Una ciudad envuelta en cultura teatral
El Festival de Almagro añade a su programación el aliciente de siete exposiciones Maquetas, teatrines, linterna mágica, cineflúo, gentes de la farándula, Góngora y otros reclamos surgen en numerosos espacios de la ciudad
El Festival de Almagro siempre cuenta con importantes exposiciones, normalmente organizadas por el Museo Nacional de Teatro que, desde hace dos décadas, se encuentra situado en esta ciudad manchega. Pero pocas veces Almagro ha acogido un total de siete exposiciones que, como no podía ser de otra manera, hace coincidir con el festival que se ofrece estas semanas, aunque estas muestras tendrán vida más allá de los días de representación teatral ya que permanecerán abiertas hasta el 30 de septiembre.
Maquetas y teatrines
Arquitectura de los sueños: Colección de maquetas y teatrines del museo nacional del teatro es quizá la más relevante de estas exposiciones. Se puede ver en la restaurada Iglesia de San Agustín, bajo la dirección de Andrés Peláez, personaje muy conocido en el mundo escénico español y también director del Museo del Teatro. Este organismo ha impulsado esta exposición que demuestra que paralelamente a la arquitectura escenográfica existe otra arquitectura ilusoria realizada con materiales efímeros como papel, maderas, telas, etc, y que los expertos consideran que resulta ser más libre que la primera. “Es así porque se aproxima más a la imaginación del pensador, cómo podría ser su realización en el espacio y solo depende de los caprichos del artista. Y estas arquitecturas merecen ser estudiadas por sí mismas y no como primer paso de la otra”, señala Peláez.
Es cierto que en estos últimos años, los historiadores del arte, tal y como afirma Juan Antonio Ramírez, en su edición de Construcciones ilusorias, Arquitecturas descritas, arquitecturas pintadas, han prestado atención creciente a la relación entre las construcciones imaginarias de los pintores y las materializaciones de los arquitectos.
Peláez sostiene que no es todavía el caso de los teatrines y modelos de teatros y escenografías y su posterior realización en su espacio real. “Queremos y vamos a mostrar una colección única de teatrines y modelos de teatros y escenografías que no han visto la luz en una exposición temporal”, señala el director de lo que es una de las colecciones más llamativas de cuantas guarda el Museo del Teatro. Son pequeños teatros para jugar o para ilustrar la evolución del escenario desde fines del siglo XVII hasta nuestros días. Reproducciones tridimensionales de paisajes románticos, escenarios e interiores son los elementos que constituyen una singular exposición de veinticinco modelos, de una iconografía popular de arquitecturas imaginadas, como sueños, que se mostrarán en la Sala de Exposiciones del Museo Nacional del Teatro.
La linterna mágica
En la misma Iglesia de San Agustín hay dos exposiciones más: Una vuelta al mundo de la linterna mágica, exposición organizada por la Universidad de Salamanca, junto con el Museo Nacional del Teatro y El Cineflúo: navegación simulada de Giorgio Busato.
La primera ha sido ideada para arrojar luz sobre la trascendencia cultural de la linterna mágica, a partir de un viaje por su historia articulado en torno a cuatro actos y 24 escenas. El primer acto aborda la emergencia de la linterna mágica como dispositivo asociado al desarrollo y la aplicación durante el siglo XVII de una serie de principios físicos que permitieron la proyección de imágenes. El segundo y tercer acto explica como en la siguiente centuria, la linterna mágica emergió como un dispositivo que acabó por consolidarse e institucionalizarse como medio de comunicación en los primeros tres cuartos del siglo XIX. Finalmente, tras su industrialización y comercialización en serie, acaecida en el último cuarto de dicho siglo, sobrevino la decadencia de la linterna mágica durante las primeras décadas del siglo XX.
“El conocimiento de la linterna mágica como medio audiovisual contemporáneo es una temática emergente en el ámbito internacional, dada su centralidad para comprender la actual relevancia de nuestros medios de comunicación social”, señala Peláez, “la dispersión de los fondos patrimoniales de la linterna mágica y su indefinición conceptual como objeto de estudio, son razones que explican cómo es todavía un medio de comunicación social en la sombra y es la principal motivación que está en el origen del presente proyecto”.
El Cineflúo
La exposición sobre el cineflúo se retrotrae al otoño de 1908, cuando tuvo lugar en Madrid un original espectáculo, en los solares de la Plaza de Cánovas, a cargo de la Sociedad del Cineflúo: una combinación originalísima del cinematógrafo y la navegación simulada para producir en el espectador la sensación verdadera de un viaje por mar, a bordo del hermoso buque Lepanto. Este invento del capitán español Ricardo Martínez Inciti, contó con Cebrián como consejero y director artístico y con la cooperación artística del escenógrafo italiano, afincado en España, Giorgio Busato. “Estos hombre supieron darle al Cineflúo, exterior e interiormente, un ambiente tan exacto y puro de realidad que conseguía que el espectador creyese hallarse en un puerto de mar tomando pasaje a bordo de uno de esos airosos barcos que se balanceaban majestuosamente en los muelles”, apunta Peláez de este curioso viaje que transcurría de Nueva York a Brooklyn. Ante los ojos del espectador se iban alejando los muelles del puerto neoyorkino, las casas de 20 pisos y las fábricas poderosas y muchas aventuras en el viaje de ida y en el de vuelta.
