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El segundo capítulo de ‘El hobbit’ se deja (entre)ver

El director Peter Jackson desvela imágenes y novedades de la película Llega a las salas en diciembre

Tommaso Koch
Un fotograma de 'El hobbit. La desolación de Smaug', con Martin Freeman.
Un fotograma de 'El hobbit. La desolación de Smaug', con Martin Freeman.

Habrá que fiarse de Gandalf. “Se verá más Tierra Media que nunca”, prometía ayer el actor británico Ian McKellen, que interpreta al mago en la trilogía cinematográfica de El hobbit —y que ya lo hizo en El señor de los anillos—, en un vídeo que cerraba el evento. Por lo demás, a lo largo de una hora en la que el director Peter Jackson y su equipo iban supuestamente a presentar en streaming al mundo El hobbit. La desolación de Smaug, segundo capítulo de la saga, hubo bromas de sobra pero imágenes y noticias con cuentagotas.

El propio McKellen protagoniza la única secuencia de la película que se pudo ver: un minuto y medio en el que Gandalf el gris intercambia un par de frases con Radagast, otro de los magos de la Tierra Media. Nada más, ya que el tráiler “llegará en verano”, como explicaba el propio Jackson. Y para el filme, rodado como el primero con la innovadora y criticada técnica de 48 fotogramas por segundo en lugar de los habituales 24, habrá que esperar hasta diciembre.

Para los que no estén entregados al culto de enanos y orcos, no hayan aprendido el idioma de los elfos ni dediquen rezos a la memoria de J.R.R. Tolkien, El hobbit es la adaptación cinematográfica del libro homónimo que el autor británico escribió allá por 1937. La obra narra el viaje del hobbit Bilbo Baggins, de una compañía de enanos y del mago Gandalf hacia la Montaña Solitaria, antigua pertenencia de las pequeñas y barbudas criaturas, de la que fueron echadas por el dragón Smaug. Tras la cámara, se encuentra el cineasta neozelandés Peter Jackson, el mismo que llevó a las pantallas la obra más famosa de Tolkien, El señor de los anillos, con una trilogía que cosechó 17 Oscars y casi 2.300 millones de euros. Y el mismo, también, que juró que jamás dirigiría El hobbit.

Pero, como dice el arranque de El señor de los anillos, “el mundo ha cambiado” y Jackson estrenó el año pasado El hobbit. Un viaje inesperado, superproducción de 142 millones de presupuesto que ya ha recaudado casi 1.000. “Mientras que el primer filme tenía sobre todo una línea argumental, el viaje de Gandalf, los enanos y el hobbit, en el segundo veremos multiplicarse las tramas y los personajes”, aseguraba ayer el director.

El maestro de Esgaroth, un político corrupto y avaro interpretado por Stephen Fry, el rey elfo Thranduil (Lee Pace), que se entreveía en el primer capítulo, y Bardo el arquero (Luke Evans) son algunos de los personajes que en esta segunda entrega aparecerán por el camino de la compañía. Y los fans de Perdidos celebrarán la presencia de Kate, la actriz Evangeline Lilly, que aquí se mete en la piel de una elfa, guardaespaldas de Thranduil, que no existía en el libro y que Jackson ha inventado.

También se harán conocer Smaug, el dragón que da el nombre al título y que descansa en la Montaña Solitaria (de hecho, Jackson dijo que la secuencia que más quiere ver es la del encuentro entre Bilbo y Smaug), y El nigromante, misterioso personaje del que el director ayer solo quiso decir que “sí”, se verá más. Lo hizo contestando a una de las preguntas que llegó a lo largo del evento vía Twitter. Aunque, pese a que Jackson y su distribuidora, Warner Bros, habían pedido a los fans que enviaran sus preguntas en vídeo hace unas semanas, finalmente solo se dejó espacio a cuatro cuestiones planteadas por los seguidores. Se prefirió apostar por una serie de vídeos enviados por los actores de la película que arrancaban con un “siento muchísimo no poder estar allí” y luego planteaban su propia pregunta al cineasta.

Entre una respuesta y otra, Jackson contó que la película será más oscura, que en un día consigue rodar entre seis y 13 secuencias, dependiendo de factores como el tiempo y la dificultad de la toma, y que el rumor más extraño que haya surgido sobre él es que pensaba trasladar a toda su familia a un barco en aguas internacionales para no pagar impuestos. Falso, obviamente. Casi como que ayer se iba a desvelar La desolación de Smaug.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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