Todos los anfitriones de los Oscar quieren ser Billy Crystal
El disfraz de Hannibal Lecter que llevó Crystal en 1992 ocupa un lugar privilegiado en la historia reciente de los galardones. Se cumplen 61 años desde que la ceremonia se transmite por televisión
Para los estadounidenses es tan importante conocer los nominados al Oscar como saber quién será el presentador de la gala. Toda una tradición que va de la mano de la historia de los premios cinematográficos más importantes del mundo. Cada año, y sin excepción, los organizadores se preguntan lo mismo: ¿Quién será capaz de mantener el espectáculo vivo, de atraer a los televidentes y de conseguir que no cambien de canal? Poco más de 60 galas de premios desde la primera retransmisión por televisión —fue en su edición 25— narra una trayectoria llena de éxitos y fracasos. La Academia exige mucho y lo ha intentado todo. Tener solo un presentador, tener dos, tres, cuatro, y hasta 32. Que han sabido hacer de todo. Han sido comediantes, leyendas de Hollywood, jóvenes, viejos, hasta bailarines de hip hop, entre otros. Los organizadores lo tienen claro, los anfitriones principalmente tienen que estar preparados para reaccionar con la mayor rapidez posible ante cualquier imprevisto que pueda suceder en un show que ven cientos de millones de personas en todo el planeta.
Billy Crystal y su célebre imitación del Hannibal Lecter de Anthony Hopkins en la gala de 1992.
Billy Crystal, que ha sido el presentador en ocho ocasiones, ocupa el primer puesto en los mejores momentos de los Oscar, por consenso de la prensa y distintas páginas web especializadas. Fue en 1992 cuando el actor llegó al escenario en una carretilla y amordazado como Hannibal Lecter al comienzo de la gala, una imagen de la historia reciente que todavía permanece en la retina de muchos. Y, además, la broma fue profética, ya que El Silencio de los Corderos se lo llevó todo aquella noche. Al igual que Crystal, han repetido en el cargo, con más o menos éxito, Whoopi Goldberg, la leyenda de la televisión Johnny Carson, Steve Martin, Jerry Lewis y John Stewart.
El discurso de Vanessa Redgrave en la 50ª edición de los Oscar, el momento estelar de la gala.
En el puesto número 10 del ránking está Bob Hope y su papel durante el 50 aniversario de los premios cinematográficos (1978). Y no falló. Fue una noche llena de estrellas del celuloide. “Lo más recordado de aquél año sonado fue el discurso de Vanessa Redgrave. La actriz, de 77 años, ganaba su primer Oscar por el papel de Julia en el filme de mismo nombre: “Queridos colegas: quería daros las gracias. Pienso que Jane Fonda y yo hemos hecho el mejor trabajo de nuestra vida. Desde aquí os saludo y rindo tributo por no dejaros intimidar ante las amenazas de un grupo de sionistas matones, cuyo comportamiento es un insulto a la verdadera talla de los judíos de todo el mundo. Y os prometo que seguiré luchando contra el antisemitismo, la opresión y el fascismo”. Hope tiene el récord de veces como anfitrión. El actor, fallecido en 2003 y protagonista de películas como Morena y Peligrosa, fue el presentador en 18 ocasiones. Además, la gala, que transcurrió sin ningún sobresalto, atrajo al mayor número de espectadores que los Oscar han tenido en su historia. Sobre el puesto número 43 de la lista está la única ocasión en la que 32 personas han estado en el escenario para presentar la gala. Fue en 1971 y se les denominó Los amigos de Oscar. No faltaron Steve McQueen, Jeanne Moreau, Maggie Smith y Walter Matthau, entre otros. Aunque a alguno se le fue la mano, según publicó la prensa, “fue una delicia poder ver a tantas estrellas de la edad de oro de Hollywood en el escenario, como a Gaynor, primera ganadora de un Oscar a la mejor actriz”.
El número de apertura para la ceremonia de los Oscar de 1989, una de las menos valoradas.
Para los expertos, la peor ceremonia de las dos últimas décadas ha sido la de 1989, cuando el anfitrión no existió. Eso sí, según se comentó no hubo nadie a quien culpabilizar del fracaso. Desde entonces, los encargados no han vuelto a cometer el error. A esta gala, le sigue muy de cerca la presentada por James Franco y Anne Hathaway en 2011. Los medios estadounidenses fueron muy críticos con la pareja: “La elección de estos dos actores muestra las ganas de la Academia por conseguir un público más joven, pero ha fracasado. Ha habido momentos tan aburridos, que han llevado al espectador hasta la catatonia”.
El número musical de Hugh Jackman que abrió los Oscar 2011.
Este año la afortunada, o la que se enfrenta al escrutinio, es Ellen Degeneres que ya fue presentadora en 2007, consiguiendo un éxito moderado entre la audiencia del país. Ella será el rostro de la edición número 86 de los Oscar de este próximo domingo. Los medios estadounidenses vaticinan el éxito de Degeneres. Una mujer que tiene todo lo que exige el guión: es cantante, cómica, bailarina, exatleta olímpica y se adapta a lo que pueda surgir. Parece que lo tiene todo para triunfar aunque, sin duda y como marca la historia, la presentadora tiene ante ella una ardua tarea: gustar y superar a Crystal.
Babelia
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