La policía británica recobra un Stradivarius de casi dos millones de euros

Lo había perdido el 29 de noviembre de 2010, mientras comía en una cafetería cercana a la estación londinense de Euston. Un Stradivarius, de tres siglos de antigüedad y valorado en casi dos millones de euros lo extravió su dueña, la violinista coreana Min-Jin Kym. Esta semana, la policía británica lo ha encontrado sin daños graves, en una propiedad del centro de Inglaterra sin que las fuerzas del orden quisieran precisar más detalles, según informa Efe. Tres personas fueron encarceladas en 2011 por este robo.

"Ha sido muy duro, aún no puedo creer lo que pasó. Pensaba en la responsabilidad que sentía por haber perdido el instrumento en cada momento del día", declaró hoy la músico a los medios británicos. "He tocado este instrumento desde que era niña, por lo que siempre ha formado parte de mi identidad", añadió la intérprete.

El violín, pieza única de 1696, fue encontrado en la propia funda en la que fue robado, según la policía. El estuche del violín contenía esta pieza única y dos arcos muy valiosos: un Pecatte de más de 71.000 euros y otro de la Escuela de Bazin valorado en casi 6.000.

John Maughan, el adulto del trío ya en prisión, recibió una condena de cuatro años tras declararse culpable en abril de 2011. Dos adolescentes de 15 y 16 años fueron enviados a sendos correccionales de menores.

Descubrir dónde se encontraba este violín no ha sido sencillo. En marzo, tras seguir una pista prometedora que apuntaba a Bulgaria, la policía se topó con otro falso instrumento de un siglo de antigüedad.

Los violines de Antonio Stradivari (1644-1737), maestro artesano considerado el más importante creador de instrumentos de cuerda, son extremadamente escasos y valiosos. Se calcula que no quedan en el mundo más de 600.

No es la primera vez que un Stradivarius salta a las noticias por un robo. En 2007 uno de estos violines valorado en más de dos millones y medio de euros fue hurtado en Austria. Sin embargo, el caso más famoso y duradero lleva en marcha desde 1995 y permanece en la lista de los 10 crímenes artísticos por resolver más perseguidos por el FBI. Se trata del instrumento de la violinista Erica Morini, cuyo precio supera los dos millones de euros. Pero también hubo historias con final feliz en los extravíos de estas joyas. En 2008, el pianista norteamericano Philippe Quint recompensó a un taxista con 100 dólares (unos 75 euros) y un concierto gratuito por devolverle uno de estos inestimables violines que se había dejado en su asiento.