Los faranduleros
En el Museo Nacional del Teatro, cuya visita es imprescindible si se pasa por Almagro, se puede ver la exposición Los abrazos de la farándula (Fotografías José Carlos Nievas).
El origen de esta colección tiene sus antecedentes en el Museo de Bellas Artes de Córdoba, donde Nievas realizó una colección de retratos de deportistas de élite mimetizados con algunas obras que cuelgan en el Museo. Ahora son personajes del mundo escénico, no solo afamados actores y directores, sino numerosos personajes que reconocidos y reconocibles en el mundo teatral (utilleros, jefes de sala, escenógrafos, figurinistas, maquinistas, periodistas, autores…) los que protagonizan estas obras pictórico-fotográfica, resultantes de aplicar, junto a las técnicas digitales del fotomontaje, una intervención química cercana al aguafuerte del grabado, en su acabado. Profesionales, entre los que encontramos a Antonio Gala, Charo López, Rafael Álvarez “El Brujo”, Darío Fo, Fernando Tejero, Lindsay Kemp, Javier Gurruchaga, Ruth Gabriel, Irene Escolar y otros muchos, que convivirán con actores y actrices de los siglos XVIII y XIX; de igual manera, los autores y directores de un tiempo y otro. Un fuerte abrazo en el tiempo promovido por este fotógrafo profesional que trabaja en el mantenimiento y puesta en valor de varias fototecas, así como proyectos en el ámbito de la gestión cultural.
El teatro de las juventudes y Fernández Montesinos
El Museo del Encaje de Almagro acoge una curiosa y clarificadora exposición: Ángel Fernández Montesinos y el teatro de las juventudes: Los Títeres. Y lo es porque es sorprendente que en la España franquista de los años sesenta surgiera un grupo tan importante como el Teatro Nacional de Juventudes, Los Títeres, cuya finalidad primordial era devolver la dignidad al teatro infantil y juvenil, además de servir como instrumento educativo. “Al niño solo se le dedicaban pseudoespectáculos sin ningún tipo de consideración y de dudosa calidad”, comenta el director del Museo Nacional del Teatro, que recuerda que este organismo tuvo dos etapas claramente diferenciadas: de 1960 a 1962, dirigida por Carlos Miguel Suárez Radillo, y de 1962 a 1976 bajo la dirección de Ángel Fernández Montesinos, al que el próximo jueves se homenajea en Almagro.
“Las dos etapas estuvieron señaladas por un éxito de público y crítica; la de Fernández Montesinos se caracterizó sobre todo por una búsqueda del espectáculo para toda la familia y un interés mayoritario por la comedia musical, sin desdeñar otros tipos de obras de aparente mayor calado”. En la muestra se encuentran bocetos originales de escenografía y figurines, firmados por Vitín Cortezo, así como también fotografías, cartelería, programas de mano y una variada documentación de una de las compañías de teatro infantil y juvenil más influyentes a nivel mundial con un repertorio que incluyó autores como Gian Carlo Menotti, Valle Inclán, de James Mathew Barrie, Alfredo Mañas, Ricardo López Aranda, Maurice Maeterlinck, Juan Ramón Jiménez, Antoine de Saint-Exupery, Emile Hesbois…., sin olvidar los muchos directores y actores antifranquistas que trabajaron durante años en esta compañía.
Góngora
En el Espacio de Arte Contemporáneo de Almagro Hospital de San Juan de Dios, se puede ver Góngora. La estrella inextinguible. Magnitud estética y universo contemporáneo, exposición organizada por Acción Cultural Española (AC/E) y el Festival de Almagro con la colaboración de la Biblioteca Nacional de España. Una muestra que destaca la excelencia del poeta y su influencia en la literatura universal. La obra de Góngora (1561-1627) constituye uno de los más valiosos patrimonios poéticos de la tradición hispánica y un referente ineludible en la historia de la literatura. Esta exposición, dividida en cinco áreas, comienza narrando la vida del poeta para dar luego paso a la reconstrucción de los contextos literarios, históricos y sociales que determinaron su trayectoria vital; los manuscritos e impresos que contienen obra suya, así como otros documentos del siglo XVII que demuestran su fecunda influencia, que llega hasta nuestros días. La exposición aborda la proyección de su estrella en el siglo XX, donde su poesía genera una verdadera galaxia gongorina que nos revela su radical importancia en la creatividad contemporánea.
Para su presentación en Almagro y posterior itinerancia, se ha adaptado en formato gráfico esta exposición presentada en Madrid (Biblioteca Nacional de España) y Córdoba con motivo del 450 aniversario del nacimiento de Luis de Góngora, ideando un proyecto expositivo que envuelve los textos del autor en un espacio contemporáneo sugerente.
La banda municipal
También se ofrece estos días la exposición 150 años de la Banda Municipal de Almagro, organizada por la propia banda y el festival.
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