El vómito indignado
Primas de riesgo estrena 'Naces consumes mueres', obra de Ernesto Caballero Con dirección de Karina Garantivá está inspirada en el auto 'El gran Mercado del mundo' La sala Azarte programa el espectáculo dentro del ciclo sobre el director del CDN
Es un colectivo teatral que se llama Primas de riesgo. El nombre que han elegido es algo más que una broma. “Nos llamamos así porque formamos parte de esa materia prima con que cuenta hoy la sociedad española, la de una juventud con una gran formación profesional, con estudios conseguidos con mucho esfuerzo y muchos años, pero que está sin ninguna oportunidad, y tienen que estar arriesgando todo el día, como en esta propuesta que ahora estrenamos”, comenta Karina Garantivá, actriz y directora de Naces consumes mueres. El gran Mercado del mundo, obra que Ernesto Caballero ha escrito inspirándose en el auto sacramental calderoniano y que a partir de mañana se representa en la sala Azarte de Madrid.
Primas de riesgo también deja entrever la chufla y retranca que hay en este colectivo surgido de un grupo de investigación para actores que Garantivá creó hace seis años y cuyo objetivo era producir obras con reparto femenino: “En los grupos de entrenamiento había muchas más actrices, y estupendísimas, que actores; sin embargo en las obras la proporción era a la inversa hasta el punto de que en los textos que se ponen en pie habitualmente suele haber de media dos actrices para cada ocho actores”, señala la actriz de origen colombiano que vino a estudiar hace años a España, donde se ha licenciado en la Escuela de Arte Dramático.
Compromiso ético
Formamos parte de una juventud con una gran formación profesional, pero que está sin ninguna oportunidad
Karina Garantivá, actriz y directora de Naces consumes mueres.
Fue ella quien le encargó a Caballero, de quien es pareja, la obra sobre este auto: “Hice un Calderón con Ernesto Caballero en la Compañía Nacional de Teatro Clásico y leí mucho del autor de La vida es sueño; fue toda una inmersión en este dramaturgo y pensé qué se podría hacer con esos autos, en los que si bien hay doctrina, por encima de todo está su gran calidad”. No obstante tanto actriz como Caballero señalan que ha quedado el aroma y ese teatro de ideas con un compromiso ético. “Hemos hecho un auto sobre el capitalismo, no sobre la Iglesia católica, aunque de hecho el capitalismo es la religión imperante hoy y en este auto se plantea la metáfora de un mundo en el que todo se compra y se vende”, comenta la directora de este proyecto metateatral, ya que los personajes de la pieza son actrices muy preparadas, pero que no han tenido ninguna oportunidad. “Como ocurre en la realidad, siempre me preguntó porque no hay posibilidades para gente tan buena. Caballero nos ofreció un texto de ruptura, en cuya elaboración también participé, convirtiéndome en un puente entre el autor y la totalidad de las primas”.
El escollo del dinero para montar la pieza lo salvaron con el crowdfunding, un sistema que se ha popularizado entre las gentes de la cultura para poner en pie proyectos y que no es más que una forma de mecenazgo que consiste en encontrar muchos patrocinadores que aportan pequeñas cantidades. Primas de riesgo tienen 130 mecenas para este proyecto, entre los cuales también están organismos como el Teatro Calderón de Valladolid, donde estuvieron de teloneras de Carmen Machi y Nuria Espert. “Fue un gran estímulo para nosotras”, apunta.
Naces consumes mueres es un texto postdramático que renuncia a las leyes de la dramaturgia, o como dice su autor, teatro contemporáneo de investigación. Caballero, que escribió el montaje en sus vacaciones del verano pasado, ya que su trabajo como director del Centro Dramático Nacional no le deja tiempo para nada, regresa una vez más al territorio calderoniano, que tantas veces ha transitado: “Tengo una extraña fijación con él, es una rendija desde la que contemplo el mundo; de ahí que me metiera de cabeza cuando me propusieron crear algo a partir de ese auto, y más ahora cuando el mundo que vivimos está invadido por los mercados… me parecía muy sugestivo”, señala Caballero quien recuerda que en la época de Calderón el supremo hacedor era la imagen de dios, quien repartía los papeles a cada uno: “En la actualidad ese sumo hacedor es el mercado y tiene rostro, o al menos grandes pontífices, como el señor Mario Draghi, que es el vicario de dios; lo que pasa es que ahora a dios se le llama flujo financiero”, apunta el dramaturgo quien confiesa haberse puesto al servicio de un grupo de jóvenes muy preparadas y representativas de las situación social y profesional con que se enfrentan hoy muchos jóvenes profesionales. “También se enfrentan a un auto de Calderón, concretamente a este que habla de la moralidad, de lo que compramos y vendemos, que habla de ética en un contexto de intercambio, no solo de mercancías, sino también de opiniones, hábitos, conductas…, ellas se enfrentan a este material y en esa colisión, a veces armónica, a veces traumática, reside todo lo que es el texto”.
Una juventud en la que se ha invertido
Es una obra de vómito, indignada, de esa rabia contenida que hay que sacar por algún lado Ernesto Caballero, autor de la obra
Un texto teñido de humor, de debate, de provocación: “Es una obra de vómito, indignada, de esa rabia contenida que hay que sacar por algún lado”, dice Caballero, mientras Garantivá recuerda que cada una de las actrices representan un sector de esa juventud española, en la que el Estado ha invertido mucho. “Yo soy la inmigrante que he venido a España buscando abrirme horizontes; Julia Moyano es la emigrante que se ha ido a trabajar a Alemanía como actriz, y ha venido desde Berlín para estas funciones; Paula Rodríguez y Sandra Arpa son actrices que han estudiado en varias escuelas, en la Resad, en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres, con Susan Batson en Nueva York, en Buenos Aires con grandes maestros y otro tanto Esther Acevedo, que en esta ocasión no actúa porque se ha retirado temporalmente por un embarazo y está como ayudante de dirección”. Todas ellas cuentan esta historia de un grupo de actrices que es contratado para inaugurar el congreso Economía y Espiritualidad en una gran empresa. Con la excusa de la crisis el promotor decide suspender el evento, momento en el que empieza un frenético viaje de las cuatro actrices dispuestas a todo con tal de llevar a cabo la representación. “Es un texto filosófico, político y que aborda preguntas esenciales sobre el papel del arte como herramienta para mejorar la sociedad, sobre la responsabilidad de los artistas en un contexto de crisis económica y moral y sobre la utilidad de lo que hacemos”, comentan autor y directora.
Para las representaciones en la prestigiada y pequeña sala Azarte han tenido que prescindir de parte de la escenografía y la iluminación en la que han colaborado profesionales reconocidos como José Luis Raymond y Paco Ariza.
Ciclo sobre Caballero
EL montaje se estrena dentro del ciclo sobre la dramaturgia de este autor: Ernesto Caballero, un puente con el teatro alternativo, donde ha recibido un homenaje y le han representado, además de Naces consumes mueres, Mientras miren y Paquitas (una versión para cinco actrices de Sólo para Paquita). Caballero, uno de los autores más versátiles y conocidos de la dramaturgia española contemporánea está siendo representado en varios países en este momento y en España estrenará en junio en Madrid, El amor de Eloy.
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