Oscar habla poco español, pero ¿es el año de América Latina?
21 estatuillas han sido concedidas a latinoamericanos en 85 ediciones Este año puede ser el mejor con la película 'Gravity', de Alfonso Cuarón México es el país con mayores destinatarios y este año Alfonso Cuarón podría sumarle galardones
En 85 años Hollywood ha otorgado el Oscar 21 veces a algún latinoamericano. Y en diez ocasiones lo han recibido mexicanos, muy por encima de los seis argentinos, los cuatro puertorriqueños, el chileno y el uruguayo que cierran una lista corta de artistas del sur que se han hecho con la codiciada estatuilla en toda su historia. Este edición no es excepción y los mexicanos, una vez más dominantes, podrían sumar galardones. Alfonso Cuarón atesora tres de las diez candidaturas del filme de ciencia ficción Gravity, en Mejor Dirección, Montaje y Mejor Película (es uno de los productores), y el también mexicano Emmanuel Lubezki aparece seleccionado por la impresionante fotografía sideral de este filme. De manera colateral, Lupita Nyong’o, actriz nacida en México aunque criada en Kenia, podría hacerse con el de Mejor Actriz de Reparto por su participación en 12 años de esclavitud, eso si derrota a Julia Roberts, espléndida en Agosto.
Ni Cuarón ni Lubezki han ganado nunca un oscar pero son veteranos en esta carrera. El primero había optado, siempre como guionista, por Hijo de los hombres (2006) y, junto a su hermano Carlos, por Y tu mamá también (2002), mientras que el director de fotografía habitual de Terrence Malick ha sido nominado cinco veces antes, en producciones de envergadura como Sleepy Hollow o El árbol de la vida. De ganar, Cuarón se convertiría en el primer latinoamericano en obtener el Oscar a la mejor dirección, un galardón que no consiguieron los brasileños Héctor Babenco (El beso de la mujer araña, 1985) y Fernando Meirelles (Ciudad de Dios, 2003) ni el también mexicano Alejandro González Iñarritu (Babel, 2006).
La primera ceremonia de los Oscar se celebró en 1929 y ningún latinoamericano recibió una estatuilla hasta 1950, cuando el puertorriqueño José Ferrer se la llevó como mejor actor protagonista por Cyrano de Bergerac. El relevo lo tomaría el mexicano Anthony Quinn, que también ganaría dos estatuillas como mejor secundario en 1952 y 1956, por Viva Zapata y El loco del pelo rojo, respectivamente, aunque lo perdería como aspirante a mejor protagonista en 1957 y 1964, años que también participó como finalista en la ceremonia de los Oscar. Los puertorriqueños volverían a figurar gracias a la estatuilla obtenida por la marchosa y carismática Rita Moreno a la mejor secundaria por West Side story, en 1961, en la que cantaba y bailaba aquello de I want to live in America, y no volverían a conseguirlo hasta que Benicio del Toro lo ganó, en 2000, por Traffic, siendo además el primero en obtener el premio por un papel en español.
Ninguna intérprete de América del Sur ha ganado el Oscar a la Mejor Actriz y solamente tres lo han acariciado: Fernanda Montenegro por Estación Central de Brasil (1998), la colombiana Catalina Sandino Moreno por María llena eres de gracia (2004) y la mexicana Salma Hayek por su verosímil encarnación de la atormentada pintora azteca Frida Kahlo (2002). La mexicana Adriana Barraza, con Babel, fue seleccionada al galardón a mejor secundaria en 2007.
A pesar de la expansión hispánica en Estados Unidos, la categoría a la Mejor Película de Habla No Inglesa no es el reino del cine latinoamericano. Este año, sin ir muy lejos, no hay ninguna, pese a que se daba como favorita para entrar en el cuadro la chilena Gloria. Solamente seis producciones habladas en español han conseguido este Oscar. Cuatro son españolas (Volver a empezar, Belle Époque, Todo sobre mi madre y Mar adentro) y las otras dos han recaído en Argentina: en 1985 fue para el drama de los desaparecidos La historia oficial, de Luis Puenzo, y en 2009, al tenso y emocionante thriller El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella.
Argentina es también el único país latinoamericano que ha visto a sus compositores nominados a la Mejor Banda Sonora. Diez veces un músico argentino ha competido por el galardón. Lalo Schifrin fue nominado cinco veces pero nunca lo ganó. En cambio Gustavo Santaolalla logró conseguirlo dos veces en años consecutivos, gracias a sus partituras para Brokeback mountain (2005) y Babel (2006). También argentino, Luis Bacalov estuvo nominado por la música de El evangelio según San Mateo, de Pasolini, en 1966, y tuvo su revancha casi 30 años después, ganándolo por El cartero y Pablo Neruda. El único Oscar de Uruguay fue para Jorge Drexler por su Al otro lado del río, de Diarios de motocicleta, Mejor Canción en 2005. En Mejor Fotografía se ubican el mexicano Guillermo Navarro que lo ganó por El laberinto del fauno (2006) y Claudio Miranda, que consiguió el único oscar chileno por la fotografía de La vida de Pi (2012).
El argentino Pablo Helman es el único latinoamericano que ha conseguido nominaciones en Efectos Especiales, por Star Wars. Episodio II. El ataque de los clones (2002) y La guerra de los mundos (2005). Ningún latinoamericano ha conseguido nunca el Oscar al Mejor Guion Original, aún cuando estuvieron nominados Luis Puenzo y Aida Bortnik por La historia oficial (1985), los Cuarón por Y tu mamá también y Alfonso por Hijo de los hombres, y, en el mismo año, 2006, dos mexicanos: Guillermo del Toro, por El laberinto del fauno, y Guillermo Arriaga, por Babel.
Para ser una Estados Unidos cada vez más hispanizado, con una potente industria del cine en la que ya es frecuente encontrar españoles y latinoamericanos haciendo importantes aportaciones a películas de toda raigambre, la verdad es que hay que admitir que el Oscar se les resiste.
Babelia
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