Sevilla y Madrid homenajean a la edad de oro del toreo
Ambas ciudades recuerdan a los dos toreros con motivo del centenario de sus respectivas alternativas
‘Joselito y Belmonte, una revolución complementaria 1914-1920’ es el título de la exposición que ayer se inauguró en Sevilla y que homenajea a los protagonistas de la edad de oro del toreo, los diestros nacidos en la capital andaluza Joselito el Gallo y Juan Belmonte.
Por otra parte, este mediodía, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento han descubierto una placa en la casa situada en la calle Alfonso XII, número 42, donde Belmonte residió desde el año 1940.
De este modo, Sevilla y Madrid recuerdan a ambos toreros con motivo del centenario de sus respectivas alternativas. Joselito accedió al escalafón de matadores el 28 de septiembre de 1912, en la Real Maestranza, de manos de su hermano Rafael el Gallo y con Antonio Pazos como testigo; y Belmonte se hizo matador tal día como hoy, en Madrid; su padrino fue Rafael González Machaquito y actuó como testigo Rafael el Gallo.
Uno y otro, Joselito y Belmonte, protagonizaron la llamada edad de oro del toreo hasta el 16 de mayo de mayo de 1920, cuando el toro ‘Bailaor’, en Talavera de la Reina, acabó con la vida de José Gómez Ortega, reconocido como ‘el rey de los toreros’. Su compañero continuó en activo, y llegó a torear en público hasta 1934, con un par de breves retiradas, hasta que se quitó la vida el 8 de abril de 1962.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, dijo ayer en el acto inaugural de la exposición que ‘la tauromaquia se transformó en una de las bellas artes gracias a esta pareja de genios sevillanos’, y levantó el telón de una muestra que contiene numerosos objetos personales del ambos toreros, hasta un total de 132 piezas, cedidas por 27 prestatarios, entre las que destacan obras de Zuloaga, Roberto Domingo, Martínez de León. Luis Sanguino y Benlliure. Monteras, estoques, las partidas de nacimiento de los dos toreros, carteles de la época, vestidos de torear, libros, revistas, fotografías completan esta exposición, cuyo punto central es una sala mortuoria decorada con fotografías de gran tamaño sobre los entierros de los dos toreros y la Virgen Macarena de luto con motivo de loa muerte de Joselito que dan entrada a los dos objetos más vistos de la exposición: el chaleco que vestía Joselito la tarde de Talavera y la pistola con la que se quitó la vida Juan Belmonte, una concesión al morbo que carece de sentido en una exposición de este tipo.
Babelia
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