Del Mediterráneo al Caribe
Tórtel lanza su tercer álbum en solitario, 'La gran prueba', el primero en estudio La nueva apuesta del valenciano Jorge Pérez juega con los ritmos latinos y tropicales
A Tórtel le persigue una etiqueta. Al aludido le gusta y le divierte a la vez. “¿La de mediterráneo, verdad?" —concede— "Es una expresión que abarca tanto. Me la tomo como una actitud. Dicen que mis canciones tienen mucha luz, que son vitalistas”. Es cierto que hay algo muy mediterráneo en la manera de ser y hacer de Jorge Pérez, el músico que trabaja bajo el nombre de Tórtel, pero no es más que un elemento más en su estilo. De hecho, y si nos ceñimos a lo estrictamente musical, en su tercer álbum hay sobre todo ritmos latinos y tropicales. Tórtel cree que la asociación llegó con Maderita, el grupo en el que estuvo hace algunos años con Julio Bustamante y algunos ex compañeros de Ciudadano, su primera banda. “La asociación con Julio, la influencia de artistas como Remigi Palmero y Pep Laguarda, gente de la que hablo en la canción La vieja escuela. Las etiquetas siempre ayudan a orientarse a quien quiere acercarse a tu música sin saber muy bien de qué vas".
En los grupos se fijan roles creativos que acaban impidiéndote crecer Jorge Pérez, Tórtel, músico
Tórtel fue el mote que le pusieron sus amigos de veraneo a Jorge cuando era pequeño, y terminó quedándose como un apelativo cariñoso. “Me sentía cómodo con él y decidí adoptarlo para esta aventura. Tenía una serie de canciones en la cabeza.pero no quería que sonaran a grupo porque buscaba probar otra cosas. Se lo comenté a Joaquín [Pascual, antiguo componente del grupo Mercromina o Travolta], que es uno de mis mejores amigos, y se ofreció a ayudarme a plasmarlas. El hecho de que se involucrara me dio seguridad y pensé que valía la pena intentarlo”. El intento se convirtió en un primer disco, Lugar nuevo (2009), que tres años después tuvo continuidad con Entusiasmo (2012). Durante el trayecto, Tórtel ha ido contando con diversos colaboradores tanto para el estudio como el directo, músicos que van y vienen, entran y salen, entre los que están Pau Roca (La Habitación Roja, Litoral), Abel Hernández (El Hijo) o Abraham Boba. “No quiero que Tórtel parezca un grupo porque en los grupos se fijan roles creativos que acaban impidiéndote crecer. Tenía claro que si empezaba otro proyecto no sería algo cerrado. Es algo mío, pero para llevarlo a cabo dependo de mucha gente y es también una excusa para trabajar con ellos. Me proporcionan un feedback muy bueno porque descubres cosas de tus canciones de las que no eres consciente”.
El título de La gran prueba surgió tras una sesión de cine casera con la familia viendo la película homónima de William Wyler (Friendly Persuasion, 1956); Tórtel no tardó en conectar el título con lo que representa el disco. “Define un momento porque es el primero que grabo en un estudio y no en mi casa. Tórtel siempre ha sido un poco chichinabo pero no porque no me implique o porque tenga unos objetivos absurdos, me refiero a que nunca busqué un gran sonido. Ir por primera vez a un estudio cuando en realidad vas a grabar tu tercer álbum era como una broma. Como músico siempre me ha faltado seguridad pero después de Entusiasmo me di cuenta de que podía aspirar a otras cosas”.
'La gran prueba', single del disco homónimo de Tórtel.
Una de esas cosas es jugar con los ritmos en determinados momentos. “La música latina me gusta un montón, sus ritmos son tremendos. Creo que, aunque como en mi caso vengamos de mamar la música anglosajona, siguiendo ese camino podemos explorar más. No es algo nuevo porque Radio Futura y Golpes Bajos ya lo hacían 30 años atrás”. Esa intención define canciones como La gran prueba, Canto oscuro, canto claro o Queríamos más, que también deben su inspiración a David Byrne y Talking Heads y a las orquestas de Cugat y Pérez Prado, tanto como a cualquier grupo anglosajón. Su carrera como filólogo también ha dejado su marca. “He estudiado sobre las formas de hacer ficción y creo que eso me empuja a mirar las cosas de otra manera. Soy fan de las historias aunque mis canciones no cuenten historias. La literatura me gusta mucho, también cuando viene unida a otras cosas y se convierte en un mapa hecho con un cómic o una película. La ficción forma parte de la realidad que vivimos cotidianamente. Me gusta buscar la frontera entre la verdad y la mentira”. Y enseguida acota: “Solo en el terreno creativo, en otros no, sobre todo teniendo en cuenta que vivo en Valencia”.
Sin querer ya estamos otra vez en el punto de partida de la conversación, Tórtel vuelve a esa mediterraneidad que se le atribuye y que al le gusta. “Yo comparto plenamente ese estilo de vida mediterráneo, esa manera de afrontar la vida. Siempre que no se convierta en algo frívolo que únicamente consista en comer, tomar el sol y pasar de todo. Porque a pesar de los ladrones, Valencia es preciosa y hay que cuidarla e intentar hacer más cosas. Al fin y al cabo, el mar y el sol son algo que ya está ahí. Deberíamos usarlos para cargarnos de energía y ser más activos”.
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