas fotografías eróticas fundamentalmente de los años 50 y 60 que Díaz Prósper almacenaba entre sus tesoros más íntimos” señala Font de Mora.
Modelos anónimas practicantes de un sado de gusto naíf o exhibiendo su desnudez con la lencería como objeto imperecedero de deseo. Pin-ups de un erotismo en blanco y negro de taller mecánico o de guantera de transportista en ruta por la N-340. “El origen de las fotografías hay que buscarlo en Francia y también en Alemania donde existía un importante mercado para este tipo de material” señala Font de Mora. “Llegaban a España de forma clandestina, en la mayoría de los casos eran los propios emigrantes a su regreso a España los que traían este tipo de material prohibido”. Mientras para unos las ediciones del Ruedo Ibérico constituían el objeto prohibido al otro lado de los Pirineos, para otros, estas pequeñas colecciones de tarjetas eróticas junto a algún ejemplar de Paris-Hollywood.
Una parte de la exposición está formada por fotografías de vedettes de revistas y espectáculos variedades de los años cincuenta y sesenta. La mayoría de ellas pertenecientes a esa cara B del escenario que encontraba en la revista musical su proyección popular como entretenimiento y bálsamo para la libido. Aunque la mayoría están sin datar, sí que se pueden ver, entre otras, la fotografía de la vedette cubana July del Río, muy popular en los años cincuenta y que con la llegada de la revolución tomaría el camino del exilio. O de Ethel Rojo, la vedette argentina que junto a su hermana Gogo Rojo, encendieron las tablas de la revista española en sus últimos años de esplendor.
Babelia
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