Ramon Fontserè: “¿Y todo esto quién lo pagará?”

Ramon Fontserè, uno de nuestros más grandes actores, inolvidable presidente Excels, Pla, Dalí, Sánchez Mazas o chef iluminado, por no hablar del mismísimo caudillo Franco, se ha convertido en el nuevo director de Els Joglars tras la abdicación de Albert Boadella, que pasa la antorcha después de medio siglo al frente. Asumiendo la dirección del histórico colectivo, del que es el actor principal, Fontserè entra en una nueva etapa de su carrera amplificada ya también con su labor como director de escena en paralelo a su trabajo en Els Joglars (ha dirigido a Quim Masferrer, de Teatro de Guerrilla, en Temps, presentada este octubre en Temporada Alta). El actor y director responde a la entrevista en medio de un endiablado final de gira con El Nacional que le lleva a pasar la castañada en Galicia en el marco del Festival Internacional de Outono en Carballo (La Coruña). Fontserè se manifiesta “algo asustado” del reto de dirigir a Els Joglars sustituyendo a Boadella, pero al mismo tiempo “con ilusión”.

Le señalo que el relevo en Els Joglars se podría ver como una salida por el foro de Boadella para separar al grupo de su polémica personalidad en este momento de efervescencia nacionalista en Cataluña, y lo que te rondaré morena. “No, ni lo había pensado, no es una operación de cambio de imagen, qué va, es un cambio natural, lleva 51 años al frente de Els Joglars y, es lógico, está cansado de aguantar el peso de la compañía, de inventar obras, de dar de comer a las quince personas de esta pequeña empresa. Precisamente fue él el que impulsó que volviéramos a Cataluña en gira, en la consideración de que tenemos un público aquí”. Hombre, pero con Boadella diciendo cosas como que procura pisar en lo mínimo territorio catalán... “Es evidente que en ese punto... pero en realidad, insisto, es un cambio de ciclo”.

Fontserè está de acuerdo no obstante en que el recambio de Boadella puede facilitar las cosas a Els Joglars en Cataluña. Dicho esto, desde luego no parece dispuesto a contemporizar con nada y como su maestro y predecesor reivindica a Pla y carga contra el nacionalismo. “Soy catalán, no catalanista, no estoy por separatismos”, afirma. “¿Me he de pelear con un extremeño porque soy catalán y solo porque hay unos señores con unos intereses de cuadrilla que me dicen que tengo que hacerlo? No, no. El nacionalismo, como la religión, separa. No me gusta quien se considera superior. Estoy por el sentido común. Y ahora está esa ficción fantasiosa de la independencia y de que nos dirán olé en Europa...”. Fontserè pone sorprendentemente voz de Dalí al recordar la humorada de Francesc Pujols de que los catalanes un día al ir por el mundo lo tendremos todo pagado por el mero hecho de serlo. “¡Y Dalí añadía que incluidos café, copa y puro! Y yo me pregunto, parafraseando al maestro Pla y viendo lo que está pasando: ‘¿Y todo esto quien lo pagará?’, que es la clave del asunto. En realidad mientras se habla de estas fantasías no se habla de corrupción ni de mala gestión, que es lo que tocaría”.

Le pregunto qué opina de la deriva de Boadella, desde el anarquismo hasta Esperanza Aguirre, que ya es trayecto. “¿Deriva? A ver, le ofrecieron un cargo como técnico teatral, como artista, y ha disfrutado de absoluta libertad en él. Aguirre no es una señora que haya dado un golpe de Estado sino una presidenta de comunidad votada democráticamente. Yo no la votaría, pero me parece remarcable lo que ha hecho con Albert”.

El nuevo director enfatiza que en Els Joglars siempre ha habido libertad de pensamiento. “Aquí ha cabido todo el arco parlamentario, todo el mundo ha expresado sus ideas y se han respetado todas las tendencias, políticas, sexuales y gastronómicas. Siempre se ha hablado libremente de todo, de política, de teatro, de bolets, incluso de fútbol. Siempre ha habido una libertad omnívora en Els Joglars”. Dicho esto, apunta: “Somos un grupo catalano-español, un grupo de teatro español hecho por catalanes”.

Pasamos rápida revista a su trayectoria. “Llegue a Els Joglars en 1983, tras un casting, para hacer Teledeum, donde interpretaba al viejo cardenal integrista Albino Luciano. Entrar en la compañía, fue pasar a la primera división del teatro. Y con un genio como Albert. Me chocó mucho la capacidad del teatro de convulsionar. En las representaciones de Teledeum sufrimos amenazas de bomba, atentados y misas de desagravio”.

Luego se convirtieron en la pesadilla del pujolismo. “Lo vivimos con mucha naturalidad y todas las consecuencias. Los cómicos y el poder siempre han estado de punta. Viene de siglos, somos la descendencia de Aristófanes y Molière. Nos atacaron y marginaron y respondimos con el escarnio a ese pensamiento único”. ¿Qué les ha pasado en Cataluña? “Hemos sido un grupo incómodo para el nacionalismo porque hemos hecho la sátira de Pujol, eso nos ha costado no estar nunca en TV3 ni en el Teatre Nacional, a nosotros, un grupo con 51 años, cuarenta obras y un director, Albert, considerado un clásico y un maestro a nivel europeo. Este es un país en que todo se destruye, como decía Pla. Pero no hemos bajado la cabeza y hemos respondido siempre desde el escenario”.

Pasqual Maragall fue un desencanto para Els Joglars. “Ya habíamos vaticinado que sería lo mismo. Los socialistas catalanes decidieron ser más catalanes que los convergentes y bailar mejor la sardana, así que ya no hay nada que pueda hacerles frente a estos”.

Fontserè considera el escenario “un analgésico” y actuar “una terapia”. Dice que de los que ha hecho el personaje de Pla es su favorito, y se reconoce en la broma afilada del escritor, su casera mordacidad y su “optimista pesimismo”.