_
_
_
_
_

Medina Azahara vuelve al rock andaluz

Con más de 30 años de carrera, la banda de Córdoba edita 'La memoria perdida' El álbum recupera los sonidos que triunfaron en los años ochenta

Manuel Martínez, en el centro, con los componentes de Medina Azahara
Manuel Martínez, en el centro, con los componentes de Medina Azahara

Imagine una gira que dure más de 32 años. Ese es el tiempo que lleva en la carretera la banda cordobesa Medina Azahara y, pese al título de su nuevo álbum, La memoria perdida, la banda de Manuel Martínez no ha olvidado sus raíces. El rock andaluz -esa mezcla de rock sinfónico y progresivo (con influencias de grupos como Deep Purple, Pink Floyd y Uriah Heep) y aires flamencos- que a principios de los ochenta vivía su momento dulce con formaciones como Triana y Alameda.

“Con este disco pretendíamos recordar el pasado, porque muchos seguidores nuestros venían demandado una vuelta a las raíces. Queríamos hacer el rock andaluz de los años ochenta pero pensando que estamos en 2012”, cuenta al otro lado de la línea telefónica el líder de Medina Azahara, Manuel Martínez (Posadas, 1951) un personaje icónico del metal español, inconfundible con su melena pelirroja.

Muchos seguidores nuestros venían demandado una vuelta a las raíces

En los años del boom del rock andaluz el cantante melódico David de María era un bebé, pero eso no ha impedido que colabore en la canción La última batalla. A los Medina no les asusta que cortes como ese los emparente con la canción melódica. “El tema habla de una persona con cáncer en fase terminal y pensamos que David de María podía hacer algo bonito. En otras ocasiones hemos colaborado con Antonio Orozco, con El barrio, con gente de Saratoga, de Sôber… Si son amigos y nos apetece cantar con ellos no miramos de dónde viene o a dónde van”, apunta Martínez y añade: “Hemos experimentado con el flamenco, con el sonido árabe, con el sonido celta. Hemos intentado estar en todos los sitios, no nos cerramos ninguna puerta”.

Para este álbum, que hace el número 21 de su carrera, la banda ha cambiado de sello (ahora están en la casa sevillana Senador) y también de componentes. El batería Manuel Reyes y el bajista Charly Rivera dejaron la formación en septiembre. Martínez le quita dramatismo a estas bajas: “La gente a veces llega a su tope. Necesitábamos nuevas personas, que además cantasen. En la carretera se sufre y hay que renovar”.

Las letras del álbum cantan al amor, al desengaño, la enfermedad y también la política: “Libertad y luz, por ejemplo, habla del 15-M. Intentamos trasmitir que puede haber mejores opciones que las que tenemos hoy en día. Son cosas que de alguna manera hay que decir, pero no escribimos para que la gente se coma el tarro. Una letra tiene que ser directa y ya está”.

El primer tema se titula Sevilla y en él colabora el grupo Fondo Flamenco. Es una suerte de himno oficioso de la ciudad, algo curioso en una banda orgullosa de su raíz cordobesa. Martínez se ríe cuando se le menciona la posible rivalidad: “Últimamente dedicamos canciones a ciudades andaluzas. Hicimos una para Málaga, y en este álbum además de Sevilla hay otra titulada Al pie de la Alhambra. Es un homenaje a nuestra tierra. Nos encantaría que Sevilla se convirtiera en un himno oficioso. Zoído [Juan Ignacio Zoído, alcalde de Sevilla] vino a la grabación del videoclip y nos dijo que eso podría llegar a pasar”.

Para presentar La memoria perdida la banda actuará en Burgos, el 2 de noviembre; en Zaragoza, el día 3; en Barcelona, el 22 de diciembre... No es una nueva gira, porque de gira, los Medina, nunca han dejado de estar.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_