El videoclip lo montas tú

Han pasado más de 48 años desde la salida de Like a rolling stone, tema mítico donde los haya, incluido en el álbum Highway 61 Revisited de 1965. Y ahora, a casi medio siglo de distancia, la canción de Bob Dylan también tiene un videoclip. En concreto, un vídeo interactivo, que el músico encargó al joven israelí Vania Heymann, conocido por sus clips virales online. La pieza, que incluye una grabación histórica de Dylan, se despliega a través de los programas de 16 cadenas de televisión —que incluyen series, documentales, reality shows, deportes, cocina y noticias— en los que los protagonistas desemplean sus papeles habituales, aunque sus labios van cantando Like a rolling stone en un asincrónico playback. El vídeo, que ha requerido una enorme postproducción, resulta atractivo y técnicamente impecable, aunque la interacción se reduce a cambiar el canal de la interfaz, parecida a un viejo televisor.

Curiosamente Like a rolling stone es casi coetáneo del cursor de los ordenadores, que a sus 50 años parece salir de escena. Por ello el estudio holandés Moniker lo celebra en su último trabajo, Do not touch, un vídeo crowdsourcing —así se conoce la colaboración online entre varias personas sobre un mismo proyecto— con el tema Kilo de Light Light, que nunca es igual, porque todos los clicks que cada visitante realiza con su cursor permanecen. De ese modo la vez siguiente que alguien mira el vídeo, encuentra todos los cursores que han ido añadiendo los anteriores usuarios.

Otro grupo que ha dado un gran empuje a un género cuya difusión está subiendo como la espuma es Arcade Fire. La banda indie canadiense lanzó hace unos meses Just a reflektor, un cortometraje interactivo rodado en Haití, que integra las acciones del espectador mediante la cámara web de su ordenador o tableta. Dirigido por Vincent Morisset, Just a reflektor, que funciona con Google Chrome, ha sido realizado gracias a la programación creativa del artista digital Aaron Koblin, autor también del primer vídeo interactivo de Arcade Fire, The wilderness downtown, que ponía imágenes al tema We used to wait. En este caso, tras preguntar al espectador su lugar de nacimiento, el vídeo integra fotografías reales del sitio proporcionadas por Google Street View y Google Earth, de modo que la historia va desarrollándose con lugares pertenecientes al pasado del espectador.

El fotógrafo y realizador Chris Milk, autor de los vídeos de grupos de la talla de Kanye West, U2 y Green Day, y de A mother's promise, el cortometraje autobiográfico de Barack Obama, firma Hello again, un audiovisual interactivo de Beck. Según el propio artista, se trata de “un experimento que reimagina e reinterpreta la experiencia de un concierto, que se celebra en tres escenarios circulares concéntricos”. En el centro se encuentra Beck, rodeado por la audiencia y más de 170 músicos, que han sido capturados por cámaras y micrófonos binaurales a 360º, así que moviendo la cabeza delante de su webcam el espectador controla el movimiento de las cámaras.

Si los proyectos de Dylan y Beck tienen ciertas pretensiones faraónicas, qué decir de Pharrell, que ha lanzado Happy, su último single, con un vídeo que dura 24 horas, interpretado por diversos cantantes y bailarines en múltiples lugares. La obra, también banda sonora de la película Gru - Mi villano favorito 2, contiene cameos de Odd Future, Magic Johnson, Steve Carell, Jimmy Kimmel, Jamie Fox y Tyler, the Creator.

Quizás resultan más coherentes con los duros tiempos que corren, Iggy Azalea, Diplo y FKI, que acaban de realizar I think she ready, el primer vídeo interactivo shoppable. Es decir, que mientras escucha el tema, desde la propia web, el espectador puede comprar los trajes que llevan los músicos y los objetos que utilizan.