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Reixa se defiende en la asamblea de la SGAE

La sociedad celebra su reunión anual para aprobar o rechazar las cuentas La asamblea se ha convertido en un plebiscito sobre la continuidad del presidente

Daniel Verdú
Antón Reixa en la asamblea general de la SGAE.
Antón Reixa en la asamblea general de la SGAE.SAMUEL SÁNCHEZ

La SGAE está celebrando su asamblea general ordinaria en el Círculo de Bellas Artes con un récord de asistencia provocado por la polémica levantada en los últimos días. Nadie quiere perdérsela. Cada voto cuenta. Hoy más que nunca. Las luchas de poder no han cesado desde que se marchó el anterior presidente, Eduardo Teddy Bautista, y un grupo de socios quiere desalojar a Antón Reixa lo antes posible con el rechazo de las cuentas. El presidente actual de la sociedad, Antón Reixa, las somete a votación esta tarde, con un 16,2% menos de ingresos y un mayor reparto a los autores que el año anterior gracias a los 70 millones de euros obtenidos de una bolsa donde se acumulaban desde hacía años los derechos pendientes de identificar. Un gran grupo de socios, liderados por José Miguel Fernández Sastrón (antiguo rival de Reixa en las últimas elecciones) ya ha anunciado que votará en contra.

Además, la enorme polémica levantada por la investigación a 11 socios que, según la SGAE, utilizaban fraudulentamente la música de los programas de televisión que se emiten de madrugada para obtener ingresos millonarios, ha creado dos facciones irreconciliablemente enfrentadas: los partidarios de Reixa y sus opositores. La lucha de poder va a convertir la Asamblea, aunque él no lo quiera, en un plebiscito sobre su continuidad.

“Hay muchas maneras de cambiar al presidente y no son a través de la aprobación de las cuentas. Hoy se discuten las cuentas, no la gestión del presidente, y hemos trabajado mucho en ello. Nos estamos jugando la continuidad de un modelo de gestión colectivo de los derechos. Ahora solo tengo un frente abierto: la ley de propiedad intelectual”, ha dicho el propio Reixa a la entrada. A esa hora, centenares de autores (hasta 445) ya habían ido entrando a la asamblea. Se han parado a hablar con la prensa flamencos como Diego el Cigala —muy preocupado con el estado del flamenco y las ayudas que recibe desde que fue nombrado patrimonio de la humanidad— o rockeros como Nacho García Vega —que ha dicho que no es extraño que haya bajado la recaudación en tiempos de crisis—. Han asistido también músicos como Kiko Veneno, José Mercé, Juan Carmona, Pepe de Lucía o Álvaro Urquijo.

La asamblea se prevé larga y agitada. Los partidarios de Reixa, tomando las presasambleas de las delegaciones como referencia, creen que la superará sin problema. Pero muchos esperan para dar su opinión y cargar contra su gestión. “Las cuentas son tramposas. La auditoría no es fiable, ni siquiera incluye un plan de viabilidad”, ha criticado José de Eusebio, presidente de ACAM (asociación de músicos), a quien Reixa ha acusado de formar parte de un grupo de nostálgicos que de Teddy Bautista. Ellos acusan al presidente de estar al servicio de las discográficas y de haber repartido la mayoría del dinero obtenido de los derechos pendientes de identificar a las multinacionales.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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