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El Museo d’Orsay de París desnuda a los hombres

Más de 100 obras recorren la representación del desnudo masculino desde principios del XIX hasta la actualidad

Óleo sobre lienzo, 'Abel' (1874-1875) de Camille Félix Bellanger.
Óleo sobre lienzo, 'Abel' (1874-1875) de Camille Félix Bellanger.Patrice Schmidt (EFE)

El Museo d' Orsay expone hasta el próximo febrero Masculin/Masculin, una exposición que aúna pintura, escultura, fotografía y vídeo bajo una sola temática, el cuerpo masculino desnudo. Más de 100 obras en distinto soporte recorren la representación del desnudo masculino desde 1800 hasta la actualidad, repartidas en 11 espacios temáticos que abarcan desde el ideal clásico, el desnudo heroico, el cuerpo en la naturaleza o el dolor.

El conservador de la institución y comisario de la exposición Xavier Rey señaló en una entrevista con Efe que "la idea era recolocar la problemática estética y cultural del hombre desnudo" que aparece aquí bajo muchas perspectivas, pero siempre observado desde un punto de vista fundamentalmente masculino. Ese protagonismo de la mirada masculina se plantea, en palabras del comisario, como una consecuencia natural de la dominación social por parte de los hombres a lo largo de los siglos y hasta un periodo de tiempo relativamente reciente.

"La gran mayoría de artistas que representan a los hombres son hombres ellos mismos, así que vamos a ir desde el espejo narcisista del artista cara a cara consigo mismo, a una representación más masculina del deseo que puede aparecer en algunas de ellas", aclaró Rey, uno de los cinco responsables de la muestra.

Se produce una fuerte diferencia entre la representación clásica de San Sebastián a los ojos de Guido Reni y la mirada de Zoe Leonard, que muestra al hombre como objeto de deseo con Pin-up nº1, Jennifer Miller como Marilyn Monroe, donde se puede ver a un hombre posar desnudo sobre terciopelo rojo en una emulación con cierto humorismo de la actriz estadounidense.

La desnudez masculina formó parte de la formación pictórica entre los siglos XVII a XIX, pese a que sea más frecuente y natural el desnudo femenino, explicó el museo. Por tanto, su aparente ausencia no quiere decir que el cuerpo del hombre "haya sido abandonado por los artistas", sino que "no ha sido nunca considerado como tal", aclaró Rey, que consideró que esta exposición permite "comprender cómo se ha perpetuado, modificado y reinventado a lo largo del tiempo".

Para ello el recorrido propuesto, en lugar de ser cronológico, es temático, de modo que en una misma sala conviven dos obras a las que separan 200 años en su creación, pero cuya unión formal y temática es absoluta. El comisario señaló que hay cánones comunes "como el neoclásico inspirado en la antigüedad, que se ha perpetuado hasta nuestros días", aunque otros den la vuelta a los esquemas, como la revolución realista (segunda mitad del siglo XIX), que "modificó completamente los códigos de representación para algunos artistas". En ese sentido apuntó también a la influencia de unas artes en otras, como "la llegada de la fotografía", una disciplina también muy presente en la muestra desde sus comienzos, como se ve en "Lucha de dos hombres desnudos" (1887) de Eadweard Muybridge.

Los amplísimos temas que se dan la mano en Masculin/Masculin van desde la realidad más cruel, como la enfermedad o la muerte, hasta "el desnudo filosófico", pues, según explicó Rey, el desnudo masculino se reinventa a finales del XIX con una "perspectiva más teórica y espiritual", en "respuesta a la indiferencia de la naturaleza" como consecuencia de la revolución industrial.

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