El imparable ‘boom’ de Juan Magan, rey del ‘electrolatino’
El productor musical mezcla la música electrónica con el pop y los sonidos latinos Recala esta noche en el Palacio Vistalegre de Madrid, en su gira 'Origen'
Una búsqueda rápida en Google arroja las siguientes cifras: más de 300 millones de visionados en YouTube, más de 400.000 fans en Facebook, 391.943 en Twitter y 700.000 visitas en MySpace. La combinación para obtener estos resultados, Juan Magan. Un catalán, de Badalona, que ha unido la música de baile con el pop y el sonido latino en una etiqueta que denomina electrolatino y que en España se asocia directamente con su tema Bailando por ahí. Al desglosar el algoritmo aparecen varios interrogantes: ¿Qué diferencia a esta música del reggaeton?, ¿por qué llega ahora a España?, ¿cómo se combinan los factores David Guetta y Pitbull en esta ecuación?
Juan Magan se acerca a la sede de EL PAÍS en Madrid escoltado por cuatro personas. Acaba de firmar un contrato con la discográfica Universal Music para lanzar su nuevo disco. Y se aproxima la fecha de su gran concierto esta noche en el Palacio Vistalegre de la capital, dentro de su gira Origen. La promoción está en pleno apogeo y por el intercambio de comentarios, se intuye que la agenda igual de apretada. En el momento en que se enciende la grabadora desaparecen las prisas. "No creo que haya inventado este estilo, desde hace tiempo se ha intentado fusionar", explica. "Quizá lo que he hecho ha sido potenciarlo, tratarlo con más seriedad, como un género propio, no en remixes".
Para entender cómo "un chaval de un barrio humilde de Badalona" consigue introducir en España este sonido y convertirse en fenómeno social por gracia de Internet, hay que remontarse a los años noventa y dejar a un lado, por el momento, el reggaeton que desde esa década retumba en el Caribe y se extiende por el continente americano. Welcome to the jungle fue la mezcla de música dance con la que Magan consiguió meterse en algunos clubes de Barcelona, al tiempo que estudiaba COU y trabajaba en un almacén. "En 2004 empecé a hacer música latina y eso me permitió generar derechos de autor, hacer bolos… Ganarme la vida con la música”. El nuevo siglo trajo el experimento del grupo Guajiros del Puerto, hasta que en 2008 con el álbum Suave consiguió dos discos de Platino con el single Bora Bora.
Lo siguiente sería la compilación The king of dance donde se reúnen Bailando por ahí, No sigue modas y las colaboraciones que cerraba según estas canciones iban explotando. "Algunas llegan gracias al trabajo de mi equipo, otras veces son los propios artistas los que me proponen trabajar juntos como en el caso de Paulina Rubio y Nelly Furtado. Y por último están los contactos en las redes sociales, así conseguí trabajar con Pitbull y Don Omar, mandando emails y enviando mensajes en Twitter".
"No creo que mi recorrido tenga nada que ver con el reggaeton", aclara el músico, que se define como productor, aunque en el escenario le verán con el disfraz de DJ -"es lo que demanda la gente"-. "Me gusta mucho esa música, como me gusta el pop, el punk y el metal. También me encanta el flamenco que se canta en español y nadie lo relaciona con el reggaeton". Su fortuna, confiesa, está directamente ligada a la fiebre de la EDM, la música electrónica de baile. "Mi meta era encontrar un punto medio entre Kraftwerk y David Guetta que ha hecho la transición factible mostrando a la gente que el nuevo pop es la música dance", asegura. "Pitbull lo que ha conseguido es un trabajo impecable: del rap al dance en español con grandes colaboraciones".
Desde su estudio en Barcelona lanza hits impares. "No estamos ante un negocio de álbum, la industria ha cambiado". Esta creencia en la obsolescencia del disco se traduce en temas con acento latino y sustentados en un romanticismo que a veces se confunde con el machismo. "Tengo facilidad para que se me peguen los acentos, paso la mitad del año en Miami y mi mujer es dominicana", explica. "Si uso expresiones que puedan entender en varios países voy a llegar a más gente, lo que no entiendo es por qué me tachan de machista, amo a las mujeres, vengo de una de ellas". Lo cierto es que el papel de las féminas en sus canciones siempre es el del eslabón más débil al que cuidar.
Para la temporada estival prepara disco nuevo, "con la fusión mejorada y las letras más cuidadas", avanza. La crisis y los políticos no se colarán en las nuevas dosis de electrolatino, las canciones tomarán "un sentido más ético", sin olvidar la diversión, el principal objetivo de Magan. "Te acostumbras al éxito de una canción y acabas haciendo todas iguales, decir cualquier cosa que sabes que le va a gustar a la gente y ganar dinero. No es que quiera empezar a perderlo, pero también tengo que mantener a mi público, evolucionar con ellos".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.